Hace mucho, mucho tiempo... en un restaurante de La Coruña... las conchas y restos de marisco se acumulan en un montón de impresionantes dimensiones. El local hace horas que está cerrado pero ellos alargaron la sobremesa más allá de la medianoche. Hace mucho que EL PRESIDENTE perdió la cuenta de los whiskies que se había bebido. Entonces era joven y risueño, pero ya afrontaba los mismos peligros que hoy, estamos en una...
Negociación a vida o muerte.Banda sonora: https://www.youtube.com/watch?v=pkSx9Hckxis
Starring:
Charly as himself.
El pingüino (el malo de Batman) como Lendoiro.
Estrella invitada: El hombre misterioso como consejero delegado del Banco Gallego.
Y con la aparición especial de Florentino Fernández poniendo voz a Jesús Gil y Gil.
Lendoiro estaba en su salsa. - Y así Carlitos, es la manera en la que vivirás montado en el dólar. Si lo has entendido todo, te irá a las mil maravillas. Así pues, recapitulemos, ¿cuál es la lección de hoy? - Carlitos se sonreía. Con un giro de cuello se apartó el flequillo de la frente para luego dejar caer los ojos de una manera que habría rendido a cualquier mala pécora en kilómetros a la redonda. Su mirada se encontró con su mano sujetando un vaso de dorado licor. - Si debes poco dinero, tienes un problema, si debes mucho, lo tienen "ellos". - Lendoiro le dedicaba una amplia sonrisa a su acólito. - La manera de vivir como si fuera rico es no pagar nunca nada. - ¡Muy bien! - respondió Lendoiro aplaudiendo entusiasmado. - Veo que has entendido la primera lección. Ahora pide la cuenta.
Charly seguía sonriéndose. En ningún momento dejó de mirar el vaso. - No... de hecho creo que... vas a pedirla tú... - dijo clavando los ojos en Lendoiro. Este respondió sin perder la sonrisa. - Definitivamente eres mi mejor alumno, pero no pensarás en serio que voy a pagar yo ¿verdad? - Charly callaba, su maestro nunca hablaba en balde. - Va a pagar... el ¿Deportivo de la Coruña?
- Sí y no, Carlitos. Sí. Y no. Verás... - El camarero mataba el tiempo doblando servilletas y sacando lustre a los cubiertos en una oscura mesa cercana, pues hacía horas que el restaurante estaba cerrado. Todas las luces salvo la de la mesa ocupada estaban apagadas y simplemente esperaba a que los dos últimos clientes se decidieran a pagar rezando por que le dieran una buena propina por las horas extra. Lendoiro le hizo venir con un gesto de mano. - Dígame don Augusto César. - Quiero que apuntes la factura de hoy a la cuenta del Deportivo de la Coruña. - Sí, señor. Como siempre señor. - El camarero se fue camino de la caja. Lendoiro se volvió una vez más hacia su aprendiz. - Y así de fácil es como se hace.
Charly volvió a sonreír con el vaso en la mano. - Y el Depor no pagará ¿no? - ¡Ahí está la clave! - le interrumpió Lendoiro. - Si debes 80 millones a Hacienda, y muy importante, no los pagas, ¡nadie puede obligarte a pagar nada antes que a ellos! mientras vas pagando los impuestos más atrasados... ¡La deuda crece con los impuestos que se suman ejercicio a ejercicio! ¡Y así la deuda siempre oscila en torno a las mismas cantidades! Pero no puedes hacer esto sin un seguro de vida... - Lendoiro dio dos palmadas. Un tipo con una media en la cabeza apareció entre las sombras, se acercó a la mesa y se sentó con ellos. - Este es mi asesor financiero, del Banco Gallego. - Charly se levantó para saludarlo en cuanto lo reconoció. - Anda, coño. Si es mi cuñado. - ¿Sí? ¿Y lleva siempre una media en la cabeza? - Preguntó Lendoiro. - Sólo en horario laboral y en reuniones familiares - se apresuró a aclarar el banquero - ya se sabe que con los parientes lejanos... - Bueno, - continuó el presidente del Deportivo - pues este señor es el malabarista financiero gracias al cual se sostiene mi imperio... y pronto erigirá los cimientos del tuyo. - Claro que sí - contestó Charles. - ¿Cómo te va Mr. X? - le preguntó al nuevo acompañante. - Pues nada - respondía el otro - llevo toda la mañana vendiendo preferentes, así que si queréis unas me llamáis, no vayan a venderos cualquier cosa por ahí...
[...]
Tras una larga explicación de lo que son las preferentes...
[...]
Eran un coro de carcajadas. - ¿Entonces nunca recuperarán el dinero? - decía Charly con lágrimas risa en los ojos. - Eso es lo que han firmado. - Volvieron a reír. - Pero gracias a truquitos como este nosotros nos capitalizamos y podemos seguir con el negocio abierto. - Aclaraba Lendoiro limpiándose con la servilleta. - Bueno, yo prefiero diversificar, ya sabes, lo hago a medias con Novagalicia, pero de momento para empezar con uno tienes bastante...
[CONTINUARÁ...]