Carlos Suárez: «El dinero del primer plazo para los acreedores ya está en el banco»
Pasado lo peor, ahora toca sufrir. El presidente del Real Valladolid afronta el principio de la Liga con optimismo «pero sin obsesiones»
No tiene capacidad económica –dice– para crecer, pero sí para hacer frente a los compromisos derivados del concurso de acreedores. Insiste en que prefiere una participación pequeña en un gran proyecto que la mayoría en uno con problemas, lo que no deja de ser una invitación a socios capitalistas, aunque se tratara de un fondo de inversión. Y asegura haber puesto el freno a las alegrías presupuestarias. Este año no habrá inversiones extraordinarias en instalaciones, a pesar de que solo tiene un campo de hierba natural para los partidos del Real Valladolid y del filial.
–Nueve mil socios, resuelto el concurso de acreedores y una Liga de 22. ¿Hay perspectivas de ascenso?
–Diez mil socios. Creo que estamos más cerca de esa cifra. Concurso cerrado, pero con el inconveniente del descenso de categoría, que ha llegado en mal momento. Para el ascenso siempre hay perspectivas. En el primer ascenso estábamos obsesionados y hubo dificultades. El segundo no costó tanto. En esta ocasión esperemos que se consiga a la primera. Pero sin obsesionarnos.
–El concurso de acreedores está cerrado. ¿Tiene liquidez para hacer frente al primer pago?
–El descenso nos ha dado dos años de carencia y el primer pago lo tendremos que hacer el 30 de junio de 2015. Serán 1.015.000 euros que ya están en la cuenta de un banco para ser desembolsados en la fecha prevista. Es una cantidad destinada a los acreedores de menos de 250.000 euros.
–Falta mucho tiempo y pueden pasar muchas cosas. A lo mejor tiene que echar mano de ese dinero para algún imprevisto...
–Ni para pagar la luz. Antes de tocar ese dinero dejo que me corten el suministro eléctrico.
–Ha logrado formar un equipo con 18 jugadores pero aún hay huecos pendientes. ¿Hay dinero para nuevos fichajes?
–Tenemos un poco de margen y sé que habrá que traer a algún otro jugador además del portero. Pero es posible que la dirección deportiva decida dejar algo para diciembre [el mercado de invierno]. Tenemos todavía algo de margen sobre el límite de gasto.
–Parte del patrimonio del club se asienta en su plantilla. ¿Se ha reducido también por el valor de sus jugadores?
–No ha afectado porque la valoración se hizo cuando estaban en Segunda División, aunque el valor de algunos jugadores no depende tanto de la categoría en la que militen y creo que algunos se pueden haber revalorizado. Pero hay que tener en cuenta el valor de otra parte del patrimonio, que son los aficionados y el apoyo de las instituciones, como el Ayuntamiento o la Diputación, para los que no tengo más que agradecimiento.
–¿Cómo es posible que hace unos años el Real Valladolid acumulara deudas y ahora, con la mitad del presupuesto, se comprometa a tener beneficios y además a amortizar la deuda generada, sin posibilidad legal de volver a endeudarse?
–El Real Valladolid, cuando ha estado en Primera División, nunca ha perdido dinero. En Segunda, las pérdidas eran cuantiosas. Lo que ocurre es que no te puedes gastar todo en la plantilla. Superar tus posibilidades para buscar el ascenso a toda costa. Cuando se baja, los ingresos se reducen un 75% y los gastos, apenas un 25%. Ahora han cambiado las cosas pero, es que, además hemos tenido que recurrir a despidos y a muchos ajustes. En Segunda se adecuan los costes al presupuesto y, además, con la prioridad de subir.
–Los fondos de inversión tienen ya cierto protagonismo en este negocio. ¿Se ve compartiendo la gestión del club con titulares de estos fondos?
–Sí lo veo. Siempre he estado abierto a la posibilidad de tener un socio capitalista. El tema de la gestión es cuestión de acuerdos. Los fondos de inversión buscan beneficios en clubes y jugadores, pero eso ocurre fundamentalmente en Primera. En los jugadores, los fondos no pierden nunca, siempre ganan. No te puedes equivocar. Pero nosotros somos un club muy pequeño como para arriesgarnos con un fondo de inversión. En el corto plazo no me apasiona.
–Da la impresión de que tiene cierta animadversión a los intermediarios: agentes, fondos de inversión... ¿Cree que es posible la relación directa club-jugador
–No tengo ninguna animadversión contra los agentes. El mercado da para todos, y sí, la relación se puede llevar directamente, pero creo que es mejor que los jugadores no se desgasten en estos asuntos o en las negociaciones para dedicarse totalmente a su trabajo. He tenido problemas con dos agentes, Perote y Javier González, pero ¿quién no ha tenido problemas con ellos?
–¿Usted tiene capacidad económica y la determinación de seguir al frente del club cuando son grandes grupos económicos los que se están haciendo con el negocio del fútbol?
–Con mi capacidad económica es imposible crecer. Bastante tengo con los compromisos asumidos. Pero no renuncio a tener compañeros de viaje. Prefiero tener el 1% de Mercadona que el 100% del súper de la esquina. Yo estoy aquí porque lo considero mi proyecto, mi casa. Me considero de aquí y prefiero tener una pequeña parte de algo con un futuro claro que tener la mayoría en un proyecto con problemas de futuro.
–El Valladolid ya no tiene jugadores cedidos del Real Madrid, una de las grandes canteras. ¿Por qué se ha cerrado el grifo? ¿Se han roto las buenas relaciones con el Madrid? ¿Tiene algo que ver la posible deuda con el club blanco?
–No tenemos deudas con el Real Madrid y la relación sigue siendo muy buena. Lo que ocurre es que los jugadores del Madrid y del filial tienen un nivel salarial al que no se puede acercar el Valladolid. El Real Madrid cede jugadores con opción de recompra y dado su nivel salarial son inaccesibles para nosotros. Solo hay que ver lo que ha pagado por jugadores como Rodrigo (el Benfica pagó 6 millones) o Morata.
–El filial parece seguir infrautilizado. Son pocos los jugadores que llegan al primer equipo. ¿Hay algún proyecto para sacarle más partido?
–Hay un cambio importante con respecto al filial. El hecho de que esta temporada el primer equipo se vaya a quedar con 20 o 21 fichas profesionales hace que haya plazas de sobra. Ahora depende de ellos. Además se han producido bajas en el filial para que puedan incorporarse nuevos jugadores. También hemos cambiado la dirección deportiva y apostamos por el equipo para que siga en Segunda B.
–¿La pérdida de la primera categoría de equipos de otras disciplinas, como el baloncesto o el balonmano, afectan de algún manera al Real Valladolid?
–Valladolid ha sido históricamente una plaza importante a nivel deportivo. Pocas capitales de provincia han tenido nuestro nivel, con equipos de Primera en fútbol, balonmano y baloncesto. Pero la crisis y los errores nos han dejado así.
–Una ciudad como Valladolid, con poco más de trescientos mil habitantes ¿puede permitirse tener un equipo de fútbol en Primera sin agobios?
–Somos suficientes para ello. Claro que se puede tener un equipo en Primera. Pero, desgraciadamente, con excepción de Getafe, tenemos el ratio más bajo entre población y abonados. Lo que no tiene lógica es que, incluso cuando todos los equipos estaban en Primera, no llegara al 8% el número de habitantes abonados a un club, sumando todas las disciplinas.
–¿En qué fase se encuentra el Valladolid Arena? ¿Las instalaciones del vecino Cerro de Las Contiendas son el avance de lo que podría ser en el futuro una gran ciudad deportiva?
–No sé exactamente en qué momento se encuentra la modificación del PGOU que podría permitir la construcción del Arena. El actual alcalde y su equipo, al igual que ocurría con la candidata socialista Soraya Rodríguez estaban de acuerdo con el proyecto. Incluso con el anterior candidato de la oposición ángel Velasco, que siempre apoyó el proyecto. Óscar Puente, también lo apoyaba aunque crea que quizás no es este el mejor momento.
–¿Un eventual cambio de alcalde perjudicaría los intereses del Real Valladolid en el proyecto?
–No creo que sea una cuestión de política. Se trata de hacer ciudad y el Arena beneficiaría a la ciudad y al fútbol. Yo mantengo buenas relaciones con Javier León de la Riva y las mantendré, personalmente, aunque dejara de ser alcalde. Pero no creo que cambie mucho el futuro del Arena si cambia el alcalde. Es un proyecto para la ciudad.
–Un equipo en Segunda, el filial en Segunda B y solo tiene disponible un campo de hierba natural para los partidos. ¿Hay alguna posibilidad de aumentar las instalaciones este año?
–Esta temporda, ninguna. Si pudiéramos distraer algún euro lo invertiríamos en la mejora de los campos de césped artificial. El mantenimiento del Zorrilla cuesta 700.000 euros al año, estemos en Primera o en Segunda. Apertura, mantenimiento, personal, luz. Ahora no tenemos dinero para ampliar las instalaciones y todo lo que no se pueda invertir en plantilla me duele especialmente.
"El que no cumple debe pagar"
El contencioso del Murcia ha puesto en evidencia los desajustes que se producen en el deporte cuando se recurre a la justicia ordinaria.
–¿Es partidario usted de mantener una justicia para el sector?
–La Ley del Deporte contempla la cesión a la Federación y a la Liga para organizar sus competiciones y les da la potestad disciplinaria. Personalmente tengo un gran respeto hacia los jueces, verdaderos profesionales, y me parece justo que podamos recurrir a ellos. Soy partidario de que cuando haya discrepancias de difícil solución haya alguien que tome la última decisión, pero una cosa es acudir a la justicia ordinaria para que interprete la ley y otra muy diferente es que se utilice como último recurso para hacer trampas. Yen este caso no había una sentencia, sino una cautelarísima, que tenía como objetivo dar tiempo para analizar una situación compleja. En ningún caso el juez dijo que el Murcia tuviera la razón.
–En este caso concreto del Murcia, usted estaba en contra del planteamiento pimentonero.
–Nunca he puesto el nombre de un club en estos asuntos. Pero creo que el que no cumple la norma debe pagar: en este caso el descenso o la desaparición. Era una clara injerencia en la ley de competencia y está claro que los que no han cumplido pierden la categoría.
–¿Encuentra algún paralelismo entre el Real Murcia y el Real Valladolid?
–Los dos hemos estado en concurso de acreedores. Los dos hemos descendido. A partir de ahí, cada uno ha seguido su propio camino. Pero yo nunca hablo de un club concreto, me limito a analizar un incumplimiento.
–Hay otro caso en el que es obligatorio poner nombre al club. La sanción que impide hacer nuevos fichajes al Barça a partir de finales de este mes. ¿Le parece justa?
–Creo que la labor social que se hace en la cantera del Barça está fuera de toda duda. Parece que la UEFA y la FIFA piensan que los clubes poderosos están quedándose con los chicos que prometen de otros países. Y es la gente poderosa de estos países con problemas la que ha provocado esta situación. Pero creo que se ha sacado el problema de contexto. Los grandes clubes no tienen necesidad de llevarse a los jóvenes tan pronto. Podrían hacerlo a partir de los 18 años. Creo que la sanción al Barça es un exceso. Entre correr y parar siempre estar el andar.
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