El Norte de Castilla de hoy se hace eco de la buenas sensaciones de Kike & Quique en esta pretemporada.
Conexión 'ki-que'
El futuro goleador está asegurado con Kike López y Quique González, ya que entre los dos suman siete goles en la pretemporada.
En los orígenes de la lengua germánica surgió un apelativo destinado a los campeones, a aquellos elegidos para sobresalir por encima del resto de los mortales, los antepasados de los alemanes denominaron a su líder Henry.
Por desgracia, el Real Valladolid no tiene a ningún jugador bajo ese nombre, sin embargo, sí que cuenta con dos futbolistas cuyo nombre es la variante castellana del famoso líder teutón: Enrique.
Los dos canteranos han demostrado su poderío -significado literal de la palabra Henry- en las categorías inferiores del conjunto blanquivioleta y, en lo que llevan de pretemporada, son una de las revelaciones del nuevo Pucela. Los 'poderosos' suman seis de los 14 goles que lleva marcados el primer equipo: tres cada uno para que nadie se enfade, si bien es cierto, Quique también ha mojado en el partido que jugó con el Promesas.
Los 'kiques' disputaron el último choque en tierras asturianas ante el Sporting. Precisamente, uno fue el recambio del otro. Los dos brillaron, aunque a Quique, el ex del División de Honor, se le acusa de individualista por jugarse dos balones que podía haber cedido a algún compañero en los momentos finales. Sin embargo, eso es buen síntoma, el jugador tiene confianza en sí mismo y eso es muy importante para hacerse sitio en la nave del capitán Mendilibar.
Por su parte, su homólogo, el salmantino Enrique López, realizó un buen partido sobre el cesped luarqués. Eligió a Goitom como pareja de baile y suyos fueron los mejores minutos de la primera mitad, merced a las caidas del gigantón sueco a la banda para desbordar a una endeble defensa sportinguista.
El charro realiza su segunda pretemporada con la primera plantilla. El año pasado ya deslumbró con sus buenas maneras de cara a portería y su desparpajo a la hora de encarar a los contrarios, pero, tras un comienzo dubitativo en la liga, acabó cedido en el Polideportivo Ejido.
Realidad o ficción
La realidad indica que ambos jugadores lo tienen muy complicado para quedarse en el primer equipo. Quique ya ha sido reclamado por el Promesas para disputar el Trofeo Diputación y, a todos los efectos, es jugador del filial para la presente temporada.
Su incursión en la lista ante el Sporting tiene mucho que ver con las lesiones que adolece el Valladolid en ataque: Ogbeche y Canobbio. Cuando estos se recuperen, lo más seguro que regrese a los entrenamientos con el segundo equipo.
Kike es un caso distinto, muy supeditado a la llegada de un extremo derecho, quizá De Mul. Si el belga no aceptase la cesión a la capital del Pisuerga, el salmantino tendría muchas posibilidades de volver a formar parte de la primera plantilla para la presente temporada. Después de su traumática cesión al 'Poli', Kike en primera instancia rechazaría marcharse cedido e incluso aceptaría formar parte del Valladolid B.
Conexión 'ki-que'
El futuro goleador está asegurado con Kike López y Quique González, ya que entre los dos suman siete goles en la pretemporada.
En los orígenes de la lengua germánica surgió un apelativo destinado a los campeones, a aquellos elegidos para sobresalir por encima del resto de los mortales, los antepasados de los alemanes denominaron a su líder Henry.
Por desgracia, el Real Valladolid no tiene a ningún jugador bajo ese nombre, sin embargo, sí que cuenta con dos futbolistas cuyo nombre es la variante castellana del famoso líder teutón: Enrique.
Los dos canteranos han demostrado su poderío -significado literal de la palabra Henry- en las categorías inferiores del conjunto blanquivioleta y, en lo que llevan de pretemporada, son una de las revelaciones del nuevo Pucela. Los 'poderosos' suman seis de los 14 goles que lleva marcados el primer equipo: tres cada uno para que nadie se enfade, si bien es cierto, Quique también ha mojado en el partido que jugó con el Promesas.
Los 'kiques' disputaron el último choque en tierras asturianas ante el Sporting. Precisamente, uno fue el recambio del otro. Los dos brillaron, aunque a Quique, el ex del División de Honor, se le acusa de individualista por jugarse dos balones que podía haber cedido a algún compañero en los momentos finales. Sin embargo, eso es buen síntoma, el jugador tiene confianza en sí mismo y eso es muy importante para hacerse sitio en la nave del capitán Mendilibar.
Por su parte, su homólogo, el salmantino Enrique López, realizó un buen partido sobre el cesped luarqués. Eligió a Goitom como pareja de baile y suyos fueron los mejores minutos de la primera mitad, merced a las caidas del gigantón sueco a la banda para desbordar a una endeble defensa sportinguista.
El charro realiza su segunda pretemporada con la primera plantilla. El año pasado ya deslumbró con sus buenas maneras de cara a portería y su desparpajo a la hora de encarar a los contrarios, pero, tras un comienzo dubitativo en la liga, acabó cedido en el Polideportivo Ejido.
Realidad o ficción
La realidad indica que ambos jugadores lo tienen muy complicado para quedarse en el primer equipo. Quique ya ha sido reclamado por el Promesas para disputar el Trofeo Diputación y, a todos los efectos, es jugador del filial para la presente temporada.
Su incursión en la lista ante el Sporting tiene mucho que ver con las lesiones que adolece el Valladolid en ataque: Ogbeche y Canobbio. Cuando estos se recuperen, lo más seguro que regrese a los entrenamientos con el segundo equipo.
Kike es un caso distinto, muy supeditado a la llegada de un extremo derecho, quizá De Mul. Si el belga no aceptase la cesión a la capital del Pisuerga, el salmantino tendría muchas posibilidades de volver a formar parte de la primera plantilla para la presente temporada. Después de su traumática cesión al 'Poli', Kike en primera instancia rechazaría marcharse cedido e incluso aceptaría formar parte del Valladolid B.