Pues a sus 60 años el amigo Portugal se ha llevado hoy una lección tremenda de fútbol, nunca es tarde para aprender. Aunque ojalá fuera la última que aprendiera aquí, no deberíamos ser una academia. Nos han puesto en nuestro sitio, ni más ni menos. Un equipo ordenado, bien trabajado e intentando hacer bien las cosas básicas sin arriesgar demasiado nos ha pasado por encima sin ninguna posibilidad de replicarles, ya que a nosotros nos faltan todas esas características aunque deberían ser de obligado cumplimiento para cualquier equipo profesional, pero aquí las cosas siempre funcionan de otra manera.