En ningún momento estoy pidiendo que se meta a canteranos porque sí, y menos como una manera de reconducir esta situación puntual, en este momento.
Yo hablo de un modelo de club, como bien dice Demorado, basado en la cantera, pero claro, desde el primer día de la pretemporada, y no ahora deprisa y corriendo.
A Anuar y a Mayoral sí que me hubiera gustado verlos asiduamente en el primer equipo porque tienen nivel sobrado para ello pero claro, no los ha fichado Braulio con su ojo infalible (infalible para cagarla) y antes hay que alinear a las figuras contratadas por él que nos subirán
a primera.
Aquí lo que está pasando está muy claro: una búsqueda incesante del nuevo Mendilíbar, del nuevo Djukic, de un entrenador que dé con la tecla, que supla con su carisma y/o su autoridad las carencias no ya sólo de la plantilla, sino del Club entero. Que ponga firmes a los jugadores en lugar de un código disciplinario impuesto desde las oficinas y reflejado en cada contrato; de un entrenador que les insufle ambición liderando un proyecto con nombre y apellidos (JIM, Rubi, Garitano, Herrera), cuando el proyecto debería llamarse Real Valladolid, cuando nuestro solo nombre debería ser sinónimo de aspiración de ascenso y, por supuesto, debería ser un imán para jugadores deseosos de progresar y de terminar jugando en Primera División.
Pero no. Bajo la dirección de Suárez el Club se va apagando poco a poco. De ser habitual en Primera se pasó a ser un equipo ascensor, después un equipo que no subía, pero que partía cada temporada siendo aspirante a hacerlo y ahora a ser un club mediocre de la categoría. Y no digo "por fin" porque esto no se ha terminado; el siguiente paso será convertirse en un equipo de la parte baja de la tabla que trate de no descender durante un par o tres de temporadas para, entonces sí, finalmente, irse al pozo de la Segunda B y terminar allí su historia tal y como lo conocemos.
No me voy a enrollar más, porque es lo mismo de siempre. El que quiera creer que esto es un problema de Paco Herrera, que se ha vuelto gilipollas y desperdicia una plantilla de Champions, allá él. Herrera no lo está haciendo tan bien como lo ha hecho en otros clubes, no voy a defenderlo, ahora bien, el problema es mucho más grave que el acierto de un técnico, y más profundo también. Tenemos al frente de la entidad a una persona que se sirve de ella, y no la sirve; que planea el futuro en clave personal (qué es lo que él necesita del club) y no en clave colectiva (qué es lo que al club le vendría bien) y, mientras esto no cambie, todo lo demás, lo que vaya sucediendo puntualmente en un partido, en un mes, en un año, no es más que un mero entretenimiento para que los aficionados se entretengan hablando de algo parecido al fútbol, pero que no tiene nada que ver con lo que de verdad se precisa para volver a ser lo que éramos y nunca debimos dejar de ser.