No sé si el comentario se lo leí en este foro a SAN ANTOLIN o a Iutuf, o fue en alguna otra web o red social, pero para mí la mejor comparación sería con Carles Puyol, obviamente salvando las enormes distancias.
Yo siempre he reconocido que por gente como Calero, Corral, Miguel, el propio Mario Robles o antes Julio Iricíbar y Mongil tengo mucha debilidad, más aún que con Anuar y Toni, porque casi todos han empezado desde los escalones más bajos de la base (igual que Raúl Peláez en el Juvenil A, por ejemplo); y bueno, pues Mario que está aquí desde benjamines y que es el más veterano del Promesas -cuarta temporada-, pues más todavía de todos los que tienen ficha con el filial.
Mario parece un central algo corto de físico, en comparación a Kiko Olivas, Deivid o Álex Pérez que son el prototipo de armario empotrado; pero no es lastre, todo lo contrario, Mario tiene dos muelles en sus pies y es muy bueno en el juego aéreo para lo que la primera impresión ofrece.
No tiene el margen de progresión de Calero, pero sí es un chico consciente de sus limitaciones y de sus virtudes, y esta temporada en el momento en que se hizo justicia y se ha asentado en el once inicial ha terminado de dar un paso adelante, porque al margen de los dos partidazos de Salisu está claro que Mario es el mejor defensor del filial.
Y el nivel está bajo, pero es un chico que tiene madera de líder, que ayuda mucho a sus compañeros y que ejerce de capitán, a diferencia del caso de Miguel Mari que es ridículo verle con el brazalete.
Yo pienso que con el nivel tan pírrico de la Segunda División puede cumplir de sobra con el primer equipo, eso sí, jugando bien arropaditos y no a lo kamikaze.
La pena con el chico fue que se tiraron a la basura las dos primeras temporadas que ha participado en el Promesas, porque con Rubén de la Barrera se pensaba en él más como medio defensivo y eso fue un error, que al final le hizo quedarse a caballo entre Promesas y Juvenil (y toda la vida había sido central); y la siguiente temporada primero con Albés y luego con Borja Jiménez tampoco es que tuviera una participación importante en su puesto como central.
Es el curso pasado, cuando Rubén Albés decide colocar a Mario de central derecho y Calero por la izquierda que el Promesas disfruta de una excelente pareja de centrales, de lo mejor que yo recuerde en estos últimos años.
La pega es que el chico es muy tarjetero, le pasa como a Álvaro Rubio, no sabe disimular las faltas.
En mi opinión, para Segunda División, siempre optaría por tener un chico de estos en plantilla, que es barato, va a tener más ilusión que nadie por formar parte del primer equipo del Real Valladolid y para esos partidos que juegue un "cuarto central" (ahora tercero) va a ser siempre más fácil de gestionar a nivel de vestuario que el caso de Guitián o el que toque.