«Estamos abiertos a un referéndum sobre el escudo»
El máximo responsable en la gestión diaria del Real Valladolid subraya que Ronaldo «sigue fuerte y sólido» y que «no hay ofertas para vender el club»
Matthieu Fenaert (Lille, Francia, 1978) llegó al Real Valladolid en noviembre de 2018, primero como director del Área de Negocio y, meses más tarde, fue ascendido a consejero delegado del club blanquivioleta. Desde entonces, es el máximo responsable en la gestión diaria de la entidad. En esta entrevista con El Norte de Castilla, el CEO del Real Valladolid repasa, entre otros asuntos, la situación del proyecto de la Ciudad Deportiva y la reforma del estadio Zorrilla, la necesidad de encontrar una estabilidad futbolística, el despido de Fran Sánchez el pasado verano como director deportivo, los rumores constantes de venta de la entidad, la implicación de Ronaldo Nazário en el proyecto y, por supuesto, la polémica del cambio del escudo.
–¿Qué balance hace de estos casi cinco años?
–Positivo. Muy duro, con mucho trabajo. Aún hace falta lograr la estabilidad deportiva. En eso no hemos logrado los objetivos. Empezamos bien, con dos permanencias, pero luego hemos sufrido dos descensos en tres años. Hay otras muchas cosas positivas: inversión en infraestructuras, algunas visibles para los aficionados y otras para beneficio de los jugadores. El modelo de gestión estricto a nivel financiero nos da una estabilidad. El aficionado no lo valora y es normal, porque quiere resultados deportivos, pero sin estabilidad financiera es imposible. Esa estabilidad es la que nos permite tener hoy un equipo competitivo y estar luchando por el ascenso. Además, está el increíble crecimiento de la masa social. Tener 22.000 abonados es algo que nos emociona.
–¿Cuáles son ahora los retos prioritarios, más allá del obvio de volver a Primera División?
–No es sólo el ascenso. También la estabilidad deportiva. Vuelvo al asunto financiero:cuando subes, tienes uno de los costes de plantilla menor de Primera. Por definición, estás dentro de los grandes candidatos a bajar de nuevo. Hay un paralelismo evidente. Para nosotros resulta determinante mantener ese rigor financiero para seguir creciendo. A nivel de infraestructuras, tenemos pendiente el asunto de la Ciudad Deportiva. A pesar del cambio de gobierno municipal, no hemos cambiado de idea. Será un legado importante para el club y la ciudad.
–¿En qué punto está? Es un proyecto que ha sufrido múltiples contratiempos y frenazos...
–Sín duda. Y es algo que me genera frustración porque le he dedicado mucho tiempo y no ha avanzado con la velocidad que nos gustaría. Los tiempos de la Administración Pública son muy distintos a los de la esfera privada. La conversación sigue con el nuevo equipo de gobierno. El viernes David Espinar ha tenido una reunión con el alcalde, Jesús Julio Carnero, y se ha fijado una reunión con todo el 'staff' la semana que viene. Espero que entonces podamos tener algunas fechas más concretas. El proyecto no se va a modificar, aunque se hará un nuevo pliego. Las fechas no están en nuestra mano. Tenemos todo preparado. El hecho de estar en Segunda no cambia nada.
–Esto va por un lado. Por otro, está la reforma del estadio. El Ayuntamiento habla de invertir 25 millones. Con esa cantidad poco se puede hacer...
–Se pueden hacer cosas, pero no en el orden que el Ayuntamiento imaginaba. Las obras dentro del estadio deben tener una lógica para no hacer parches. Se hablaba del cerramiento del Fondo Sur y de la fachada. Son importantes, pero hay problemas estructurales de comunicación y acceso. También el entorno. Yo empezaría por esto para luego hacer el Fondo Sur y la fachada. Veinticinco millones es poco dentro del mundo de la construcción. No queremos un estadio sólo para el fútbol. Un estadio en condiciones resulta fantástico para la ciudad, ya que se puede traer con más frecuencia artistas de mucho nivel, convenciones, otro tipo de deportes (Copa Davis, baloncesto...). Desde que estoy aquí, sólo ha habido el concierto de Alejandro Sanz y poco más. La ciudad merece una infraestructura a su altura, beneficiosa para el fútbol y para otros eventos. Me parece muy importante invertir en un estadio como este, que casi no se ha tocado desde su creación.
–¿Se puede explorar ahora un cambio de nombre comercial del estadio José Zorrilla para acometer todas estas reformas?
–Es una decisión que no está en nuestra mano. Nosotros somos inquilinos. Es algo común en muchos estadios y no creo que se viese como un insulto, ya que se asimila bastante bien entre los aficionados. Sin embargo, desde mi experiencia comercial veo difícil que una marca quiera asociarse hoy a la infraestructura actual, que es muy decadente. Si hay un problema en los baños, la gente va a ir al patrocinador y con razón. Hasta que no haya un proceso de reforma veo difícil atraer una marca porque te asocias a una infraestructura, no a un equipo. Sería más fácil en la Ciudad Deportiva, que parte de cero.
–El club parece estabilizado en lo económico, pero en lo deportivo la sensación es de inestabilidad con los descensos. ¿Qué falla?
–El análisis es correcto. Nos ha faltado equilibrio deportivo desde que hemos llegado. Yo diría que nunca hemos hecho el ridículo porque en las temporadas que bajamos, peleamos hasta el final. El curso pasado descendimos con 40 puntos, una cifra con la que nos habríamos salvado otros años. Hemos honrado la camiseta, pero no ha sido suficiente. Se puede echar la culpa a las lesiones, decisiones arbitrales, falta de suerte... Pero la culpa es nuestra. No hemos estado a la altura. Al final, es una sucesión de cosas. En el último descenso nos faltó ser más contundentes al final de los partidos y pagamos caros fallos de concentración. Pudimos ganar al Mallorca aquí y se nos fueron dos puntos... Tampoco creo que fuésemos cobardes a la hora de tomar decisiones. Se cambió a Pacheta y a su cuerpo técnico y no fue por el 6-0. Pacheta es un tipo formidable y lo hará muy bien en el Villarreal, pero nosotros, que sentimos el día a día del vestuario, consideramos que era el momento de hacer un cambio, aunque no lográramos luego el objetivo de la permanencia. Por otro lado, hemos invertido mucho en el trabajo de cantera y se ven los frutos, con llamadas de la selección española en diferentes categorías, y atracción del mercado, como en el caso de Iván Fresneda. Somos un club atractivo para futbolistas jóvenes que no juegan en clubes grandes. Nosotros siempre tenemos ilusión, estabilidad y mucho trabajo. Es la única fórmula que conozco. Esto es mi vida. Yo vivo con el club a tope. He llorado con el Real Valladolid como no lo había hecho en mi vida, tanto de alegría como de tristeza.
–A once días de iniciar la competición, despidieron a Fran Sánchez como director deportivo. ¿Por qué se tomó esa decisión tan sorprendente en ese momento?
–Fran es un tío excepcional, un profesional joven y lleno de entusiasmo, al igual que su equipo de trabajo. Hemos tenido una relación muy buena durante dos años. Fue capaz de atraer jugadores de calibre, como Machís, Kenedy o Larin. Le estamos eternamente agradecidos. No voy a decir la razón, pero no fue una pelea ni un calentón. Él no hizo ninguna 'cagada'. Fue un desgaste que puede pasar en el fútbol. Con la información interna que teníamos tomamos una decisión que podía parecer rara, pero aún quedaba un mes de mercado y las operaciones estaban mapeadas, aunque había que hacer salidas para que llegasen jugadores. Que alguien me explique por qué en Primera puedes tener tres extracomunitarios y en Segunda, dos.Ya estás suficientemente castigado por el descenso y, por su nacionalidad, tienes que sacar a uno de ellos. No hemos vendido a nadie a la baja y nuestra credibilidad es fuerte, desde que vendimos a Marcos André por nueve millones más variables en 2021. Todo ese dinero se reinyecta en el club, en infraestructuras o jugadores.
–El Real Valladolid ha vendido por más de 30 millones de euros este verano y ha comprado por algo más de cuatro. Aunque el club ha intentado explicarlo, muchos aficionados no acaban de entender dónde va ese dinero.
–Es complejo. Tenemos pérdidas del año pasado porque apostamos de manera fuerte por mantener al equipo en Primera. Hay también unos criterios drásticos de LaLiga. Y las cifras que aparecen son engañosas: de los 12 millones de Plata, sólo tenemos el 50% y ya habíamos pagado por ese 50%, así que no son seis de beneficio. Y lo pagan en varios años, pero yo necesito el dinero ahora, así que hablo con un fondo de inversión para que me lo anticipe. Eso lleva unos intereses. Y hay intermediarios.
–El Real Valladolid pidió un crédito de diez millones a un banco alemán para financiarse. ¿Necesitará hacerlo de nuevo?
–Fue algo puntual. El problema a veces no es la solvencia financiera, sino la caja, ya que hay pagos de otros clubes que se atrasan. Por ejemplo, el acuerdo de este verano con los jugadores [para posponer el pago sus fichas] fue un tema de flujo de caja, ya que aún no teníamos el dinero.
–¿Se va a retocar el escudo para atender a las demandas de muchos aficionados descontentos con el rediseño?
–Es un tema caliente, sin duda. Hicimos un rediseño con el mayor respeto. Puede gustar o no, y es normal, pero no se puede decir que no hayamos respetado la historia porque el escudo ha ido cambiando en la historia del club. Aalgunos les ha gustado. Aotros no. A nivel de 'merchandising' nunca hemos vendido tanto como la temporada pasada...
–Algunos pensarán que es 'a pesar' del escudo...
–Es difícil saber si es por el escudo o porque gustaba la camiseta, sí. Nosotros hemos escuchado siempre a la afición. No queremos que esté cabreada. Debemos ver si hay consenso o no. Lo analizaremos en el nuevo comité de aficionados creado. Estamos abiertos a la posibilidad de hacer un referéndum sobre el escudo, claro.
–Otro punto de fricción ha sido el del entrenador. El equipo ahora lleva cuatro victoria seguidas, pero ¿les resultó difícil mantener a Pezzolano después de las tres derrotas y los pitos en Zorrilla?
–Entiendo la frustración de los abonados después de un segundo descenso. Para nosotros no resultó difícil mantenerlo. De ninguna manera. Tenemos claro cómo trabaja, con una línea dura. Siempre quiere más y saca lo mejor de los jugadores. Yo lo sentía más por él, por la presión que sufría. Era el precio que pagaba por haber sido elegido por nosotros, la directiva de Ronaldo, y venir de Brasil. Él siempre ha dado la cara. Espero que ahora la afición le dé más crédito.
–Los rumores de una posible venta del Real Valladolid son constantes desde hace meses. El club ya desmintió que el descenso frustrase una operación de este tipo. En Brasil se ha publicado recientemente que Ronaldo estaría dispuesto a vender el club por 100 millones de dólares en una operación que pasaría por Dubái. ¿Está el Real Valladolid en venta?
–No es que los rumores sean constantes desde hace meses... sino desde hace años.Desde que llegamos, no ha habido una temporada en la que no se hable de una venta que ya estaba cerrada, que se cayó y que no sé qué... Quien suelta eso tiene algún interés. Pero no hay ninguna base, ninguna realidad. Nunca hemos recibido ninguna oferta. Puede haber intereses por un club histórico como el Real Valladolid, ciertamente. Pero entre interés de mercado y voluntad de vender, o de ofertas para vender, hay un mundo. Esa línea nunca se ha cruzado. No es el momento de hacerlo. Lo de los 100 millones es totalmente ridículo por el valor de un equipo en Segunda. Que se cayese una operación porque descendimos tampoco es verdad. Ronaldo sigue fuerte y sólido. Sufre mucho y está frustrado por no haber logrado la estabilidad deportiva. Pero no somos de desistir y él tampoco. Lo demuestra su carrera deportiva, con lo que le pasó en la rodilla y su vuelta a la cima marcando dos goles en la final de un Mundial. Es la cultura que nos ha pasado y respetamos esa mentalidad de trabajo.
–¿Ve posible que la imagen de Ronaldo mejore entre la afición del Real Valladolid?¿Se puede reconducir esta situación?
–Sin duda. Todo pasa por los resultados. Eso es lo más importante para la afición. Nosotros debemos haber fallado en la comunicación. Lo vamos a analizar. Un presidente que se ha jugado su vida aquí, está ilusionado con el proyecto y sufre... No puede ser que no tenga el reconocimiento por parte de la afición de su club. Vamos a ver cómo podemos mejorar eso. Todo empieza en el campo. Esa es la clave.
–Ya ha habido cambios en la política de comunicación, con un nuevo responsable, Marco Farah. ¿Qué busca el club? ¿Más transparencia?
–Creo que siempre hubo transparencia. No tenemos nada que esconder. Siempre hemos atendido las demandas de información. Es más que una empresa privada y el aficionado tiene derecho a saber lo que pasa. Ahora buscamos una mayor aproximación a los medios de comunicación. Me gustó mucho la iniciativa que hicimos recientemente de un desayuno informal con Ronaldo. Él se sentía más cercano. Antes había hablado en momentos muy delicados. Muchos presidentes de clubes habrían huido el día siguiente al descenso. Sabemos de propietarios extranjeros de otros clubes que hicieron un vídeo desde otro continente. Tiene valor bajar a la sala de prensa, pero la herida estaba reciente. Si la afición estaba triste, imagínese él, que puso ahí su patrimonio... Quizá no supimos protegerle en ese momento y dejar que pasaran unos días para que todo se asimilase mejor y el momento de la comunicación fuese más fluido. Eso forma parte de un aprendizaje. Nunca ha habido desconexión de Ronaldo con el club. Yo hablo con él todos los días y a veces ya sabe las cosas que pasan dentro antes que yo.
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