Abro este hilo para analizar el VAR en conjunto, ya que se está criticando la herramienta en gran medida, olvidándonos de los que están detrás, que no dejan de ser los mismos árbitros de siempre.
Según lo veo, el VAR tiene un defecto primordial, y es la calidad de los árbitros y la falta de criterio unificado en torno a las decisiones tomadas: de nada sirve tener un árbitro echándote una mano desde una sala con vídeo, si su criterio es erróneo, y además puede imponerse (o no, según se dé el día) al del árbitro del césped.
El segundo defecto que observo, al hilo de lo anterior, es la falta de jerarquía en el arbitraje con VAR: lo vemos constantemente, el VAR puede "mandar revisar al árbitro unas jugadas concretas" pero no se las rearbitra como tal, sino que éste toma la última decisión. Más árbitros tomando una decisión, más puntos de vista, más debate entre ellos que acaba originando decisiones alejadas de la realidad ("Todo OK, José Luis").
De este defecto deriva la posterior falta de autoridad del árbitro de campo, y ya ni qué decir tiene de los linieres, que parecen meros monigotes que están para pitar lo obvio, y a veces ni esas, porque ya está el VAR para salvar el culo. Todo porque arbitran entre varios, cada uno con su criterio, eso sí.
Tecnología mal aplicada, sería el tercer punto que observo, y que gracias al trabajo del "becario" del Chiringuito (purgado por Pedrerol), Nacho Tellado, arquitecto, que con un programa utilizado en su profesión, permite de una manera clara ver cómo los fueras de juego del VAR están mal trazados, por no hablar de que las referencias que se toman para analizarlos (hombro, pies, partes del cuerpo del jugador en el aire proyectadas en el suelo), tampoco están bien tomadas por el sistema.
De estos tres puntos que veo, el tercero es subsanable, homologando el sistema con el resto de ligas que lo apliquen bien, para evitar improvisaciones y fallos gordos.
De los otros puntos, la única manera que veo para que esto no sea un sindiós y dé la sensación de premeditación en ciertos arbitrajes contra nosotros (y otros tantos equipos que se sienten igual), es aplicar criterio y jerarquía.
Lo que yo haría:
1. El árbitro del campo es soberano para pitar todo lo que vea, con la ayuda de sus asistentes en el campo. El VAR NO DEBE INTERFERIR en ninguna jugada, sea dudosa o no, error manifiesto o no, en las decisiones del árbitro del campo. De esta manera creo que se evitaría la falta de autoridad del árbitro sobre sus propias decisiones, y el abuso de "delegación" en el VAR de los marrones que suceden delante de sus narices.
2. La intervención del VAR tendrá lugar A INSTANCIA DE LOS EQUIPOS, que tendrán un número limitado por partido de petición de revisión de la jugada. De esta manera protegemos la continuidad del juego, la seguridad de que lo arbitrado no se anulará 10 minutos después por decisión arbitraria (valga la redundancia) de nadie. Se evitaría por ejemplo, que de una jugada como el penalti del Getafe o del fuera de juego de ayer, ante la no petición del equipo afectado de que se revise, se actúe de oficio beneficiando manifiestamente a uno y perjudicando al otro, dando pie a pensar que se está prevaricando.
3. La decisión del VAR, una vez solicitada por el equipo, REARBITRA lo decidido por el colegiado del campo, con el cual no forma equipo, SINO QUE ES UNA INSTANCIA SUPERIOR como en la jurisdicción ordinaria, pudiendo ratificar o anular la decisión del árbitro de campo, sin que este último pueda decidir sobre lo visionado en la pantalla del campo. De esta manera estaríamos ante una verdadera segunda opinión, y no a un tejemaneje entre el árbitro del campo y el de VAR. De hecho para mí esto es lo peor del sistema actual, porque origina dos calamidades: que el árbitro, presionado por la llamada del VAR, dude de su criterio y acabe viendo lo que cree que ve el VAR (no viendo una mierda realmente); o que el árbitro niegue la mayor porque "tiene su criterio" y lo aplica (esto ha pasado menos).
En fin, así lo veo yo, creo que el VAR es una herramienta útil pero ejecutada de manera nefasta por auténticos inútiles o prevaricadores que nos quieren en segunda. Ante la segunda posibilidad, poco se puede hacer, pero me niego a ver fantasmas a estas alturas. Por eso, ante la pregunta que lanzo en el hilo, creo que el VAR es buena herramienta, con malos árbitros, y con una mala ejecución subsanable a corto plazo, si se quiere.
Según lo veo, el VAR tiene un defecto primordial, y es la calidad de los árbitros y la falta de criterio unificado en torno a las decisiones tomadas: de nada sirve tener un árbitro echándote una mano desde una sala con vídeo, si su criterio es erróneo, y además puede imponerse (o no, según se dé el día) al del árbitro del césped.
El segundo defecto que observo, al hilo de lo anterior, es la falta de jerarquía en el arbitraje con VAR: lo vemos constantemente, el VAR puede "mandar revisar al árbitro unas jugadas concretas" pero no se las rearbitra como tal, sino que éste toma la última decisión. Más árbitros tomando una decisión, más puntos de vista, más debate entre ellos que acaba originando decisiones alejadas de la realidad ("Todo OK, José Luis").
De este defecto deriva la posterior falta de autoridad del árbitro de campo, y ya ni qué decir tiene de los linieres, que parecen meros monigotes que están para pitar lo obvio, y a veces ni esas, porque ya está el VAR para salvar el culo. Todo porque arbitran entre varios, cada uno con su criterio, eso sí.
Tecnología mal aplicada, sería el tercer punto que observo, y que gracias al trabajo del "becario" del Chiringuito (purgado por Pedrerol), Nacho Tellado, arquitecto, que con un programa utilizado en su profesión, permite de una manera clara ver cómo los fueras de juego del VAR están mal trazados, por no hablar de que las referencias que se toman para analizarlos (hombro, pies, partes del cuerpo del jugador en el aire proyectadas en el suelo), tampoco están bien tomadas por el sistema.
De estos tres puntos que veo, el tercero es subsanable, homologando el sistema con el resto de ligas que lo apliquen bien, para evitar improvisaciones y fallos gordos.
De los otros puntos, la única manera que veo para que esto no sea un sindiós y dé la sensación de premeditación en ciertos arbitrajes contra nosotros (y otros tantos equipos que se sienten igual), es aplicar criterio y jerarquía.
Lo que yo haría:
1. El árbitro del campo es soberano para pitar todo lo que vea, con la ayuda de sus asistentes en el campo. El VAR NO DEBE INTERFERIR en ninguna jugada, sea dudosa o no, error manifiesto o no, en las decisiones del árbitro del campo. De esta manera creo que se evitaría la falta de autoridad del árbitro sobre sus propias decisiones, y el abuso de "delegación" en el VAR de los marrones que suceden delante de sus narices.
2. La intervención del VAR tendrá lugar A INSTANCIA DE LOS EQUIPOS, que tendrán un número limitado por partido de petición de revisión de la jugada. De esta manera protegemos la continuidad del juego, la seguridad de que lo arbitrado no se anulará 10 minutos después por decisión arbitraria (valga la redundancia) de nadie. Se evitaría por ejemplo, que de una jugada como el penalti del Getafe o del fuera de juego de ayer, ante la no petición del equipo afectado de que se revise, se actúe de oficio beneficiando manifiestamente a uno y perjudicando al otro, dando pie a pensar que se está prevaricando.
3. La decisión del VAR, una vez solicitada por el equipo, REARBITRA lo decidido por el colegiado del campo, con el cual no forma equipo, SINO QUE ES UNA INSTANCIA SUPERIOR como en la jurisdicción ordinaria, pudiendo ratificar o anular la decisión del árbitro de campo, sin que este último pueda decidir sobre lo visionado en la pantalla del campo. De esta manera estaríamos ante una verdadera segunda opinión, y no a un tejemaneje entre el árbitro del campo y el de VAR. De hecho para mí esto es lo peor del sistema actual, porque origina dos calamidades: que el árbitro, presionado por la llamada del VAR, dude de su criterio y acabe viendo lo que cree que ve el VAR (no viendo una mierda realmente); o que el árbitro niegue la mayor porque "tiene su criterio" y lo aplica (esto ha pasado menos).
En fin, así lo veo yo, creo que el VAR es una herramienta útil pero ejecutada de manera nefasta por auténticos inútiles o prevaricadores que nos quieren en segunda. Ante la segunda posibilidad, poco se puede hacer, pero me niego a ver fantasmas a estas alturas. Por eso, ante la pregunta que lanzo en el hilo, creo que el VAR es buena herramienta, con malos árbitros, y con una mala ejecución subsanable a corto plazo, si se quiere.