Se habla últimamente mucho del proyecto a largo plazo y de la estabilidad que implica. Sobre todo para justificar seguir con Sergio.
Creo que a todos nos suena razonable. Palabras como estabilidad o simplemente la idea opuesta a lo que venía haciendo Suárez despidiendo entrenadores y directores deportivos cada pocos años suena como una línea de actuación bastante aceptable, pero ¿es incompatible con cambiar de técnico? Analicemos.
La primera pregunta que me viene a la mente es: ¿Es Sergio el hombre indicado para un proyecto a largo plazo?
Sergio y su equipo
Creo que es casi incuestionable que el equipo de Sergio, el segundo entrenador y el preparador físico a los que ha unido su carrera, tienen un nivel amateur.
Preparación física en la que cuando estamos mejor superamos a los rivales un máximo de 20 minutos por partido y cuando estamos mal perdemos los balones divididos en copa contra los segunda b, jugadores tiesos sobre el campo, rendimientos muy por debajo del nivel que han dado antes los jugadores, lesiones musculares constantes y todo el historial que conocemos. No creo que merezca la pena ni profundizar en este punto.
Respecto al segundo entrenador, goles de estrategia, creo que llevamos uno o dos. Sólo recuerdo uno. Análisis de los rivales no sé si será que es siempre malo o que no lo ejecutamos pero siempre nos comen en el campo y nuestra respuesta, que vale lo mismo para el Tomelloso que contra el Barça, es meternos con once tíos debajo de la portería. Tampoco voy a profundizar en esto por evidente.
Sergio y la gestión de la plantilla
Hay dos formas de gestionar una plantilla y Sergio ha tomado la vía con "las patas cortas". Puedes poner a la gente a competir y no casarte con nadie, o puedes hacerte con una guardia pretoriana y apechugar. Sergio ha tomado la segunda opción, lo que lleva a que jueguen jugadores que no están bien, a que los nuevos nunca tengan continuidad para hacerse con el puesto y como estamos viendo lleva a que ciertos jugadores se acomoden y bajen el nivel mientras se dan golpes en el pecho jurando fidelidad al técnico. Tiene otra pega y es que los futbolistas no son eternos. Pueden dar muy buen nivel en un sitio durante tres, cuatro o cinco años, algunos jugadores excepcionales lo harán durante diez temporadas, pero son excepciones. Lo normal es que tras tres años desaparezcan y de ahí que diga que esta vía tiene las patas cortas. Lo que implicaría que Sergio ha marcado el final de su propio ciclo al unirlo al de ciertos jugadores en concreto.
Seamos sinceros, ni Masip, ni Plano, ni Guardiola, ni Míchel habrían llegado donde están sin dar el 100% durante varios años de sus carreras. Por otro lado, con treinta años te tomas un gin-tonic, un frito a base de beschamel o una salchicha y lo pagas caro. Bajando su nivel al 90%, otros jugadores de su mismo pelaje que también vienen de segunda pero dan el 100% les pasan como aviones. Actualmente no creo que den ni el 60%.
La consecuencia es que hoy en día, lo que más necesita la plantilla es que venga alguien a "agitar el árbol" y los que están descentrados se espabilen y los nuevos vean que pueden llegar a entrar y ser importantes si aprietan. Competencia sana. ¿Os imagináis a Fergusson jugando con los mismos 11 tíos durante una década, pero vendiendo cada año a los mejores?
Sergio y los resultados
Tras tres temporadas cumpliendo objetivos el futuro del proyecto pasa por el crecimiento. En este proceso habrá años de mejora, y años peores que el anterior, pero se hace necesario marcar una línea roja. ¿Es el descenso a segunda un retén? Para mí es obvio que sí.
Los resultados han sido buenos, pero tampoco para tirar cohetes. La realidad es que los números en Zorrilla son los peores de la historia y que las estadísticas de victorias nos ponen un enorme interrogante encima que cuestiona cómo es posible que no hayamos bajado a segunda todavía.
El proyecto en sí mismo
Retomando la pregunta del principio ¿es Sergio el hombre indicado para un proyecto a largo plazo? la respuesta es no, o más bien ya no. Él mismo se ha encargado de ahogar sus posibilidades y las del equipo con un trabajo pobre e insuficiente dado el nivel de la competición y una gestión de la plantilla mala que han traído unos resultados a todas luces insuficientes.
¿Qué pasa con el proyecto? Puede ser quizá el momento adecuado para buscar un técnico con la capacidad de no casarse con nadie con un equipo de trabajo profesional o podemos asumir que el proyecto a largo plazo implica cambiar de entrenador cada tres años, para agitar el árbol, cambiar dinámicas o simplemente dejar entrar aire fresco. De cualquier manera, irte a segunda sin intentar siquiera revertir la situación es algo terrible y que ya hemos vivido. Luego bajas, él se va al paro y a ti te toca volver a empezar.
Creo que a todos nos suena razonable. Palabras como estabilidad o simplemente la idea opuesta a lo que venía haciendo Suárez despidiendo entrenadores y directores deportivos cada pocos años suena como una línea de actuación bastante aceptable, pero ¿es incompatible con cambiar de técnico? Analicemos.
La primera pregunta que me viene a la mente es: ¿Es Sergio el hombre indicado para un proyecto a largo plazo?
Sergio y su equipo
Creo que es casi incuestionable que el equipo de Sergio, el segundo entrenador y el preparador físico a los que ha unido su carrera, tienen un nivel amateur.
Preparación física en la que cuando estamos mejor superamos a los rivales un máximo de 20 minutos por partido y cuando estamos mal perdemos los balones divididos en copa contra los segunda b, jugadores tiesos sobre el campo, rendimientos muy por debajo del nivel que han dado antes los jugadores, lesiones musculares constantes y todo el historial que conocemos. No creo que merezca la pena ni profundizar en este punto.
Respecto al segundo entrenador, goles de estrategia, creo que llevamos uno o dos. Sólo recuerdo uno. Análisis de los rivales no sé si será que es siempre malo o que no lo ejecutamos pero siempre nos comen en el campo y nuestra respuesta, que vale lo mismo para el Tomelloso que contra el Barça, es meternos con once tíos debajo de la portería. Tampoco voy a profundizar en esto por evidente.
Sergio y la gestión de la plantilla
Hay dos formas de gestionar una plantilla y Sergio ha tomado la vía con "las patas cortas". Puedes poner a la gente a competir y no casarte con nadie, o puedes hacerte con una guardia pretoriana y apechugar. Sergio ha tomado la segunda opción, lo que lleva a que jueguen jugadores que no están bien, a que los nuevos nunca tengan continuidad para hacerse con el puesto y como estamos viendo lleva a que ciertos jugadores se acomoden y bajen el nivel mientras se dan golpes en el pecho jurando fidelidad al técnico. Tiene otra pega y es que los futbolistas no son eternos. Pueden dar muy buen nivel en un sitio durante tres, cuatro o cinco años, algunos jugadores excepcionales lo harán durante diez temporadas, pero son excepciones. Lo normal es que tras tres años desaparezcan y de ahí que diga que esta vía tiene las patas cortas. Lo que implicaría que Sergio ha marcado el final de su propio ciclo al unirlo al de ciertos jugadores en concreto.
Seamos sinceros, ni Masip, ni Plano, ni Guardiola, ni Míchel habrían llegado donde están sin dar el 100% durante varios años de sus carreras. Por otro lado, con treinta años te tomas un gin-tonic, un frito a base de beschamel o una salchicha y lo pagas caro. Bajando su nivel al 90%, otros jugadores de su mismo pelaje que también vienen de segunda pero dan el 100% les pasan como aviones. Actualmente no creo que den ni el 60%.
La consecuencia es que hoy en día, lo que más necesita la plantilla es que venga alguien a "agitar el árbol" y los que están descentrados se espabilen y los nuevos vean que pueden llegar a entrar y ser importantes si aprietan. Competencia sana. ¿Os imagináis a Fergusson jugando con los mismos 11 tíos durante una década, pero vendiendo cada año a los mejores?
Sergio y los resultados
Tras tres temporadas cumpliendo objetivos el futuro del proyecto pasa por el crecimiento. En este proceso habrá años de mejora, y años peores que el anterior, pero se hace necesario marcar una línea roja. ¿Es el descenso a segunda un retén? Para mí es obvio que sí.
Los resultados han sido buenos, pero tampoco para tirar cohetes. La realidad es que los números en Zorrilla son los peores de la historia y que las estadísticas de victorias nos ponen un enorme interrogante encima que cuestiona cómo es posible que no hayamos bajado a segunda todavía.
El proyecto en sí mismo
Retomando la pregunta del principio ¿es Sergio el hombre indicado para un proyecto a largo plazo? la respuesta es no, o más bien ya no. Él mismo se ha encargado de ahogar sus posibilidades y las del equipo con un trabajo pobre e insuficiente dado el nivel de la competición y una gestión de la plantilla mala que han traído unos resultados a todas luces insuficientes.
¿Qué pasa con el proyecto? Puede ser quizá el momento adecuado para buscar un técnico con la capacidad de no casarse con nadie con un equipo de trabajo profesional o podemos asumir que el proyecto a largo plazo implica cambiar de entrenador cada tres años, para agitar el árbol, cambiar dinámicas o simplemente dejar entrar aire fresco. De cualquier manera, irte a segunda sin intentar siquiera revertir la situación es algo terrible y que ya hemos vivido. Luego bajas, él se va al paro y a ti te toca volver a empezar.