El fenomenal jugador salvadoreño "Mágico" González vistió la camiseta del Valladolid la segunda vuelta de la Temporada 1984-85; y aunque su estancia fue breve, la verdad es que dió para hablar mucho en todos los sentidos.
Corría la temporada 84-85 y la delantera blanquivioleta estaba formada por la extraordinaria dupla que formaban Pato Yáñez y Jorge Da Silva. Pero como quiera que el club atravesaba dificiles momentos económicos, el presidente Gonzalo Alonso sólo pudo asegurar la continuidad del chileno tras la Navidad de 1985. El uruguayo Da Silva regresó a su país para no regresar ya más al Valladolid; y si la siguiente campaña para fichar por el Atlético de Madrid.
Para suplir la baja de Da Silva (quedaba toda una segunda vuelta por delante), la directiva vallisoletana contactó con su homonima gaditana para intentar la cesión de todo un fenómeno del balón, el salvadoreño Jorge "Mágico González". La cesión fue relativamente fácil de conseguir porque Mágico andaba "quemado" en el Cadiz CF con su entrenador que le hacía trabajar más de la cuenta y encima le relegaba al banquillo un partido si, y otro también. Además el Cadiz militaba en Segunda División y aunque Mágico tenía mucho cariño al club amarillo, la división de plata no era un buen escaparate para toda una figura del fútbol internacional como era el salvadoreño. Puestas así las cosas, ambas entidades pactaron la cesión de Mágico al Real Valladolid hasta el final de la temporada.
Jorge Alberto Gonzalez Barillas debuto en el Valladolid en la 4º jornada de la segunda vuelta de la temporada 84-85, en un partido en el que el Pucela arrancó un valiosisimo punto de la Romareda zaragozana (1-1).
La temporada estaba siendo dificil y el Valladolid de la mano de Fernando Redondo no estaba cumpliendo las expectativas. Se sufrió muchisimo para salvar la categoría, tanto que solo se pudo conseguir en la última jornada, venciendo en el Pizjuan al Sevilla por 0 a 2.
Pero volviendo a la trayectoria de Magico Gonzalez en el Valladolid, cabe decir que en el plano deportivo, Mágico disputó 9 partidos de liga ( anotó 2 goles) y uno de la Copa de la Liga ( marcó 1 tanto). Su primer gol en el Valladolid fue importantisimo, pues con el y con otro de Manolo Peña se venció en la Condomina al Murcia (1-2).
Su otro gol es sin duda mas recordado por el aficionado vallisoletano. Se produjo en el choque de la 30ª jornada que enfrentaba en un abarrotado Nuevo Zorrilla al Real Valladolid y al FC Barcelona. El Barça que llevaba un montón de años sin ganar la liga, si vencia en Zorrilla se proclamaba campeón; mientras que el Pucela se estaba jugando la vida.
A poco de comenzar el partido, Clos, adelantó a los azulgranas, pero poco después el arbitro señalizó una falta al borde del area catalana que Mágico se encargó de clavar en la misma escuadra de Urruti. El delirio en el fondo norte de Zorrilla, donde por cierto se consiguió el gol. En la segunda parte el Barça por medio de Alexanco de adelantó de nuevo.
Con la afición culé ( muy numerosa ese día) cantando el "Campeones, Campeones" en Zorrilla; una internada de Moré fue señalada como penalti por Sánchez Arminio. Todos los que estabamos allí ese día vimos la oportunidad de empatar el partido, conseguir un importantisimo punto y de paso evitar que el Barça se proclamara Campeón en Zorrilla. Mágico cogió el balón e inexplicablemente lanzó el penalti flojo a la derecha de Urruti que no tuvo problemas en detener el balón.
Las malas lenguas cuentan que Urruti hablo antes de lanzar el penalti con el salvadoreño ofreciendole algo a cambio de fallar la pena maxima. Como quiera que fuera, el Barcelona se proclamó campeón en Zorrilla y el Valladolid se complicó muchísimo la vida para salvar la categoría.
En entrevistas a compañeros de la época y al propio entrenador (Redondo), éstos contaban que nuncan habían visto a nadie que hiciera con el balón las filigranas y los controles que hacía Mágico. La pena es que el salvadoreño no tenía la cabeza muy bien amueblada que digamos y, era fácil verle de copas por la ciudad hasta altas horas de la madrugada, montar partidas de poker en el apartamento donde vivía (donde se contaba que el bueno de Mágico se jugaba hasta los muebles del citado piso, la señora que le hacia la limpieza se le encontraba muchos días dormido en el suelo cuando entraba en la casa) y quedarse dormido en la camilla de los masajes del vestuario en días de partido.
En fin un auténtico fenómeno del futbol que no llegó a más porque no quiso. No obstante donde verdaderamente disfrutaron de su futbol fue en Cádiz, donde marcó goles increibles y maravilló a los aficionados de la tacita de plata con su juego. Se cuenta que nunca en el Carranza se vió tanto arte como cuando coincidieron en el equipo Mágico y el vallisoletano Onésimo (que jugo allí un año en calidad de cedido)
Corría la temporada 84-85 y la delantera blanquivioleta estaba formada por la extraordinaria dupla que formaban Pato Yáñez y Jorge Da Silva. Pero como quiera que el club atravesaba dificiles momentos económicos, el presidente Gonzalo Alonso sólo pudo asegurar la continuidad del chileno tras la Navidad de 1985. El uruguayo Da Silva regresó a su país para no regresar ya más al Valladolid; y si la siguiente campaña para fichar por el Atlético de Madrid.
Para suplir la baja de Da Silva (quedaba toda una segunda vuelta por delante), la directiva vallisoletana contactó con su homonima gaditana para intentar la cesión de todo un fenómeno del balón, el salvadoreño Jorge "Mágico González". La cesión fue relativamente fácil de conseguir porque Mágico andaba "quemado" en el Cadiz CF con su entrenador que le hacía trabajar más de la cuenta y encima le relegaba al banquillo un partido si, y otro también. Además el Cadiz militaba en Segunda División y aunque Mágico tenía mucho cariño al club amarillo, la división de plata no era un buen escaparate para toda una figura del fútbol internacional como era el salvadoreño. Puestas así las cosas, ambas entidades pactaron la cesión de Mágico al Real Valladolid hasta el final de la temporada.
Jorge Alberto Gonzalez Barillas debuto en el Valladolid en la 4º jornada de la segunda vuelta de la temporada 84-85, en un partido en el que el Pucela arrancó un valiosisimo punto de la Romareda zaragozana (1-1).
La temporada estaba siendo dificil y el Valladolid de la mano de Fernando Redondo no estaba cumpliendo las expectativas. Se sufrió muchisimo para salvar la categoría, tanto que solo se pudo conseguir en la última jornada, venciendo en el Pizjuan al Sevilla por 0 a 2.
Pero volviendo a la trayectoria de Magico Gonzalez en el Valladolid, cabe decir que en el plano deportivo, Mágico disputó 9 partidos de liga ( anotó 2 goles) y uno de la Copa de la Liga ( marcó 1 tanto). Su primer gol en el Valladolid fue importantisimo, pues con el y con otro de Manolo Peña se venció en la Condomina al Murcia (1-2).
Su otro gol es sin duda mas recordado por el aficionado vallisoletano. Se produjo en el choque de la 30ª jornada que enfrentaba en un abarrotado Nuevo Zorrilla al Real Valladolid y al FC Barcelona. El Barça que llevaba un montón de años sin ganar la liga, si vencia en Zorrilla se proclamaba campeón; mientras que el Pucela se estaba jugando la vida.
A poco de comenzar el partido, Clos, adelantó a los azulgranas, pero poco después el arbitro señalizó una falta al borde del area catalana que Mágico se encargó de clavar en la misma escuadra de Urruti. El delirio en el fondo norte de Zorrilla, donde por cierto se consiguió el gol. En la segunda parte el Barça por medio de Alexanco de adelantó de nuevo.
Con la afición culé ( muy numerosa ese día) cantando el "Campeones, Campeones" en Zorrilla; una internada de Moré fue señalada como penalti por Sánchez Arminio. Todos los que estabamos allí ese día vimos la oportunidad de empatar el partido, conseguir un importantisimo punto y de paso evitar que el Barça se proclamara Campeón en Zorrilla. Mágico cogió el balón e inexplicablemente lanzó el penalti flojo a la derecha de Urruti que no tuvo problemas en detener el balón.
Las malas lenguas cuentan que Urruti hablo antes de lanzar el penalti con el salvadoreño ofreciendole algo a cambio de fallar la pena maxima. Como quiera que fuera, el Barcelona se proclamó campeón en Zorrilla y el Valladolid se complicó muchísimo la vida para salvar la categoría.
En entrevistas a compañeros de la época y al propio entrenador (Redondo), éstos contaban que nuncan habían visto a nadie que hiciera con el balón las filigranas y los controles que hacía Mágico. La pena es que el salvadoreño no tenía la cabeza muy bien amueblada que digamos y, era fácil verle de copas por la ciudad hasta altas horas de la madrugada, montar partidas de poker en el apartamento donde vivía (donde se contaba que el bueno de Mágico se jugaba hasta los muebles del citado piso, la señora que le hacia la limpieza se le encontraba muchos días dormido en el suelo cuando entraba en la casa) y quedarse dormido en la camilla de los masajes del vestuario en días de partido.
En fin un auténtico fenómeno del futbol que no llegó a más porque no quiso. No obstante donde verdaderamente disfrutaron de su futbol fue en Cádiz, donde marcó goles increibles y maravilló a los aficionados de la tacita de plata con su juego. Se cuenta que nunca en el Carranza se vió tanto arte como cuando coincidieron en el equipo Mágico y el vallisoletano Onésimo (que jugo allí un año en calidad de cedido)