Goleadas de Barcelona nos hemos traído unas cuantas, y algunas bastante más abultadas que esta, pero la frustración que transmite este equipo es terrible la verdad, me hace incluso dudar de si la segunda parte de Sevilla fue sólo un espejismo, provocado por un Sevilla que está horrible.
La falta de carácter y amor propio ya es algo que viene de muy atrás, no hace falta hacer mucha memoria para acordarse de que este equipo se llevó goleadas vergonzosas históricas contra equipos como el Burgos o el Amorebieta, que no tuvieron ningún tipo de consecuencia, ni de autocrítica ni exigencia ni nada de nada. Alguno incluso defendió que son cosas que pueden pasar...coño, claro que pueden pasar, tanto que pasaron. Y claro, si esas cosas no se traducen en nada, pues qué va a pasar porque te golee el Barcelona en su casa, nada de nada tampoco. Esa es la exigencia, lo importante es participar, ser todos muy amigos, sentirse todos importantes, no se vaya a enfadar el padre de alguno. Tal es así, y sin querer hacer sangre con el chaval, que ha debutado hoy e incluso se le han visto algunos detalles de atrevimiento, pero es la primera vez que veo que el entrenador le tiene que echar la bronca en dos ocasiones a un canterano debutante por no apretar y pelear el balón. Me parece absolutamente sintomático.
Dices
@José Varela que es preocupante entrar en esta dinámica, y desde luego que lo es. El problema es que no estamos entrando, hemos recuperado de lleno la del descenso, donde todos recordamos cómo había partidos que estaban perdidos de antemano, por mucho que alguno de manera incomprensible y haciendo poco favor al equipo se negara a reconocer la realidad. En ese caso se trataba del 90% de los partidos, el próximo lunes veremos si al menos este año sí competimos con los de nuestro nivel.
El año pasado se salva la temporada en buena medida por la superior calidad frente a nuestros rivales. Este año no tenemos más calidad, no tenemos físico, no tenemos carácter, desde el banquillo tampoco se aporta ningún plus, ni siquiera tenemos el más mínimo favor arbitral. Entonces, ¿qué nos queda? Pues supongo que trabajar y mejorar, no tengo ni idea, las soluciones las tendrán que buscar los que cobran por ello. Yo desde luego lo primero que haría sería reunir a los jugadores y decirles que unos tarugos como ellos no van a tener otra oportunidad como esta para pisar la primera división, que más vale que la aprovechen. Y el que no se revele ante esta situación no me vale.