La ampliación de capital se aprueba pero puede acabar en los tribunales
Uno de los accionistas minoritarios, Ágora Patrimonial, la impugna y anuncia que acudirá a los juzgados al considerar que deja sin valor efectivo el 80% de sus actuales acciones, al salir las nuevas a sólo 6,5 euros cada una
Nuevo maremoto en las ya de por sí revueltas y turbias aguas económicas por las que navega el Real Valladolid. La anunciada como junta general ordinaria de accionistas (no lo era, pues no se aprobó el balance de la pasada temporada ni el presupuesto de la siguiente) finalizó con el anuncio de acabar en los tribunales por parte de uno de los accionistas minoritarios, Ágora Patrimonial, que impugnó la junta que aprobó la ampliación de capital del club, tal y como se recoge en su acta, que el club no ha hecho pública.
Según ha sabido este diario de fuentes cercanas al minoritario, considera dicha ampliación de capital una perversión que deja sin valor el 80% de sus acciones, al salir a la venta 929.292 títulos, a un precio de 6,5 euros cada uno, para completar una ampliación por 6.040.398 euros. El accionista menor considera ese precio irrisorio y supone tumbar la inversión realizada, por lo que piensan acudir a los tribunales, a no ser que el club rectifique.
Éste no parece proclive a ello, sino todo lo contrario. En la nota de prensa emitida tras la revuelta junta de accionistas (en la que ya no utiliza el término ‘general’), indica que se ha procedido «a la aprobación por mayoría de una ampliación de capital mediante aportaciones dinerarias dirigida a todos los accionistas por importe de hasta 6.040.398 euros.
Dicha ampliación de capital se realiza a los efectos de atender las necesidades financieras ordinarias de la sociedad, y en particular, para cumplir con la ampliación de Límite de Coste de Plantilla Deportiva en el marco de la reglamentación fijada por LaLiga».
Nada se dice en el texto elaborado por el club sobre la impugnación recogida en el acta.
Cabe recordar que los accionistas tienen preferencia de compra sobre quienes no lo son y su capacidad de adquisición depende de su porcentaje accionarial. Esto significa que Ronaldo, poseedor del 82,7% del club, se llevará la parte del león de la ampliación, dejando a los minoritarios con su paquete accionarial muy depreciado.
En la junta estuvo representado aproximadamente un 93% del accionariado del club. Además de las distintas empresas con las que Ronaldo suma ese 82,7% acudió el abogado Jacobo de Salas, ex vicepresidente blanquivioleta, en representación de Ágora, propiedad de la familia Muñoz, que entró en el club en la época de la familia Saralegui e Ignacio Lewin, en el año 2000, y que conserva aún el 9,1% de las acciones, siendo el poseedor de títulos más perjudicado por la ampliación. Hubo además representación de pequeños accionistas.
Fuentes cercanas a los minoritarios consideran que la ampliación no se ajusta a la legalidad y afirman que Ronaldo les ha comunicado que el valor del club es de cero euros, lo que choca de lleno y convierte hasta en surrealista la voluntad del brasileño de vender el club por 80 millones, en Primera División.
La impresión desde el exterior es que los minoritarios han aguantado con su paquete accionarial lo más posible, sabedores de la intención de venta de Ronaldo, para hacer negocio, lo cual es perfectamente lícito. Y que el brasileño y quienes representa quieren apurar todo lo posible las beneficios de la cada vez más próxima venta, sin dejar pedazos para nadie. Sólo las migajas.
Estuvieron presente en la junta el presidente Ronaldo Nazário, el consejero delegado Matthieu Fenaert, el ex jefe de gabinete del presidente y miembro del consejo de administración David Espinar, el director del área financiera del club Luis García, el representante de Ágora Jacobo de Salas y pequeños accionistas.
Junto a ellos, Julio Senn y Javier Ferrero. Oficialmente representan el Área Jurídica y de Cumplimiento del club. En realidad por su despacho pasan las grandes decisiones económicas de la entidad.
Senn protagonizó un hecho curioso al abandonar el club tras la junta pues se dio la vuelta cuando vio que se le iba a fotografiar y luego se echó a un lado, separándose de su socio y encarándose ante el autor de las fotos. Ambos salieron de las oficinas de Zorrilla sobre las dos y media de la tarde, una media hora larga después que los pequeños accionistas y tres cuartos de hora ante que Ronaldo, quien abandonó el club por el aparcamiento subterráneo en su vehículo particular y sin hacer declaraciones. El brasileño entró en el club sobre las diez de la mañana.
Hasta su llegada a la entidad, cada junta de accionistas iba acompañada de una rueda de prensa posterior para explicar las cifras. La costumbre se ha perdido.
Desde Zorrilla se argumenta que ha sido «uno solo» de los accionistas quien no estaba de acuerdo con la ampliación y que los otros (con paquetes muchísimo menores) han dado su acuerdo para la ampliación de capital.
La impresión es que el próximo capítulo de esta historia se vivirá en los juzgados.
https://www.diariodevalladolid.es/deportes/real-valladolid/241024/264450/ampliacion-capital-aprueba-acabara-tribunales.html