Comienzo en números rojos- Marcos asume la coordinación de la cantera con muchas carencias
- «Estaba dejada y con los niños muy verdes en conceptos básicos»
- «Si tengo que elegir entre formar y ganar, prefiero formar»
Alberto Marcos es historia viva y joven del Real Valladolid. El jugador que más veces (471) ha vestido la casaca blanquivioleta pasó, tras colgar las botas, por la dirección deportiva y después por la Escuela de Fútbol de la fundación del club. Desde la pasada semana silmultanea esta última labor con la de coordinador de la cantera.
«Llevo tres años trabajando en la fundación con los niños y no pensaba que me iba a gustar tanto. La cantera es más formación pura y dura, con distinta filosofía y criterios, pero me gusta», indica, antes de hablar de similitudes y diferencias entre ambas áreas.
«El trato tiene que ser el mismo y la educación, también. Hay ciertos valores que se deben inculcar. Lo que cambia es la formación del jugador, al ser las de cantera categorías más competitivas».
¿Qué panorama se ha encontrado a su llegada? Marcos se piensa un par de segundos su respuesta. «No es por criticar, pero la cantera estaba dejada. Los niños están muy, muy verdes en conceptos básicos. Se ha valorado si un jugador era bueno o malo, pero no esos conceptos. Hay que enseñar».
El problema de este trabajo es que los resultados no se obtienen al momento, sino que tiene que pasar tiempo para verlos. Meses e incluso años. ¿Está preparado para ese reto? «Esto es como la agricultura. Hay que plantar la mata, regarla, cuidarla y trabajarla. Pero, sobre todo, darle cariño. A día de hoy estaba muy abandonada».
Ya es la segunda vez que habla de dejadez. ¿En qué aspectos la ve? «En todos. Ya no sólo en la formación y el trato personal, sino también en la cuestión contractual. Del Juvenil B para abajo está fatal. Apenas nos han dejado nada encauzado». La queja de Marcos sobre la ausencia de planificación de su antecesor, Cata Prieto, es similar a la efectuada -en privado- por Miguel Ángel Gómez sobre la inexistente documentación que Braulio dejó tras su marcha.
Pero hay que mirar al futuro, y uno de los fallos del club en su política de base en los últimos tiempos es que en el paso del Juvenil A al Promesas hay un tapón. Se recurre a demasiados jugadores de fuera para el primer filial. ¿Piensa potenciar los dos conjuntos juveniles?
«Mi idea es que los equipos tienen que subir en bloque. Desde el primero al último. Si un año traemos once jugadores de fuera, como ocurre en el Juvenil A, es que algo estamos haciendo mal. No puede ser en un Real Valladolid. Hay que mirar por los chicos de tu cantera, enseñarlos y cuidarlos para que no se vayan. No podemos firmar todos los años a jugadores para que compitan en el Juvenil A y no hacer cantera».
El ámbito de trabajo que propugna Marcos es el más próximo. «Lo que hay que mirar es por la gente de Valladolid y, a lo máximo, de la provincia. No tenemos que ser los más listos, pero tampoco los más tontos. Lo que no le vale en categorías inferiores al Real Madrid o al Villarreal no tenemos por qué traerlo nosotros».
¿Hay suficiente cantera en Valladolid para abastecer a todos los equipos? «Soy partidario de cuidar lo tuyo. Si lo haces y con eso no te vale, entonces puedes buscar fuera. Si ampliamos el radio hasta Castilla y León, creo que es lo suficientemente grande como para suministrar niños para todas las categorías».
Marcos reconoce que ha habido que hacer muchos equilibrios para formar algunos equipos. «Intentamos compensarlos de la mejor manera posible. En el Juvenil A, del que ya he hablado, tenemos demasiado de medio campo hacia adelante y poco hacia atrás. Prefiero adelantar los pasos a jugadores que vengan por debajo, que traerlos de fuera».
Está claro que los resultados no van a primar, aunque nadie sale a perder. «Si me dan a elegir una opción entre formar y ganar, me quedo con formar. Me da lo mismo que el equipo esté en una posición más alta o más baja de la clasificación. Hay que salir a competir y ganar, pero no a cualquier precio».
Marcos alimenta el sueño de que se pueda ver un Real Valladolid profesional poblado de canteranos, como en décadas pasadas. «Habrá que trabajar para que así sea. Desde que llegué aquí como jugador he visto subir a muchos canteranos al primer equipo».
El cambio de entrenadores de base ha sido casi total. Sólo siguen dos. ¿Qué criterios se han buscado para la elección? «En primer lugar, su formación. En segundo, la capacidad de que los chicos evolucionen bajo su mando».
El feeling con el director deportivo Miguel Ángel Gómez es total. Al menos, por ahora. «Me está dejando hacer las cosas y tomar decisiones. Tenemos hilo directo y así no hay lugar a la duda».
«LA PRIORIDAD ES ESTUDIAR Y FORMARSE, NO CONSENTIREMOS OTRA COSA»Alberto Marcos repite cada pocas frases que hay que cuidar a los jóvenes jugadores. Y no sólo en los personal y lo deportivo. ¿Los estudios son parte de la exigencia? El nuevo coordinador de la cantera responde sin un atisbo de duda. «Ha habido padres que decían que, como venían al Real Valladolid, ya no les hacía falta estudiar. Eso no lo vamos a consentir. La prioridad es estudiar y formarse en todos los aspectos, lo que no está reñido con hacerse futbolista».
El ex jugador sólo contempla una salvedad. «Cuando el futbolista sube al Promesas, que es semiprofesional, o al primer equipo, la decisión es suya, tanto por cómo se plantee su carrera deportiva como por edad».
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