El futbolista que se hizo querer en Zorrilla
Iñaki Bea admite que tenía la esperanza de seguir en el Real Valladolid, donde ha calado hondo, pero entiende la decisión del club de no renovarle
4 de junio de 2009
ARTURO POSADA.-
Iñaki Bea no es sólo un jugador de fútbol profesional. Iñaki Bea es un 'crack' como persona. Más allá de sus cualidades balompédicas, emerge el ser humano excepcional, extravertido, incansable conversador y apasionado por el fútbol en todas sus categorías. Durante tres años, Iñaki Bea irradió el vestuario con su alegría, ayudó al Real Valladolid a lograr el ascenso más meteórico de la historia, lloró, sudó y sangró en los campos y alcanzó una meta con la que no se había atrevido a soñar cuando empezó a jugar: ser un futbolista de Primera División.
Ahora, Iñaki Bea se despide de Valladolid.
El martes conoció el veredicto. Fue José Luis Mendilibar, su técnico, su amigo, el encargado de comunicárselo. «Es algo que valoro», explicó ayer. «Siempre he tenido un trato humano con él. Me habría sentado mal que lo hubiese hecho Roberto Olabe. Le dije que estuviera tranquilo porque yo no voy a cambiar mi opinión sobre él por esta decisión».
Iñaki Bea, un jugador que ha sumado minutos en Primera, tenía ilusión por seguir. «Me siento súper implicado en el equipo y muy vinculado a los compañeros, la prensa, la ciudad. El club va a buscar otro tipo de jugador y lo entiendo. No hay que mezclar la amistad con negocio. Ellos buscan lo que creen que es bueno para el club y los demás tenemos que entenderlo».
Como si fuera un cohete, Iñaki Bea no ha hecho otra cosa que subir. Del Amorebieta de Tercera al Amurrio, Ciudad de Murcia y Lorca en Segunda B. Del Real Valladolid de Segunda al Pucela de Primera. «Ahora no sé si tocará bajar. Sé que es complicado seguir en la élite, pero tampoco lo veo tan descabellado. Quiero estar tranquilo y ser humilde. No me quiero precipitar porque busco un proyecto interesante en el que no todo sea el dinero. Quiero luchar por algo. Por ejemplo: un ascenso a Primera en el caso que sea un equipo de Segunda. Y si es de Primera, pues la permanencia».
El aguerrido central de Amurrio se emociona cuando habla de sus amigos en el vestuario. Tres jugadores con los que ha compartido entrenamientos e interminables momentos ocio. El contacto seguirá, por supuesto, pero nada será igual. «Echaré en falta especialmente a Pedro López, Luis Prieto y Álvaro Rubio. Tengo trato también con Alberto y buena relación con Marcos, Óscar Sánchez, Víctor... aunque con éstos he coincidido menos. En cambio, con Álvaro, Luis y Pedro salíamos a cenar junto con las chicas, íbamos a tomar café...».
La marcha de Iñaki Bea ha sorprendido a muchos aficionados, que consideraban que podía tener un hueco en la próxima plantilla. El defensa siente el calor de la hinchada. «Tengo que agradecer a la afición todo el apoyo que me ha dado. Sé que puedo gustar más o menos, pero creo que han valorado mi esfuerzo y compromiso. He recibido muchos mensajes de periodistas, gente del club, de la cafetería donde voy a desayunar, de amigos que tengo fuera... Es bonito que te agradezcan el trabajo».
Durante las tres temporadas que ha vestido como blanquivioleta, colores que siempre amará, Iñaki Bea también ha vivido malos momentos. Sobre todo uno: «Las lesiones». «Y también el sufrimiento de la última semana con toda la incertidumbre del último partido ante el Betis. Lo más bonito, aparte del ascenso, es lo emocionado que marcho de esta ciudad por el trato humano que he tenido con la gente».
Iñaki Bea mantiene intacta su pasión por el fútbol. Considera que puede estar «mucho tiempo» en activo si las lesiones le respetan. «Físicamente me encuentro bien. He acabado muy cómodo en algunos partidos que he jugado este año, como ante el Getafe, Valencia, Barcelona, donde no he desentonado. Esta temporada me ha venido muy bien porque me ha subido el ego».
De reojo mira a la Segunda División, denominada comercialmente Liga Adelante. Espera que se clarifiquen las cosas de ascensos y descensos antes de que su representante le transmita noticias. «Quiero ganarme el respeto de la gente. No quiero sentirme un mercenario y llegar a otro sitio pensando que tengo que jugar».
Algo es seguro: recale donde recale hará nuevos amigos. Porque Iñaki Bea siempre se gana el corazón de la gente. Él es así. Un futbolista de élite. Una gran persona.
http://www.canalpucela.es/noticias/2009-06-04/futbolista-hizo-querer-zorrilla-20090604.html