En cuanto sepamos su club de destino, si éste es de segunda división, ya sabremos qué equipo quedará por delante de nosotros en la clasificación, tal como ocurrió la temporada pasada con la cantidad de jugadores importantes que soltamos a no pocos rivales directos, en el 90% de los casos.
De no ser porque nos hemos acostumbrado a sufrir, es increíble que los que han traído el fracaso a este club sigan decidiendo sobre el futuro de los que alguna vez han dado alegrías al aficionado. Y lo peor, que el aficionado parece que traga.
Óscar no sigue, Rubio no sigue. Permítanme que me baje ya del barco, que lo han dejado sin capitán y a la deriva, estos desgraciados.