Coño que lo sabemos...a los vascos no les dejan ni ir a mear solos. Vale que no todos son angelitos, pero es una pasada.
Recuerdo que el año pasado cuando vino el Osasuna, mi bus se llenó de gente de la afición visitante. No dieron ni un puto problema (de hecho, muchos venían hablando con pucelano, conmigo incluido) y sin embargo la policía los hizo bajarse mucho antes del estadio y de muy malas maneras.
Supongo que lo hicieron porque Indar Gorri nos las ha liado pardas en el centro de la ciudad más de un año...tiene su lógica, pues, aunque podrían haberlo hecho con más delicadeza dado que el grupo de ese bus no estaba dando problemas.
Sin embargo, ayer abundaron las provocaciones gijonudas tras el partido (varias personas me han comentado cosas en este sentido) por la gracia de que muchos salieron de la zona asignada en el estadio cuando les dió la gana (no es que estuvieran dispersos como otros años, me refiero a gente que salía de la zona visitante). ¿Por qué este doble rasero y permisividad que beneficia a una afición que lleva décadas tramándola siempre que viene? ¿No era partido de alto riesgo?
Luego vas a Gijón y el cordón de seguridad alrededor del estadio lo forman los ultraboinas, y no las Fuerzas de Seguridad, que supongo que andan muy ocupados cacheando porreros y quitándole botellones a adolescentes.
Me encanta todo esto...