Coño, que me equivoqué de hilo
Bueno, pues Clemente en estado puro: siete defensas en el "once" inicial y se han creado más ocasiones que en todo el último año natural.
La clave para mí: el trabajo psicológico de Clemente sobre la plantilla y la vuelta a orígenes casi olvidados: presión, agresividad y sacrificio. La pregunta del millón: ¿con Clemente desde el principio estaríamos mejor colocados o los jugadores le hubieran tomado a cachondeo? A saber, ha venido en un momento concreto y en este contexto, por el momento, está surtiendo efecto.
Luces sobre lo visto hoy, además de la presión, agresividad, etc.: buen trabajo de Barragán para frenar a Navas, ni una concesión en los medios centro (es un gusto ver cómo juega el equipo sin Pelé o cómo Borja no ha tratado de "organizar"), un portero que sabe leer el juego y tiene recursos (nunca será internacional, pero es el portero más completo que tenemos y totalmente válido para Primera División) y grandísimo trabajo de los dos puntas, basado en la movilidad constante y en los apoyos, y ayudando en la presión hasta el final.
Sombras también: Clemente es vieja guardia y fiel a su estilo; el cambio a cinco defensas ha podido costarnos dos puntos. Como se defiende un resultado es con un tío de refresco en el medio (Arzo, por ejemplo) que impida la circulación de balón en la frontal; Costa tiene capacidad para recibir, pararla y esconder el balón, sobre todo si no se excita demasiado.
Y un apunte para mí crucial: tanto en ataque como en defensa hemos estado siempre atentos a las segundas jugadas, algo en lo que Mendilibar y Onésimo se desgañitaban en cada partido y que sólo se consigue con el equipo concentrado y metido en el partido.