DALLAS Y NOWITZKI CAMPEONES!!
Los Mavericks acabaron con la resistencia del ambicioso proyecto Heat y ganaron merecidamente el primer título de su historia. Dirk Nowitzki pudo celebrar su anillo junto al premio de MVP de las Finales
Por primera vez en sus 31 años de historia como franquicia NBA, los Dallas Mavericks conseguieron el ansiado título de campeón tras derrotar de forma merecida a los Miami Heat en el sexto partido de la serie de Finales. Sin un Dirk Nowitzki (21 puntos, con un 9/27 en tiros de campo, y 11 rebotes) superlativo (aún así, fue el indiscutible MVP de la final), pero con Jason Terry (27 puntos, con 11/16 en tiros de campo) acertadísimo, los Mavs dominaron desde el primer cuarto en el partido más desigualado de la serie. Cinco años después de perder la oportunidad de estrenar su palmarés ante, precisamente, el mismo rival, Dallas puede celebrar por fin un título NBA.
Tras dos partidos asediado por las críticas, LeBron James empezaba el sexto duelo de la eliminatoria anotando sus 4 primeros intentos a canasta, y colocando a los Heat 6 arriba en el marcador en los 5 minutos iniciales (16-10). Sus 9 puntos (de sus 21 totales) de salida animaron a Miami desde el primer minuto ante unos Mavs que tenían a J.J. Barea (15 puntos) como su principal sostén.
Pero la aparición de Jason Terry, la gran arma de Rick Carlisle desde el banquillo, cambió el panorama. 9 puntos en 5 minutos de "Jet" lideraron a Dallas a remontar el partido, llegando al final del primer cuarto con 27-32 a favor y consolidándose como el mejor jugador de su equipo.
Un DeShawn Stevenson enchufadísimo desde la línea de tres (tres triples en el segundo cuarto) puso las primeras diferencias significativas para los Mavericks en el partido (28-40) ante unos Heat que no encontraban recursos para meterse de nuevo en el partido... hasta que Dwyane Wade (17 puntos y 8 rebotes), Chris Bosh (19 puntos y 8 rebotes) y el inesperado Eddie House (tres triples para 9 puntos) lo hicieron.
Miami recuperó sensaciones, y enlazó un abrumador parcial de 14-0 para volver a llevar la iniciativa en el marcador. Un conato de tangana (saldada con técnicas a Udonis Haslem, Mario Chalmers y DeShawn Stevenson) marcó un punto de inflexión. Jason Terry, el mejor de los Mavs ante el mal partido de Nowitzki (1/12 en tiros de campo en la primera mitad), volvía a tomar las riendas del equipo tejano, y con 19 puntos al descanso colocaba a Dallas por delante en el ecuador del partido, 51-53.
Nowitzki pareció recuperar su toque al anotar la primera canasta de la segunda mitad. Con LeBron James nuevamente en su versión más discreta, los Mavs volvían a coger carrerilla en el marcador gracias a un parcial de 0-8 (56-63 en el minuto 3 del tercer cuarto). Las malas decisiones (o, directamente, indecisiones) de los Heat no les permitían reducir la distancia pese a la seria actuación de Chris Bosh (7/9 en tiros de campo). Al final del tercer cuarto, los Mavs seguían por delante, 72-81.
La salida en el periodo decisivo no parecía ofrecer cambios. Los destellos de James o Wade no servían para acercarse a unos Mavericks que volvían a tener a Jason Terry a su hombre clave (77-87 a 9 minutos para el final) en su camino al primer anillo de la historia de la franquicia. Barea y Nowitzki en ataque, y Tyson Chandler en defensa, no permitían que Miami se hiciera muchas esperanzas de cara a un Game 7.
Desmotivados, sin fuerzas para conseguir una remontada milagrosa, y infrautilizando a su jugador más acertado, Chris Bosh, los Heat nunca estuvieron cerca del milagro. Con el partido caminando al ritmo que interesaba a los Mavericks. Sin más historia, los Mavs llegaron al final con 10 puntos de ventaja (95-105) para conseguir el primer anillo de la historia de la franquicia. El MVP, pese a su discreto último partido, no tuvo discusión: Dirk Nowitzki (26.0 puntos, 9.7 rebotes por partido en estas Finales).
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