Los goles recibidos a balón parado suponen errores defensivos: cometer las faltas. Máxime cuando juegas contra equipos que tienen en la estrategia su principal baza ofensiva y peor aún cuando sabes que defender el balón parado es tu asignatura pendiente.
No sé, yo aún estoy a la expectativa con el equipo, pero comulgo mucho más con PJ que con nadie. El equipo tiene sus cosas buenas, su pegada arriba, y sus cosas malas, su endeblez defensiva. Ningún equipo salvo el Girona y la primera parte el Murcia nos baila, y nos da la sensación de que no hay equipos superiores al nuestro. Pero olvidamos que esto es Segunda, y que no se sube con sensaciones, sino con resultados, y también se nos pasa por alto que muchos equipos, incluso muchos de los aspirantes al ascenso, juegan a destruir más que a crear, a meterte un gol y resguardase atrás y tres puntitos más a la buchaca. Así, contra muchos rivales, tener la posesión de balón y el dominio del juego resulta ser ficticio, pues lo propicia la manera de jugar del contrario.
Pienso que el ascenso con Mendilíbar nos ha hecho perder la perspectiva de la realidad de la categoría. Aquel año el Pucela arrasó a los rivales en juego y en efectividad, fue netamente superior y subió como un cohete, pero aquello fue una excepción no sólo en la historia del Valladolid, sino en la historia de la categoría, al menos en los últimos años. Así, denigramos el fútbol del Almería, pero es más sencillo que ellos suban con su racanería a quelo haga un equipo que vaya al intercambio de golpes, como parece gustarle a este Valladolid.
Espero que los optimistas tengáis razón y el equipo se termine saliendo, pero yo estaría mucho más tranquilo si mantuviésemos la portería a cero aunque nos costase marcar que encajando cada día como hacemos, aunque luego empatemos o incluso remontemos los partidos. Con lo que tenemos arriba los goles terminarían llegando, pero no estoy tan seguro que Djukic consiga cerrar l sangría en defensa. Y es un viejo adagio del fútbol aquello que los equipos se construyen de abajo arriba, pero es que, además, es una verdad como un templo.
Saludetes.