Omar, en la encrucijada
El futbolista canario es consciente de lo que Djukic le exige para progresar, pero se acaba el tiempo y su continuidad está en el aire
A. G. ENCINAS | VALLADOLID.-
Omar se ha convertido en uno de los jugadores imprescindibles de este Real Valladolid sorprendente. Lo dicen los datos. Suma 2.000 minutos, ha sido titular en 24 de los 27 partidos de Liga, y en los tres que comenzó desde el banquillo acabó jugando. Por delante de él solo están Balenziaga, Óscar y Rukavina.
Pero los datos, fríos, también tienen su parte de trampa.
En el caso de Omar, la trampa es doble. Por un lado, no ha tenido competencia en la banda izquierda en toda la temporada, por mucho que Alberto Bueno haya jugado algún partido en esa demarcación. Llegado Larsson, se cayó Ebert; y ahora que regresa Ebert, se lesiona Larsson. Valdet Rama estuvo en el entrenamiento de ayer con los titulares, pero en la posición del sueco, ya que se supone que Ebert tampoco forzará ante la Real Sociedad.
El caso es que tanto protagonismo en el equipo no quiere decir que haya cumplido plenamente con las expectativas. Miroslav Djukic está muy encima de él porque le ve una gran proyección, pero llegará junio y el club tendrá que tomar una decisión: ejecutar la opción que tiene para quedárselo en propiedad o que se vuelva al Huesca.
Y quizá por ahí se entienda mejor el recado que el técnico le envió el pasado domingo en la sala de prensa. «Es evidente que los extremos deben ser mucho más concretos, sobre todo Omar, que tiene mucha calidad y debe aportarnos más desparpajo, más cosas concretas», empezó. Y el aviso tuvo una conclusión rotunda: «No lo estamos consiguiendo con él».
«Se refiere a que tengo que encarar más, tirar más a puerta, centrar... Que lo hago, pero quiere que lo haga más todavía», admite Omar Ramos. Con Ebert en cancha, su protagonismo ofensivo era mucho menor que el del alemán, pero a cambio ofrecía trabajo defensivo, como hizo ante el Málaga. En el primer tiempo, Jesús Gámez dobló por dos veces al extremo con ventaja, con Balenziaga sufriendo el dos contra uno. Cuando Gámez armó la pierna se encontró, las dos veces, con la oposición de Omar, que desvió a córner.
«Para mí a veces estoy mejor en defensa que en ataque, estoy más pendiente del lateral que de atacar yo, y por eso en ataque no estoy del todo bien, porque estoy pensando más en defender. Es verdad que a veces tengo que dar más al equipo, encarar más, dar más... El 'míster' tiene razón», asume el canario.
Djukic le insiste una y mil veces, y le aplaude cuando dispara a puerta, incluso aunque en ese caso sea la opción más complicada. Le dice que busque el uno contra uno, que el equipo necesita sus centros, que tiene que buscar el disparo a puerta. Es un extremo, al fin y al cabo, y en el Real Valladolid, en los últimos años, los extremos han tenido mucho que decir en el aspecto goleador, que este año se circunscribe casi exclusivamente a Ebert.
«Hay veces que encaro, otras que no tanto, pero hay partidos que sí me salen bien. El día del Rayo me dijo que había estado bien», desvela el zurdo. «Hay partidos que bien y otros no, pero sé lo que tengo que hacer y hago lo que sé. A veces me sale y a veces no, pero hay partidos que no jugamos tanto por abajo, son más de pegarle arriba y acudir a la caída, y tampoco es fácil encarar ahí porque es mucho pelotazo y no se puede encarar», se excusa.
El momento es delicado. Omar, que tiene ya 25 años, tiene un talento cuya eclosión final se espera con ansias en el club. Y es que quedan unos meses para tener que decidir qué hacer. ¿Se confía en Omar como el titular de la banda izquierda para la temporada que viene, con lo que habría que hacer un esfuerzo por incorporarle y completar la banda con otro jugador de perfil más 'barato'? ¿O se tiene que fichar a un zurdo titular y en ese caso puede que no haya dinero para confirmar la operación que se pergeñó en su día con el Huesca? Omar tiene por delante 11 partidos para ratificarse como el futbolista que el club esperaba.
El 'clic' del gol
Quizá todo cambie si hace su primer gol, algo que le ronda la cabeza con insistencia. «Llevo mucho tiempo sin marcar, el año pasado solo metí un gol y llevo tiempo sin hacer goles. Cuando era más joven metía muchos goles y ahora no marco casi ninguno y es verdad que tengo ganas de marcar, de meter un gol y de coger confianza. Espero que llegue pronto», explica. Al menos ante el Málaga lo intentó, aunque para sorpresa de todos lo hizo con la pierna derecha desde la frontal del área. «Mejor con la derecha, que he metido más goles que con la izquierda -sonríe-, pero este año no llega, esperemos que llegue alguno antes de que acabe la Liga», repite.
Su problema con las redes contrarias lo comparte con Daniel Larsson, que tampoco ha marcado aún y empieza a necesitar ese golito que le refuerce la autoestima. «Larsson mete más goles que yo, es verdad que este año no ha metido ninguno pero es más goleador que yo», admite Omar. «Lo más importante es que estamos bien, espero que el gol llegue pronto y el equipo está bien, lo importante es sumar», repite como si intentara quitarse el exceso de presión.
Si no ocurre nada raro, Omar tiene garantizado ser titular en Anoeta. No estará Larsson y tampoco Ebert. Si no hace lo que Djukic le pide, sin embargo, se puede encontrar con la suplencia más inoportuna, justo en el tramo decisivo del campeonato. «Ahora somos muchos en la banda, esperemos que Ebert vuelva lo antes posible, que nos aporta mucho, y la competencia nos viene bien para estar más enchufados», dice. Se ha sentido respaldado desde que llegó -«desde que hice la pretemporada, que estuve poco tiempo con ellos y ya empecé jugando como titular, y el míster siempre ha confiado en mí», dice- y espera responder antes de que sea tarde.
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