EL ANÁLISIS DEL EXPERTO'
La Champions League del rugby, coto cerrado para los grandes
En sus primeras seis ediciones, la Copa de Europa vió seis ganadores distintos y sólo Brive repitió final · Pero tras el doblete de los Tigers en 2001 y 2002, en las siguientes diez ediciones, sólo ha habido cuato campeones
Por José Ignacio Benito 11/10/12
Ya está aquí la Heineken Cup, con permiso, la Champions League del rugby. Una competición muy esperada cada año y que arrancará este viernes con los partidos entre Ospreys y Treviso, en Gales, y el vigente subcampeón Ulster y Castres, en Irlanda. En juego, el título que Leinster ha copado los dos últimos años.
Si observamos el cuadro de ganadores de esta competición desde su inicio, se pueden apreciar dos competiciones en una, la de sus inicios hasta el 2001 y la que sigue vigente, la que sólo los grandes de Europa pueden ganar. En sus primeras seis ediciones, la Copa de Europa vió seis ganadores distintos y sólo Brive repitió final: 1996, Toulouse; 1997, Brive; 1998, Bath Rugby; 1999, Ulster Rugby; 2000, Northampton y 2001 Leicester Tigers.
Pero a partir de entonces, y tras el doblete de Leicester entrenado por un tal Dean Richards, los 'dinosaurios' del Rugby Europeo se adueñan del torneo, siendo un coto totalmente vetado para los más modestos, pues el altísimo ritmo de competición y la gran acumulación de partidos de todo tipo que tiene un profesional -Liga doméstica, VI Naciones, Heinken Cup, Test Match...- hace imprescindible una plantilla de 25 ó 28 titulares para llegar al tramo final de mayo en perfectas condiciones físicas y mentales. Es decir, prácticamente en cada puesto debe haber dos jugadores muy buenos que no bajen el nivel, pues el rival lo tendrá.
Mi apuesta de este año es por el Stade Toulousian, pues el campeón del Top 14 francés puede hacer el repóker de títulos
Plantillas así necesitan grandes presupuestos y sólo unos pocos pueden soportar esta marcha tan devastadora para el rugby profesional, pero esto es así, el espectáculo debe continuar como sea. Tras el doblete de los Tigers en 2001 y 2002, en diez ediciones, sólo cuato campeones: Toulouse con 3 títulos (2003, 2005 y 2010), Leinster también con 3 (2009, 2011 y 2012), London Wasp con 2 títulos (2004 y 2007) y Munster con otros dos (2006 y 2008). Coto cerrado, pues. Ni los Tigers han podido ganar el tercero.
En mi opinión, esta edición parece más abierta que la pasada, donde se veía muy claro el doblete de Leinster, como ya dijimos aquí y que debe ser de los pocos aciertos que tengo últimamente. No veo un favorito muy claro, puede ser el momento del Rugby Inglés, que no la gana desde 2007, con unos Harlequins a los que se les debe exigir mucho, con unos Tigers decepcionantes las últimas temporadas y unos Saracens que llegan con la lección aprendida tras la dura derrota en cuartos, y en casa, ante Clermont. También hay que exigir a Ospreys un paso adelante, pero si me tengo que mojar con alguno, lo voy a hacer con uno de los grandes de Francia: el Stade Toulousian, pues el campeón del Top 14 francés puede hacer el repóker de títulos. Al actual campeón, Leinster, no le veo capaz de hacer triplete, pues parece, como Irlanda, algo desgastado... pese a ser la final en Dublín.
GRUPO 1:
EDIMBURGO, MUNSTER, SARACENS Y RACING METRO
Munster, año cero. El 35-10 que 'nos' metió Ospreys en la semifinal de la Liga Celta pasada puso fin, de forma definitiva, al mejor periodo de 'nuestra' historia. Muchos títulos, grandísimos jugadores, referencia del rugby irlandés, la leyenda de un terreno de juego que nunca veía una derrota, todo eso ya queda en nuestro imaginario y debemos recordarlo con una mezcla de alegría y melancolía. Nuestros héroes sólo se han desvanecido en la bruma irlandesa, pues mientras Thomond Park siga ahí... 'to the brave and faithfull, imposible is nothing'. Creo que el nuevo Munster debe centrarse en crecer en casa, intentar ganar todos los partidos en Limerick y centrarse más en la Liga Celta, que en la Heineken.
El grupo es durísimo, con salidas muy difíciles, ganar fuera de casa va a ser casi imposible para todos y en este cuerpo a cuerpo que parece ser el grupo, Saracens tiene las de ganar. Racing no es fuerte lejos de París y parece muy complicado que Edimburgo repita una campaña como la anterior, en la que fue semifinalista. Creo que los 'Sarries' terminarán imponiendo su defensa y que Munster y Racing podrían ser segundos.
GRUPO 2:
BENETTON, LEICESTER, OSPREYS Y TOULOUSE
El campeón de Francia, el de la Liga Celta y el finalista de Inglaterra, mal grupo eligió Benetton para probar su nivel; sobre el papel, convidado de piedra, pero puede ser juez, pues seguro que todos piensan en sacarles los 10 puntos y alguno fallará.
Es hora de que Ospreys deje atrás la tradicional debilidad galesa en la Heineken y pelée, pero parece difícil pues los Tigers y Toulouse quieren imponer galones. Los grupos con equipos italianos están descompensados, es obvio, y la lucha entre los tres puede hacer que vuelva a ocurrir lo que pasó la temporada pasada en el grupo 4, donde Clermont, Ulster y Leicester se ganaron en casa entre ellos y ganaron a Aironi, acabando con cuatro partidos ganados y dos perdidos, pero con Clermont y Ulster con 20 ptos. y Leicester con 18. Y es que, como siempre, los bonus son determinantes en pocos partidos. Me la juego con Toulouse y Leicester.
GRUPO 3:
BIARRITZ, CONNACHT, HARLEQUINS Y ZEBRE
La antítesis del grupo anterior, pues Connacht y Zebre son claramente inferiores al campeón inglés y al campeón de la pasada Challenge. Creo que tanto Harlequins como Biarritz pueden pasar, ya que debemos exigirles que hagan buena esa superioridad donde se debe hace, en el campo, y ambos tiene un grupo para conseguir el partido de cuartos en casa. Los Quins mantienen su buena línea de la temporada pasada y Biarritz ha comenzado el Top 14 de forma totalmente distinta que hace un año. Penúltima jornada Biarritz-Quins, ¿en Anoeta? Si es así, allí que vamos. Contra equipos inferiores, conseguir el bonus es imprescindible.
GRUPO 4:
CASTRES, GLASGOW, NORTHAMPTON Y ULSTER
Esto si que es un grupo a cara de perro, ganar fuera de casa va a ser imposible, aunque parece que los Saints son superiores a sus rivales. Ulster no es el equipo que era, muchas bajas importantes -Humphreys, Wannenburg, etc.-, pero en Ravenhill casi nadie saca puntos. A día de hoy ha ganado todos los partidos allí disputados, igual que Glasgow, semifinalista de la liga Celta pasada, que se ha reforzado muy bien con el sudafricano Josh Strauss, capitán de los Lions que ganaron la Currie Cup pasada, y sigue contando con Stuart Hogg, DTH Van Der Merwe, Ruadick Jackson y Cusiter, entre otros. El hecho de jugar una liga cerrada les da cierta ventaja frente a sus rivales. Castres viene con ganas de agradar y de no dejar sacar puntos del State Pierre Antonie, como en el Top 14 galo, donde ha ganado sus cuatro partidos caseros, pero Northampton es superior en general, tiene más equipo que los demás y debe ser primero.
GRUPO 5:
CLERMONT, EXETER, LEINSTER Y SCARLETS
Dos equipazos, el campeón y el semifinalista al que batieron los irlandeses la temporada pasada, y dos invitados a la fiesta, sobre todo Exeter, que sólo hace dos temporadas peleaba por subir de categoría y ahora, tras ser quinto en Inglaterra, se ha ganado disfrutar de la Heineken sin ninguna presión de nada, sólo hacer del Sandy Park lo que siempre hace: un fortín inexpugnable y una fiesta para sus fanáticos.
Scarlets es la incógnita galesa de cada Heineken, juega muy bien, pero no termina de cerrar los partidos, se va de ellos y suele sufrir contra equipos con delanteras fuertes. Clermont y Leinster pelearán por la primera plaza del grupo y creo que el segundo también se clasificará. Leinster no da la sensación de poderío y seguridad que daba la temporada pasada: desgaste, cansancio, siempre las mismas caras, difícil relevo. Quiero equivocarme, pero al 'XV del Trébol' le ocurre lo mismo, quizás los mejores años han quedado atrás. Los test de noviembre despejarán esta duda.
GRUPO 6:
CARDIFF BLUES, MONTPELLIER, SALE Y TOULON
En Sale pensaran, "lo que nos faltaba ahora", y es que para algunos esta competición es un problema más que una solución. Al colista de la Aviva Premiership le puede venir bien para recuperar sensaciones y moral, pero lo que necesita son victorias en Inglaterra y no en Montpellier.
Por otra parte, las inversiones del señor Boudjedall tienen aquí su gran escaparate en el Planeta Rugby. Y es que Toulon, sólido líder en Francia, tiene equipo para llegar lejos en las dos competiciones, como la temporada pasada cuando fue subcampeón de la Challenge y del Top 14. Ya está ahí, puede dar el paso a la gloria y debe ser el primero del grupo y casi de toda la competición. El gran Jonny necesita este título. Cardiff parece el más flojo, ha tenido plantillas mejores y no le veo llegando lejos, como a Montpellier, subcampeón de Francia hace dos temporadas y que parece haber bajado el nivel.
Como siempre, los parámetros a tener en cuenta son los habituales. Los bonus son imprescindibles; hay que llegar a 20 puntos para estar ahí; quien no consiga como mínimo cuatro puntos en las dos primeras jornadas se planteará muy seriamente competir en las siguientes; y los equipos de Francia e Inglaterra que vean que pueden tener problemas clasificatorios en su liga nacional, no querrán preparar, allá por abril o mayo, un cuarto o una semifinal que nada le aportaría. Y si no que se lo pregunten a Brive, estoy seguro que hubiesen preferido mantener la categoría a haber llegado hasta 'semis' de la Challenge, pues ahora se ve en una competición durísima como el Pro 2 peleando a muerte cada partido.
En los artículos de las finales de la Heineken Cup y de la Amlin Challenge Cupde la temporada pasada, ya hablamos de la necesidad de cambios que necesitaban estas competiciones. Y es que, en un mundo de estructuras dinámicas en cualquier orden, lo que valía en 2003 ya no vale en 2012 y es obligatorio adaptarse a los tiempos.
La Heineken la organiza una empresa, el VI Naciones otra, las Ligas Profesionales otras distintas, los Test Matches también tienen organizador y cada uno sólo piensa en sí mismo, en su éxito empresarial. Por eso prácticamente se encadenan una competición con otra, se meten en los calendarios de las ligas nacionales, con lo que se corta la progresión del jugador y el trabajo de club, se le exprime al máximo, sólo las amplias plantillas sobreviven al calendario y el juego, que es lo que importa al aficionado, se resiente, llegando a final de temporada literalmente, fundidos. Así es necesario un poco de orden.
http://www.marca.com/2012/10/11/mas_deportes/rugby/1349969752.html