Os dejo mi crónica del partido en el blog del Infierno de Zorrilla. No hablo mucho del partido porque no tuvo mucha historia, lamentable. Intento ir un poco más allá, al hilo de lo que muchos decís.
NUNCA ASPIRAREMOS A MÁS
“Somos Valladolid”. Miroslav Djukic repitió esta frase una y otra vez durante la temporada pasada. Quizá ni él mismo conozca el amplio significado de esta frase, de hecho solamente lleva 2 años en la ciudad. Bien, pues en el último mes se ha topado con otra de las máximas del “Somos Valladolid”. Este club nunca aspirará a más.
Hasta diciembre el equipo se caracterizaba por un juego vistoso, que conseguía buenos resultados, pero sobre todo por no dar un partido por perdido. Hasta Vigo nadie había ganado fácil al Valladolid, plantando cara a todos sus rivales. Pero cuando el descenso se situaba a más de 10 puntos y el objetivo de la salvación quedaba muy cercano, el equipo se relajó. Se relajó hasta que volvió a ver peligrar la permanencia, entonces ganó al Getafe. Y una vez alejado el descenso, llegó a Granada, y el Valladolid se relajó.
Y es que esa relajación es algo innato al “Somos Valladolid”. Tengo que decir que esta vez Djukic había conseguido ilusionarme. Había llegado a pensar que esta temporada el equipo no se dejaría llevar, que continuaría jugando igual e intentaría ser 10º mejor que 15º. Pero el serbio tampoco lo ha conseguido. Y digo tampoco porque son muchos los antecesores de Djukic que no lo consiguieron. En la historia reciente del club, Kresic, Moré o Mendilibar, cuando tuvieron al Valladolid medio salvado no impidieron que el equipo se dejara llevar con el consiguiente sufrimiento final.
El único que mantuvo la tensión competitiva hasta el final, con la consiguiente recompensa, fue Don Vicente Cantatore. El chileno, con una gran plantilla por cierto, mantuvo al equipo durante la temporada 96-97 en los puestos altos de la clasificación, pero sobre todo consiguió que en la recta final el equipo apretara en cada partido aun habiendo conseguido la ansiada permanencia varias jornadas antes.
Por todos es conocido como acabaron las dos temporadas que completó con el Real Valladolid Mendilibar, uno de los grandes entrenadores de los últimos años. Salvación conseguida en el último encuentro tras haber bajado los brazos en el tramo final de la liga de manera escandalosa. Con Pepe Moré ocurrió más de lo mismo. Buen comienzo de temporada, bajón de juego y resultados y cuando el equipo se veía con el agua al cuello, daba el do de pecho.
Con Djukic pensé que sería diferente. Pero no. Tras un buen inicio de campeonato el equipo se ha diluido sin mostrar ningún tipo de ambición en partidos como el de Deportivo, Levante, Betis, Osasuna o ayer frente al Granada. Da la sensación que el objetivo son los 42 puntos, ni menos, ni más.
En Granada el Valladolid fue un pelele en manos de un equipo muy necesitado de puntos pero que se topó una y otra vez con el reaparecido Jaime. Djukic decidió hacer dos cambios importantes en el mismo partido, Jaime y Guerra sustituían a Dani y Manucho. El portero estuvo espléndido. Él sólo consiguió desesperar a los delanteros granadinos y traer un punto a Valladolid. Jaime y el golazo de Ebert. El alemán no está al nivel de comienzo de temporada, pero sigue siendo decisivo en este equipo. El resto nada, ni aparecieron por Los Cármenes. Ni siquiera Djukic con su planteamiento y sus cambios consiguió que el equipo intentara buscar la victoria. Es más, finalizó el encuentro con un trivote en el centro del campo, buscando cerrar el partido con el empate.
Dicho todo esto, no hay dudas de que la plantilla del Real Valladolid es corta, que ha habido lesiones importantes, que somos un recién ascendido y que Djukic está haciendo maravillas con este equipo. Pero también es cierto que esta temporada el Valladolid ha demostrado que puede jugar bien al fútbol y ser competitivo contra cualquier rival. Es más, equipos como el Rayo Vallecano o el Levante, con unas capacidades similares a las nuestras, se están mostrando mucho más competitivos.
Con 39 puntos estamos prácticamente salvados. Quedan 6 partidos (y 53 segundos). Tenemos que viajar al Bernabeu y Nou Camp, jugar contra tres de los equipos que están luchando por la permanencia y recibir al Sevilla la semana que viene. Esperemos que el equipo no baje los brazos, compita en cada partido, y al final de la temporada nos sintamos orgullosos del Real Valladolid.