El gran valedor de Juan Ignacio Martínez
Víctor, asesor de Marcos, cree que el técnico que le dirigió en el Cartagena encaja en el banquillo de Zorrilla
Juan Ignacio Martínez 'JIM' vuelve a figurar como principal candidato para el banquillo del Real Valladolid y dispone de apoyos muy sólidos en el entorno blanquivioleta. El principal es el de Víctor Manuel Fernández, asesor de Alberto Marcos en la dirección deportiva. JIM dirigió a Víctor en el Cartagena y el exfutbolista guarda recuerdos imborrables, unas cuantas anécdotas y una excelente relación personal con el gran aspirante al banco de Zorrilla, con el que no ha perdido el contacto, ni siquiera en los últimos días.
«Todo lo que puedo decir de él es bueno. Estoy convencido de que es un buen entrenador para el Valladolid y para cualquier equipo de Primera. Lo ha demostrado en el Levante, donde tampoco creo que tuviera una plantilla como para lograr lo que ha conseguido».
Víctor contempla a Juan Ignacio Martínez como un técnico que encaja en la línea de continuidad que pretende la dirección deportiva para el Real Valladolid post-Djukic. «Marcos busca esa filosofía de tener el balón y no quiere cambiarla. Tenemos futbolistas para jugar a eso. Y [JIM] entra dentro de esta idea. Pero a Marcos también le gustan más entrenadores. Cualquiera que encuentre seguro que será buena opción».
Pero, ¿cómo es JIM? ¿Qué recuerda Víctor de sus dos temporadas en un Cartagena que se distinguió por un fútbol exquisito?
«Después de que apostase por mí me di cuenta de qué tipo de juego le gustaba. Su apuesta era por un fútbol vistoso que sacaba el balón jugado desde atrás. En esa Segunda División fuimos el equipo que mejor jugó, aunque al final no conseguimos lo que esperábamos. Todo el mundo pensaba entonces que en Segunda no se podía practicar ese fútbol y demostramos que sí era posible con gente que tampoco era muy conocida. Con un equipo más o menos normal hicimos un gran año en números y, sobre todo, en la manera de jugar», apunta Víctor. El Cartagena acabó quinto en la temporada 2009-2010 en Segunda División.
Juan Ignacio Martínez sabe conjugar la exigencia en el trabajo con una atmósfera distendida cuando las circunstancias lo requieren. En el vestuario del Cartagena, alternaba el análisis táctico de los rivales con «vídeos de cachondeo que le pasaban» y que despertaban las risas de la plantilla, según recuerda Víctor.
«Es un técnico que exige mucho, pero luego se muestra muy cercano al jugador. No quería que los entrenamientos fuesen aburridos ni que nos pasáramos una hora viendo vídeos. Es una persona simpática y alegre. Pero también es el primero en estar serio y en hacer que los demás mantengan esa seriedad».
La llegada de Víctor al Cartagena en el verano de 2009 tuvo mucho que ver con la insistencia de Juan Ignacio Martínez, quien le dio un 'tour' por la zona persuadirle de la idoneidad de firmar con el Efesé. «Recuerdo las ganas que tenía de llevarme allí. El primer día me montó en su coche y me enseñó La Manga entera para intentar convencerme. Me mostró todos los rincones de Cartagena, de toda Murcia. En una tarde fue capaz de convencerme para que estuviera allí dos años. Es un entrenador que tiene muy claro los futbolistas que le gustan».
Sin embargo, el juego vistoso de Cartagena tuvo poco que ver con el fútbol aguerrido del Levante en Primera División, donde el estilo cambió totalmente en un claro ejercicio de adaptación. «Me quedé sorprendido cuando vi la manera de jugar del Levante», recuerda Víctor. «A nosotros nos había enseñado otra cosa y casi nos obligaba a salir desde atrás tocando el balón. No quería pelotazos. Pero al final lo que sorprende es que sabe adaptarse. No va a jugar a una cosa en la que sus jugadores no creen y él considera que no van a ser capaces de hacerlo. Lo que ha conseguido en el Levante es deportivamente espectacular, como también fue lo que logró con el Cartagena». Y, por eso, Víctor cree que también podría «sacar jugo» al Real Valladolid como ha demostrado en sus dos últimos destinos.
Juan Ignacio Martínez es un técnico «maniático» en algunas costumbres y que fija normas que no «pueden variar ni un centímetro» como decidir qué personas pueden entrar al vestuario del equipo y quiénes no. Si el 'código JIM' se incumple, puede montar en cólera. «Es muy recto», confirma Víctor. «Y hace bien porque se hace respetar. Luego también tiene mucha mano izquierda».
Entrenador y exfutbolista han mantenido el contacto desde que Víctor acabó su contrato en Cartagena y JIM se marchó al Levante. El Real Valladolid ha estado (y está) en muchas de esas conversaciones. «Cuando me retiré, siempre me preguntaba si iba a entrar en el club a trabajar», cuenta Víctor. «Hemos hablado, seguimos hablando y seguiremos hablando».
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