¡Qué tarde la de aquel día!
Un truco de chistera, un inesperado polizón y el influjo de la diversión
Han pasado algo más de 18 años, “toda una vida”, desde que Tote fuese el artillero indómito de una de las tres victorias cosechadas por el Real Valladolid en La Catedral (San Mamés). Ha oído bien. Tres tras cuarenta y tres visitas ligueras al templo de los leones, casi inexpugnable para los blanquivioleta.
Anotó su único hat-trick en Liga (consiguió otro con el Real Madrid en Copa del Rey) para ayudar a que el conjunto vallisoletano, dirigido en aquel curso 2001-2002 por Pepe Moré, se impusiese por 1-4 al Athletic Club de Bilbao. Un “truco de chistera” que el ex futbolista madrileño tiene tatuado en su retina y que él enlaza con la alegría con la que aquel equipo jugaba. Diversión sobre el tapete acunada por la sana atmósfera y camaradería que se respiraba en el vestuario. “No he estado en otro igual”, asevera.
Jorge López Marco “Tote” (23-11-1978, Madrid) recaló en el Real Valladolid en calidad de cedido por el Real Madrid en la temporada 2001-2002. Disputó 36 partidos en los que anotó siete goles para después regresar en la 2005-2006 tras pasar por el Real Madrid, el Real Betis y el Málaga. Tras otra temporada en Zorrilla, fichó por el Hércules, donde siguió exhibiendo su talento hasta que se retiró en 2012.
Una carrera extensa, porfiada de batallas y anécdotas. Pero Tote lo tiene claro. Responde sin vacilar. Aquel curso fue especial…
“Ha sido el mejor año de mi vida futbolística. En ningún equipo he pasado tanto tiempo fuera del vestuario con los compañeros y eso se plasmó en el campo. Si hubiésemos tenido más ambición, hubiésemos jugado la UEFA. Perdimos algunos puntos que deberíamos haber ganado. Teníamos muchos jugadores de nivel y nos salía todo de dulce. Puntuamos en campos complicados y conseguimos ganar a algún grande en casa”, rememora el madrileño.
De hecho, el Real Valladolid terminó la temporada en la duodécima posición con 48 puntos en su casillero y contaba en sus filas con jugadores como Ricardo, Bizarri, Marcos, Torres Gómez, Caminero, Jesús Sánchez, Eusebio, Luis García, Fernando Sales, Cuahtémoc Blanco… “Una gente maravillosa, muy buena conmigo desde el primer momento. Muchos hicimos amistad que hoy conservamos. Seguimos quedando para comer o cenar. Jugábamos bien porque nos divertíamos en el campo. No queríamos que acabasen los noventa minutos”, apunta Tote, quien ve en aquel “buen rollo” el secreto de su buen fútbol.
Como el que el Real Valladolid dispuso en la tarde de marras, la de aquella imponente victoria ante el Athletic Club de Bilbao. Él abrió el marcador con dos goles en el primer tiempo (minutos 36 y 43). Urzaiz recortaría diferencias en el 56, pero un gol de Cuahtémoc Blanco en el 71 y el tercero de Tote en 77 sellarían un triunfo histórico.
“Fue un día muy bonito. Teníamos un equipazo. Jugamos y lo pasamos muy bien. Recuerdo que la afición del Athletic Club de Bilbao nos aplaudió al final. Es un sitio especial. Un campo emblemático en el que no les cuesta reconocer al rival si han jugado bien. Una victoria para la historia, a pesar de que no cogí el balón y el árbitro tampoco vino a dármelo. Flipante. Fue uno de mis mejores partidos a nivel goleador porque tenía unos compañeros al lado que lo hacían muy fácil y todo lo que toqué entró. Sin embargo, creo que he tenido partidos mejores”, detalla y opina Tote.
También desliza una anécdota curiosa. La de un inesperado polizón que cubrió el camino realizado por el autobús del Real Valladolid desde el hotel hasta el antiguo estadio de San Mamés corriendo a su vera. “Cuando parábamos en los semáforos se ponía a estirar. Nos partíamos de risa una vez vimos que aguantaba bien y no se iba a morir”, bromea Tote para culminar el relato de aquella tarde de octubre.
Desde entonces, una mayoría de edad. Dieciocho años que han pasado “demasiado rápido” …
“El fútbol te devora”, argumenta Tote, quien ahora disfruta de la vida sin tanto vértigo, asesorando a jóvenes talentos y empapándose de fútbol. También del que ejecuta el Real Valladolid, un equipo, a su juicio, “muy trabajado y que sabe lo que quiere”.
“Les deseo lo mejor. El Real Valladolid me trató muy bien, con mucho cariño y deseo que se salven y sigan muchos años más en Primera, que es donde deben estar”, anota Tote quien, para concluir, recomienda a los de Sergio González “atrevimiento” sobre el verde. Su receta para hacer historia de nuevo en un terreno, San Mamés, que el Real Valladolid visitará este domingo (18,30 horas) y que se ha antojado tradicionalmente vedado para sus intereses.
http://www.realvalladolid.es/noticias/actualidad/18102019/Que-tarde-la-de-aquel-dia/