Ebert solo podrá jugar en Rusia ahora
La rescisión del contrato no da derecho al futbolista a fichar por quien quiera
E. DE LA PISA | VALLADOLID.-
Ebert se va del Real Valladolid. El jugador alemán ha decidido rescindir el contrato que le unía al equipo blanquivioleta hasta el 30 de junio de manera unilateral. El extremo tenía un expediente abierto por negarse a jugar el partido de liga ante el Villarreal y desde entonces fue apartado de los entrenamientos. Pero que deje la disciplina pucelana no implica que pueda fichar por el club que desee. Más aún, en función de las condiciones en que se ha producido la rescisión, aspecto este que el club podría exoplicar el domingo después del partido ante el Elche, pudiera ser que ni siquiera volviera a jugar esta temporada.
En la salida de Ebert del Real Valladolid hay dos aspectos a considerar.
El primero es que el futbolista solo puede incorporarse a un equipo de una Liga que tenga el mercado de fichajes abierto, algo que en Europa ahora mismo solo ocurre en Rusia. Aunque a efectos legales el germano está en paro, no lo estaba el 31 de enero, y por lo tanto no se le considera un jugador libre. En las redes sociales ha circulado el rumor de que al estar en paro podría fichar por cualquier equipo español, algo que es totalmente incierto.
Pero, y aquí está la segunda cuestión, el club debe aclarar en qué condiciones está firmada o aplicada la rescisión. Puede ser de mutuo acuerdo, o puede ser decisión exclusiva del jugador, que es lo que parece sugerir la explicación oficial de la entidad blanquivioleta. Si así fuera el club no tiene porqué dar el pase internacional del jugador -del que es propietario la entidad blanquivioleta desde el momento en el que le contrató-.
Según la reglamentación de la FIFA, solo hay dos supuestos en los que puede rescindirse un contrato sin causa justificada: si hay acuerdo entre ambas partes o si el jugador lo prueba y justifica en causas deportivas. En cualquier caso, ambas situaciones solo pueden darse a final de temporada, y no a mitad de la misma.
La decisión de Ebert y su representante, por tanto, puede haber metido en un callejón sin salida al jugador. El Valladolid pretendía obtener un beneficio económico de su posible salida hacia un club ruso -el Spartak de Moscú es el más interesado-, habida cuenta de que finaliza contrato el 30 de junio y estaba dispuesto a mantenerlo apartado lo que resta de temporada si el jugador no se avenía a negociar. Ahora la decisión del futbolista, en el caso de que el club no esté de acuerdo, deja a la entidad con todo el mango de la sartén.
La salida del extremo germano, en cualquier caso, ha provocado un suspiro de alivio en el vestuario blanquivioleta, en el que todo el problema con el jugador se había visto como una especie de guerra particular del futbolista con el club. Más allá del enfrentamiento que tuvo con Jesús Rueda, que le reprochó en público y con contundencia su desafección y su falta de compañerismo, el teutón ya no tenía trato con prácticamente ningún jugador del vestuario y su presencia en las instalaciones del club era un motivo de cierta tensión por cuanto su presencia no resultaba agradable
http://realvalladolid.elnortedecastilla.es/noticias/2014-02-07/ebert-solo-podra-jugar-201402071725.html