La Audiencia Provincial da la razón al Real Valladolid en el caso Ebert
El tribunal desestima el recurso de la agencia NBR para cobrar el 50% de los 1,4 millones de indemnización que pagó el Spartak al club
El Real Valladolid sigue ganando litigios en los tribunales. Esta vez ha goleado, por segunda vez, a Patrick Ebert y a su antigua agencia de representación, gracias a la sentencia dictada por la sección número 3 de la Audiencia Provincial de Valladolid, con el juez José Jaime Sanz Cid como ponente. La resolución confirma en todos sus puntos el fallo emitido por el Juzgado de Primera Instancia número 9 de Valladolid el 22 de julio de 2016 y da la razón al club blanquivioleta, que no tendrá que abonar a los exagentes del futbolista la mitad de los casi 1,4 millones que percibió del Spartak de Moscú como indemnización tras la espantada del alemán en enero de 2014.
La película del caso Ebert comenzó el 1 de agosto de 2012, cuando el Real Valladolid firmó dos contratos. Uno, con el propio futbolista (representado entonces por la agencia alemana NBR 13 GMBH) con una duración de dos años. En este compromiso figuraba una cláusula: «En caso de resolución lateral por parte de D. Patrick Ebert del presente contrato antes de la finalización del mismo se establece [...] una indemnización de ocho millones de euros». El segundo contrato lo rubricó el Real Valladolid (y la administración concursal, ya que el club se encontraba en concurso de acreedores) con la compañía NBR 13 GMBH. En la cláusula segunda figuraba: «Si durante la vigencia del contrato de D. Patrick Ebert con el Real Valladolid, D. Patrick Ebert fuera traspasado a un tercer club, el Real Valladolid abonaría a la empresa NBR 13 GMBH el 50% de la cantidad en la que se cifre la citada transferencia».
El Spartak de Moscú se interesó por Patrick Ebert en el mercado invernal de 2014 y el jugador manifestó su deseo de salir. «El Real Valladolid entró en negociaciones con dicho equipo. La oferta del Spartak era de 700.000 euros y de un variable de 250.000 en función de que el FC Spartak se clasificara para la fase de grupos de la UEFA Champions League, sin límite de tiempo. Cantidades alejadas de los 1.500.000 euros que solicitaba el Real Valladolid», recoge la sentencia.
El club blanquivioleta se dirigió a NBR para ver si reducía su comisión del 50% a 60.000 euros. La agencia se negó y el Real Valladolid cerró la vía al traspaso. En esas fechas, NBRya no representaba a Ebert, quien desde el 27 de marzo de 2013, pasó a tener como agente a Tolga Dirican, de la empresa TDSSports.
El futbolista se declaró en rebeldía y se negó a jugar contra el Villarreal el 25 de enero de 2014, lo que le supuso la apertura de un expediente disciplinario por parte del club blanquivioleta. La sentencia recuerda que «el Real Valladolid no consintió ni hizo traspaso alguno». «Fue entonces cuando D. Patrick Ebert amenazó primero con la resolución unilateral de su contrato (el 30 de enero de 2014). Lo hizo efectivo al día siguiente y procedió a fichar por el Spartak».
Montaje desestimado
El club moscovita accedió a pagar al Real Valladolid una cantidad que rozaba los 1,4 millones de euros en concepto de indemnización el 10 de marzo de 2014. La agencia NBR entendió que se trataba de un traspaso encubierto y reclamó en los tribunales la mitad de esa cantidad, en virtud de la cláusula que figuraba en el contrato, al entender que se trataba de un «montaje» para que no percibiera su comisión.
«Ni que decir tiene que el traspaso y la resolución unilateral son dos cosas totalmente diferentes», sostiene la sentencia de la Audiencia Provincial. «El Real Valladolid no ha intervenido ni en la resolución del contrato que tenía con el jugador ni tampoco en el contrato que este ha firmado con el Spartak. La resolución del contrato con el jugador ha sido unilateral y, como todos los contratos unilaterales, por decisión e intervención de una sola de las partes», insiste el magistrado José Jaime Sanz Cid en su escrito.
La sentencia recuerda también que el Real Valladolid atravesaba dificultades económicas, que luchaba por mantener la categoría en Primera y que el conflicto planteado por Ebert surgió en un momento crítico. «Como bien conoce la parte apelante, no debe extrañarnos la precipitación de los acontecimientos en este tipo de contratos, que están marcados por la premura del tiempo al cerrarse el mercado de invierno».
La Audiencia descarta que exista un «fraude de ley», como argumentaba la procuradora Carmen de Benito en representación de la agencia NBR 13 GMBH. «No se ha llegado a probar que se haya producido así. Todas las operaciones referentes a esta operación no se han realizado exclusivamente por el presidente del club [Carlos Suárez], sino que se han realizado directamente o, al menos, con la supervisión de dos administradores concursales [Juan Barco y Ricardo Nieto], cuya misión va mucho más allá de la mera defensa de los intereses del club y que no han sido nombrados por este, sino por el órgano judicial, por lo que, al menos en principio, están alejados de cualquier sospecha».
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