Los frentes abiertos de Braulio Vázquez
El director deportivo del Real Valladolid quiere atar próximamente a los canteranos Anuar, Zambrano, Calero y Mayoral, y hace malabarismos para fichar un extremo zurdo muy barato
La llegada del mercado invernal dirige todas las miradas del entorno blanquivioleta hacia Braulio Vázquez, pero el director deportivo del Real Valladolid señala a las arcas. Por activa y por pasiva, los máximos responsables del club vallisoletano insisten desde agosto que no queda prácticamente dinero para fichar, salvo que se produzca una venta. La rumorología, desmemoriada, sitúa a jugadores como Jose Naranjo (Celta de Vigo) en la órbita blanquivioleta, pero la realidad es tozuda. El corto presupuesto, agotado en la confección de la plantilla en verano, deja poco margen para que lleguen refuerzos de renombre. Con solo 3,9 millones destinados a las fichas de los futbolistas, el Real Valladolid figura en el furgón de cola de los equipos de Segunda. El escudo de las cinco llamas y las barras de color blanco y violeta puede ofrecer mucho lustre histórico, pero el prestigio de épocas pasadas no sirve para comprar jugadores.
A pesar de todo, Braulio Vázquez se mueve con la idea de conseguir un mínimo refuerzo (muy barato) para el presente y seguir apuntalando las bases para el futuro. En el primer caso, entra la idea de fichar un extremo zurdo. En el segundo, encauzar las renovaciones y ampliaciones de contrato de jugadores del filial que ya están cerca del primer equipo como Anuar Mohamed, Renzo Zambrano, Fernando Calero o David Mayoral. «Tengo que sentarme con la gente del B que está pegando fuerte y ver qué hacemos con Anuar, Renzo, Calero, Mayoral... aunque este último tiene contrato un año más», apunta.
«Por otro lado, el fichaje de un extremo zurdo no es inminente», añade Braulio. «Me queda una bala en la recámara y es de fogueo. El futbolista que venga tendrá un perfil secundario. Que nadie espere un Hernán Pérez. Puede que ni siquiera esté llamado a ser titular», anuncia el director deportivo del Real Valladolid.
La cesión de Luismi Sánchez al Nàstic de Tarragona, pendiente únicamente de la firma entre las dos entidades, permite liberar una cantidad mínima para acometer un fichaje: entre 30.000 y 40.000 euros. Con esas cifras, la mayoría de los futbolistas deseados queda fuera de tiro. El director deportivo no ha negociado nada en firme, aunque dispone de varias posibilidades. «Somos el último de la fila, no tenemos dinero», insiste.
Paco Herrera demanda un extremo zurdo ya que no dispone de futbolistas específicos para esta demarcación. El entrenador del Real Valladolid dejó claro antes del parón navideño que no cuenta con Dejan Drazic porque no es el futbolista que esperaba. El serbio puede moverse por varias posiciones del ataque (las dos bandas y la mediapunta), pero no ha logrado regularidad en su rendimiento. Con solo 188 minutos jugados en Liga con el Real Valladolid, el Celta de Vigo, propietario de sus derechos, le busca otro destino este invierno con la idea de que se foguee, el gran objetivo de los clubes cuando ceden jugadores. «Es una idea del Celta. Yo no le estoy empujando para que salga. Podría incluso quedarse aquí», apunta Braulio Vázquez. Otro futbolista que no cuenta para Paco Herrera es Guzmán Casaseca, pero su marcha se considera improbable. Al igual que sucedió en verano, el futbolista pacense parece decidido a apurar su contrato en Zorrilla, aunque no tenga prácticamente opciones de jugar.
Villar y De Tomás
El asunto de las renovaciones aparecen las negociaciones entabladas con Juan Villar para su continuidad, a medio gas hasta que concluya el mercado invernal. El interés del Leganés retrasa un posible acuerdo. Si el club madrileño plantea una oferta interesante, el Real Valladolid puede vender a Villar antes de que acabe su contrato el próximo 30 de junio. Entonces, Braulio Vázquez sí dispondría de dinero para fichar durante el mes de enero. Sin embargo, cada día que pasa sin que el Leganés llame a Zorrilla reduce las posibilidades de la operación porque el club pepinero puede pescar también entre los jugadores descartados en Primera. Si la venta no se produce, se retomarán las negociaciones, aunque Juan Villar será libre desde el 1 de enero para hablar con total libertad con más pretendientes.
Otra operación, apuntada por ‘El Desmarque’, pasa por la idea de que el Real Valladolid consiga hacerse con Raúl de Tomás en propiedad a partir del próximo verano. Para eso, el Pucela tendría que lograr el ascenso porque en Segunda División resulta inviable. De Tomás, cedido por el Real Madrid, posee una ficha de 600.000 euros, de la que el Real Valladolid solo abona 20.000. El pasado verano, el club blanquivioleta inscribió al delantero madrileño con licencia del filial (dorsal 47). La razón fue económica: se ahorró 20.000 euros. Esas limitaciones siguen vigentes y, por eso, no habrá ahora fichajes de relumbrón.
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