El difícil adiós de Braulio
- El director deportivo llega a un acuerdo con el director general de Osasuna para fichar por el club navarro
- Su salida de Zorrilla debe pasar por la comisión de control, al tener contrato hasta 2019 y exceder su cláusula de 50.000 €
La posibilidad de que Braulio Vázquez sea la próxima temporada director deportivo del Real Valladolid es mínima, por no decir nula. El pontevedrés se ha reunido con Fran Canal, director general de Osasuna, de cara a su fichaje. El acuerdo entre las partes es total.
Según ha sabido este diario, la oferta pamplonesa sobrepasa con creces la retribución de Braulio en Zorrilla, y prepara su salida. Un dato que en el entorno del club navarro dan como hecho. Osasuna cambiará su organigrama deportivo y recolocará a su actual máximo responsable, Jon Andoni Goikoetxea, siempre que así lo considere Braulio... si se produce el desembarco.
A éste no sólo le convence el dinero a percibir sino los 13 millones con los que contará para diseñar la plantilla osasunista 17-18. Un cifra que triplica de largo los algo más de 4 millones de los que ha dispuesto esta temporada con los blanquivioleta y que se repetirán la que viene.
El problema de Braulio es que antes de verse de rojillo ha de rescindir un contrato que el pasado noviembre consintió en ampliar hasta 2019, en una decisión que ahora parece poco meditada.
Para que se produzca su marcha se debe dar el consentimiento del presidente, pero no sólo el suyo. También ha de producirse el de la comisión de control que vigila por el cumplimiento de lo estipulado en el concurso de acreedores, cuyo plácet es imprescindible para cualquier operación que exceda de los 50.000 euros. Y la rescisión del contrato de Braulio los rebasa ampliamente. Dicha comisión la componen Juan Barco y Ricardo Nieto, ex administradores concursales del club, junto a David Baixauli, jefe control económico en la LFP.
Braulio Vázquez rechazó ayer amablemente realizar comentarios sobre este asunto, aunque no negó ni la reunión con Osasuna ni su oferta. Carlos Suárez sí habló, pero apenas arrojó luz sobre el asunto. «Braulio no me ha comunicado oficialmente nada. No me ha dicho que tenga una oferta de ningún club ni que quiera irse. Todo lo que sé de este caso es lo que me ha llegado desde fuera», indicó el presidente.
Las declaraciones y sobre todo los silencios indican que puede haberse perdido parte de la confianza entre la presidencia y la dirección deportiva. La solución no será nada fácil.
Una posibilidad es que el club deje salir gratis a Braulio. No parece probable, porque esta acción abriría una espita susceptible de ser aprovechada por algunos jugadores, que podrían pedir una salida a coste cero. En marzo se marchó de este modo Domingo Catoira, secretario técnico, al Valencia. El club lo consintió al ser un cargo de rango menor, pese a que pudo pedir una compensación.
Tampoco parece asumible el panorama de que todo siga como está, pues el hecho de que el director deportivo no haya informado en el club de su reunión afecta a la confianza entre ambas partes, un aspecto fundamental en un cargo como la dirección deportiva, del que depende el gasto más cuantioso de un club. Es muy difícil que la relación Suárez-Braulio no se vea tocada por un caso así.
La alternativa que en principio parece más plausible es el acuerdo económico entre las tres partes. El Real Valladolid puede renunciar a una porción de lo que le correspondería en concepto de rescisión unilateral, a cambio de que Osasuna y el propio Braulio corran con el pago del resto.
El problema para el gallego es que la entidad navarra quiere ponerse ya a trabajar en la nueva plantilla, para minimizar en lo posible el golpe del descenso a Segunda, y desea conocer a su nuevo director deportivo esta semana.
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