El problema italiano es algo complicado de narices y, como se ha dicho más adelante, muy antiguo. Es triste que un país con un semejante potencial socioeconómico y con grandísimos intelectuales vaya por unos derroteros tan antidemocráticos, entendiendo la democracia como una forma igualitaria e inclusiva de entender la gestión del territorio, y no sólo las urnas cada x tiempo. Creo que lo peor es que se produce una extraña síntesis del ''carácter mediterráneo'', creando una cultura política de la tragicomedia en la que al final el ciudadano no se decanta por opciones ideológicas, sino por el puro miedo a perder su bienestar o un cálculo de porbabilidad de quién va a ser menos chorizo, partiendo de que todos lo son y de que cualquiera haría lo mismo en su situación. En parte, esto pasa en España, pero hay tres factores que nos diferencian, por ser más intensos en su caso: el atraso del meridione, la cultura mafiosa y el nacionalcatolicismo exacerbado.
En el primer caso, se puede hablar de un sur con poquísimas infrastructuras e industria, lo cual favorece la despoblación y la fuga de cerebros hacia el norte o el extranjero. Creo que en España la cosa está más equilibrada a nivel general, aunque tampoco se podría decir que no tenemos desequilibrios.
En cuanto al segundo factor, el inmenso poder de la mafia en TODAS las esferas de la vida pública y el clientelismo en los organismos públicos crea una situación de ineficacia de ciertos servicios públicos, que, combinada con el insetable sistema electoral italiano y la menor cobertura del Estado de Bienestar que en el caso español, le resta legitimidad al sistema democrático, favoreciendo posturas como el abstencionismo pasivo (y activo, por parte de un movimiento libertario medianamente potente al que no hace caso ni dios) o el ''cinismo democrático''. Vamos, que en cierto modo los ciudadanos bajan la guardia y ven la política como un circo de mangantes y no como algo que influirá de forma determinante en su destino.
En cuanto al nacional catolicismo, en el extranjero tienen una visión chunguísima de España por Torquemada y cia (que por otra parte eran unos santos al lado de sus homólogos centroeuropeos y británicos), pero en Italia el Vaticano manda muchísimo, y la Iglesia tiene mayor presencia social e influencia política, yendo de la mano con partidos como Forza Italia o la Lega Nord (esto SÍ que es un partido fascista, lo de Berlusconi es populismo chabacano de derechas), cuyos eslóganes a menudo se refuerzan mutuamente.
Con todo esto, y en una fase de recesión económica, ¿quién tiene la culpa? Sin duda, los inmigrantes, los más desprotegidos, débiles y amenazantes por lo extraño, en el fondo el miedo a afrontar el reto de crear una sociedad intercultural y buscar referentes no étnicos para la definición de su ciudadanía. Se tergiversan y sacan de contexto cifras de criminalidad, los medios se ocupan de crear binomios abusivos como ''emigrante-maleante'' y una opinión pública hasta los huevos de todo tiene un problema cercano al que echarle la culpa. Y así, mágicamente, países que toda su puñetera historia han sido tierra de mestizaje, y en los dos últimos siglos de emigración intensiva, pierden su memoria histórica y se hacen xenófobos. Y eso, medios, iglesias, mafias, etc. aparte, es en el fondo culpa de que esa gente es IDIOTA y no se para a analizar fríamente, porque información tienen la que quieran a su alcance (existe la libertad de expresión al menos). Bueno, y más que idiotas, me parece que aprender y corear ciertos eslóganes racistas, apoyar los Centros de '''''acogida''''' a inmigrantes (auténticos guantánamos europeos en Lampedussa, Melilla, Tenerife...) o que el ejército persiga a los ilegales ya no sólo es ser imbécil, sino que implica un alto grado de maldad, con lo cual, señores xenófobos y/o filofascistas de aquí y allá, son ustedes simple y llanamente unos hijos de puta.
En el primer caso, se puede hablar de un sur con poquísimas infrastructuras e industria, lo cual favorece la despoblación y la fuga de cerebros hacia el norte o el extranjero. Creo que en España la cosa está más equilibrada a nivel general, aunque tampoco se podría decir que no tenemos desequilibrios.
En cuanto al segundo factor, el inmenso poder de la mafia en TODAS las esferas de la vida pública y el clientelismo en los organismos públicos crea una situación de ineficacia de ciertos servicios públicos, que, combinada con el insetable sistema electoral italiano y la menor cobertura del Estado de Bienestar que en el caso español, le resta legitimidad al sistema democrático, favoreciendo posturas como el abstencionismo pasivo (y activo, por parte de un movimiento libertario medianamente potente al que no hace caso ni dios) o el ''cinismo democrático''. Vamos, que en cierto modo los ciudadanos bajan la guardia y ven la política como un circo de mangantes y no como algo que influirá de forma determinante en su destino.
En cuanto al nacional catolicismo, en el extranjero tienen una visión chunguísima de España por Torquemada y cia (que por otra parte eran unos santos al lado de sus homólogos centroeuropeos y británicos), pero en Italia el Vaticano manda muchísimo, y la Iglesia tiene mayor presencia social e influencia política, yendo de la mano con partidos como Forza Italia o la Lega Nord (esto SÍ que es un partido fascista, lo de Berlusconi es populismo chabacano de derechas), cuyos eslóganes a menudo se refuerzan mutuamente.
Con todo esto, y en una fase de recesión económica, ¿quién tiene la culpa? Sin duda, los inmigrantes, los más desprotegidos, débiles y amenazantes por lo extraño, en el fondo el miedo a afrontar el reto de crear una sociedad intercultural y buscar referentes no étnicos para la definición de su ciudadanía. Se tergiversan y sacan de contexto cifras de criminalidad, los medios se ocupan de crear binomios abusivos como ''emigrante-maleante'' y una opinión pública hasta los huevos de todo tiene un problema cercano al que echarle la culpa. Y así, mágicamente, países que toda su puñetera historia han sido tierra de mestizaje, y en los dos últimos siglos de emigración intensiva, pierden su memoria histórica y se hacen xenófobos. Y eso, medios, iglesias, mafias, etc. aparte, es en el fondo culpa de que esa gente es IDIOTA y no se para a analizar fríamente, porque información tienen la que quieran a su alcance (existe la libertad de expresión al menos). Bueno, y más que idiotas, me parece que aprender y corear ciertos eslóganes racistas, apoyar los Centros de '''''acogida''''' a inmigrantes (auténticos guantánamos europeos en Lampedussa, Melilla, Tenerife...) o que el ejército persiga a los ilegales ya no sólo es ser imbécil, sino que implica un alto grado de maldad, con lo cual, señores xenófobos y/o filofascistas de aquí y allá, son ustedes simple y llanamente unos hijos de puta.