CONQUISTÓ SU QUINTO US OPEN CONSECUTIVO TRAS GANAR EN TRES SETS A MURRAY
Federer salva el año en Nueva York
Roger Federer encontró en el Abierto de Estados Unidos un bálsamo para una temporada que estaba siendo aciaga, ya que su triunfo ante el escocés Andy Murray en la final del torneo le permite borrar los sinsabores de este año con la consecución de su quinto torneo consecutivo en Nueva York.
El jugador helvético, que por primera vez en cuatro años afrontaba un Grand Slam sin ostentar la condición de número uno mundial, se reencontró con su mejor tenis en Flushing Meadows y superó con mucha autoridad a Murray, un novato en finales de este calibre, por un claro 6-2, 7-5 y 6-2, en menos de dos horas de partido. Con este quinto título Federer iguala a otras grandes leyendas de este torneo como Pete Sampras y Jimmy Connors y se ha convertido en el primer tenista capaz de ganar cinco años seguidos, desde que lo consiguiera Bill Tilden hace 84 años.
Tras un año en el que no había conseguido ninguno de los grandes, tan sólo había ganado dos torneos menores como Estoril y Halle, Federer no falló en esta ocasión y sumó su decimotercer título de Grand Slam, lo que le deja a tan solo uno de Pete Sampras, que mantiene el récord en catorce.
Murray, que había desplegado un gran tenis durante todo el torneo, se vio intimado por la voracidad de Federer, que saltó a la pista dispuesto a presionar al escocés desde la primera bola de partido, para no permitir a su rival soltar los nervios por jugar su primera final de un grande. La táctica le salió perfecta al número dos mundial. Federer hizo estragos con su derecha, su juego agresivo y sus subidas a la red. Murray buscaba la manera de cambiar la dinámica del partido, pero cuando quiso darse cuenta ya tenía un 6-2 en contra en apenas 26 minutos de juego.
Una nueva rotura de servicio de Federer, que suponía su sexto juego consecutivo desde el 2-2, metía el partido en una senda muy peligrosa para Murray. Sin embargo, el británico aprovechó unos errores nos forzados del suizo para devolverle la rotura de servicio y meterse de nuevo en el partido. El vencedor del Masters de Cincinnati comenzó por primera vez a tutear a Federer sobre la pista. Murray, muy rápido de piernas, comenzó a ser un frontón y el suizo cometió más errores, lo que le puso con un 0-40 en el quinto juego. Pero el helvético sacó la rabia contenida por su frustrante año y le dio la vuelta a la situación.
En la segunda manga, ambos jugadores desplegaron su mejor tenis, con grandes puntos por uno y otro lado, hasta que se llegó al duodécimo juego. Ahí Federer demostró porqué es uno de los más grandes de la historia del tenis y elevó un punto más la agresividad de sus golpes, con una gran derecha y dos voleas que le permitieron gozar de tres bolas de set para cerrar el segundo parcial por 7-5.
Murray acusó mucho la pérdida de este segundo set y bajó su nivel de juego de la misma forma que Federer elevó el suyo. El jugador de Basilea jugaba a placer ante un rival cabizbajo que en un abrir y cerrar de ojos se encontró con un 5-0 en contra que dejaba el partido finiquitado. En un arranque de pundonor, el nuevo número 4 del mundo sumó dos juegos, pero Federer no quería dejar ningún resquicio y sobre el servicio de su adversario cerró el partido con un poderoso 'smash' que le llevó directo al título.
Federer salva el año en Nueva York
Roger Federer encontró en el Abierto de Estados Unidos un bálsamo para una temporada que estaba siendo aciaga, ya que su triunfo ante el escocés Andy Murray en la final del torneo le permite borrar los sinsabores de este año con la consecución de su quinto torneo consecutivo en Nueva York.
El jugador helvético, que por primera vez en cuatro años afrontaba un Grand Slam sin ostentar la condición de número uno mundial, se reencontró con su mejor tenis en Flushing Meadows y superó con mucha autoridad a Murray, un novato en finales de este calibre, por un claro 6-2, 7-5 y 6-2, en menos de dos horas de partido. Con este quinto título Federer iguala a otras grandes leyendas de este torneo como Pete Sampras y Jimmy Connors y se ha convertido en el primer tenista capaz de ganar cinco años seguidos, desde que lo consiguiera Bill Tilden hace 84 años.
Tras un año en el que no había conseguido ninguno de los grandes, tan sólo había ganado dos torneos menores como Estoril y Halle, Federer no falló en esta ocasión y sumó su decimotercer título de Grand Slam, lo que le deja a tan solo uno de Pete Sampras, que mantiene el récord en catorce.
Murray, que había desplegado un gran tenis durante todo el torneo, se vio intimado por la voracidad de Federer, que saltó a la pista dispuesto a presionar al escocés desde la primera bola de partido, para no permitir a su rival soltar los nervios por jugar su primera final de un grande. La táctica le salió perfecta al número dos mundial. Federer hizo estragos con su derecha, su juego agresivo y sus subidas a la red. Murray buscaba la manera de cambiar la dinámica del partido, pero cuando quiso darse cuenta ya tenía un 6-2 en contra en apenas 26 minutos de juego.
Una nueva rotura de servicio de Federer, que suponía su sexto juego consecutivo desde el 2-2, metía el partido en una senda muy peligrosa para Murray. Sin embargo, el británico aprovechó unos errores nos forzados del suizo para devolverle la rotura de servicio y meterse de nuevo en el partido. El vencedor del Masters de Cincinnati comenzó por primera vez a tutear a Federer sobre la pista. Murray, muy rápido de piernas, comenzó a ser un frontón y el suizo cometió más errores, lo que le puso con un 0-40 en el quinto juego. Pero el helvético sacó la rabia contenida por su frustrante año y le dio la vuelta a la situación.
En la segunda manga, ambos jugadores desplegaron su mejor tenis, con grandes puntos por uno y otro lado, hasta que se llegó al duodécimo juego. Ahí Federer demostró porqué es uno de los más grandes de la historia del tenis y elevó un punto más la agresividad de sus golpes, con una gran derecha y dos voleas que le permitieron gozar de tres bolas de set para cerrar el segundo parcial por 7-5.
Murray acusó mucho la pérdida de este segundo set y bajó su nivel de juego de la misma forma que Federer elevó el suyo. El jugador de Basilea jugaba a placer ante un rival cabizbajo que en un abrir y cerrar de ojos se encontró con un 5-0 en contra que dejaba el partido finiquitado. En un arranque de pundonor, el nuevo número 4 del mundo sumó dos juegos, pero Federer no quería dejar ningún resquicio y sobre el servicio de su adversario cerró el partido con un poderoso 'smash' que le llevó directo al título.