Como todos sabéis, el país centroamericano ha vivido en sus carnes el primer golpe de estado en América Latina de la era Obama. Las oligarquías hondureñas tienen en Micheletti y unas fuerzas armadas divididas, el argumento falaz de una situación de "sustitución constitucional" según los golpistas.
Los giros de Zelaya, presidente electo, hacias las políticas cercanas al eje socialista liderado por Chávez en América Latina, ha levantado a las clases más poderosas y al empresariado hondureño en su contra.
Honduras está incluido en el ALBA, la Alternativa Bolivariana para las Américas, que es una alianza de políticas económicas y estructurales de la región sudamericana y caribeña, de corte socialista, y que sirve como alternativa al ALCA, tratado de relaciones comerciales y económicas, liderado por los EEUU.
En un episodio vivido con tibieza desde las potencias occidentales, los militares hondureños secuestaron y expulsaron del país al presidente Zelaya, elegido democráticamente por el pueblo hondureño, haciéndose Micheletti con las riendas del país.
EEUU, con su base y presencia militar en el país, ya ha dado muestras de sus políticas de "doble carril" (Ver más en http://www.granma.cubaweb.cu/2009/07/06/interna/artic08.html), en las que se destaca por su doble cara, en la tibieza en la respuesta de condena, sin acciones definidas contra los golpistas, y su histórica querencia hacia las oligarquías y alto empresariado hondureño.
La ONU, condena, pero una vez más, su papel queda en entredicho, Europa poco menos que calla (y desinforma a través de los medios) y la OEA que da un ultimátum a los golpistas el pasado 1 de julio de 72 horas, para que reestablezcan la situación, queda anulada ante la actuación de los golpistas.
Ayer Zelaya tenía pensado regresar a Honduras, en un vuelo acompañado por otros presidentes como Cristina Kischner de Argentina y Correa de Ecuador, estos finalmente retiraron el acompañamiento a Zelaya en una decisión misteriosa, quizá más cercana al miedo que a las presiones, y finalmente el presidente expulsado se presentó en el cielo hondureño, intentando aterrizar en un aeropuerto tomado por las fuerzas militares y policiales que impedían el aterrizaje.
Esta es una situación gravísima, insostenible, y ante la cual, apenas hay respuesta internacional.
Mientras, los defensores de Zelaya, que acudieron en masa a recibir al presidente vieron como eran desalojados brutalmente, con el resultado de un jóven con la cabeza reventada desde la nuca por un balazo.
Hoy, Zelaya se ha dirigido al ejército hondureño con palabras como "Llamo a las Fuerzas Armadas de Honduras a que bajen sus rifles", "no repriman más al pueblo hondureño"...
FUERA GOLPISTAS DE HONDURAS
VIVA EL PUEBLO LIBRE Y SOBERANO
Los giros de Zelaya, presidente electo, hacias las políticas cercanas al eje socialista liderado por Chávez en América Latina, ha levantado a las clases más poderosas y al empresariado hondureño en su contra.
Honduras está incluido en el ALBA, la Alternativa Bolivariana para las Américas, que es una alianza de políticas económicas y estructurales de la región sudamericana y caribeña, de corte socialista, y que sirve como alternativa al ALCA, tratado de relaciones comerciales y económicas, liderado por los EEUU.
En un episodio vivido con tibieza desde las potencias occidentales, los militares hondureños secuestaron y expulsaron del país al presidente Zelaya, elegido democráticamente por el pueblo hondureño, haciéndose Micheletti con las riendas del país.
EEUU, con su base y presencia militar en el país, ya ha dado muestras de sus políticas de "doble carril" (Ver más en http://www.granma.cubaweb.cu/2009/07/06/interna/artic08.html), en las que se destaca por su doble cara, en la tibieza en la respuesta de condena, sin acciones definidas contra los golpistas, y su histórica querencia hacia las oligarquías y alto empresariado hondureño.
La ONU, condena, pero una vez más, su papel queda en entredicho, Europa poco menos que calla (y desinforma a través de los medios) y la OEA que da un ultimátum a los golpistas el pasado 1 de julio de 72 horas, para que reestablezcan la situación, queda anulada ante la actuación de los golpistas.
Ayer Zelaya tenía pensado regresar a Honduras, en un vuelo acompañado por otros presidentes como Cristina Kischner de Argentina y Correa de Ecuador, estos finalmente retiraron el acompañamiento a Zelaya en una decisión misteriosa, quizá más cercana al miedo que a las presiones, y finalmente el presidente expulsado se presentó en el cielo hondureño, intentando aterrizar en un aeropuerto tomado por las fuerzas militares y policiales que impedían el aterrizaje.
Esta es una situación gravísima, insostenible, y ante la cual, apenas hay respuesta internacional.
Mientras, los defensores de Zelaya, que acudieron en masa a recibir al presidente vieron como eran desalojados brutalmente, con el resultado de un jóven con la cabeza reventada desde la nuca por un balazo.
Hoy, Zelaya se ha dirigido al ejército hondureño con palabras como "Llamo a las Fuerzas Armadas de Honduras a que bajen sus rifles", "no repriman más al pueblo hondureño"...
FUERA GOLPISTAS DE HONDURAS
VIVA EL PUEBLO LIBRE Y SOBERANO