¿CANTERA? ¿QUÉ ES ESO?
Anoeta no se le da bien al Real Valladolid, eso es un hecho. Solamente se ha ganado allí una vez (con Fernando Vázquez) y ese año se descendió, por lo tanto quizá haya sido mejor no ganar allí. Esa es la única lectura positiva que queda del encuentro del sábado para un supersticioso como yo.
El sábado a las 16:00 saltaron al cesped dos equipos totalmente opuestos. Uno en una gran racha de juego y resultados y el otro sin ningún tipo de tensión competitiva, sin intensidad, sin ganas, sin alma. El partido acabó 4-1 pero dió la impresión de que si la Real Sociedad hubiera necesitado marcar 8 goles lo hubiera conseguido tranquilamente.
No obstante, es cierto que el partido comenzó como los últimos encuentros del Valladolid fuera de casa. Durante la primera media hora vimos a un equipo ordenado atrás, con las ideas claras. La Real Sociedad era quien dominaba pero sin ocasiones claras de gol. Cualquier aficionado blanquivioleta podía pensar en ese momento que el 0-0 era un buen marcador llegando así hasta los 36 puntos.
Pero se llegó al minuto 33, y cambió todo. Griezmann cazó un balón en el área para hacer el 1-0. A partir de ahí, la “tamborrada”. Aguirretxe con un tiro a la escuadra, Griezmann de nuevo, tras un control antológico y Xabi Prieto, ya en la segunda parte después de una gran jugada de equipo, pusieron el 4-0 en el electrónico. ¿Y el Valladolid?, pasapalabra.
El resto del partido no tuvo historia. La Real no quiso hacer más sangre. Djukic dio entrada a Alberto Bueno por Rama, cuya participación en este encuentro se ciñe a su tweet del viernes (“on way to Sociedad”). Óscar, con Bueno en el campo, empezó a entrar más en juego. Es una pena que los dos no estén siempre a un buen nivel, a la vez. Bravo sacó dos ocasiones a Omar y Manucho y el angoleño falló otra clarísima que, de momento, le vamos a perdonar. Así hasta que Guerra acertó con la portería realista tras un buen pase de Óscar.
Con el 4-1 no quedaba más que dar la enhorabuena a la Real Sociedad tras su gran partido y la gran temporada que están haciendo. Uno echa un vistazo a la clasificación y ve al equipo de Montanier 4º en la clasificación. A continuación, repasa la plantilla de la Real y comprueba que no hay grandes fichajes ni alardes económicos y que entre sus jugadores predominan los nombres vascos. ¿Eso qué quiere decir? ¿los vascos son mejores que los castellanos?
Con esa idea en la cabeza, llega el lunes, abro el periódico y compruebo que la selección juvenil de Castilla y León ha llegado a la fase final del Campeonato de España, donde luchará por hacerse con el triunfo contra otras 3 selecciones. ¿Entonces? ¿Por qué el Real Valladolid no está repleto de chicos de las Delicias, Covaresa, Tordesillas, Cabezón, Salamanca, Soria, Aranda de Duero o Arenas de San Pedro? Algo se está haciendo mal.
El Real Valladolid es el mejor equipo de fútbol de Castilla y León, eso es un hecho, y por lo tanto cualquier jugador de esta comunidad autónoma tendría que estar encantado de intentar dar el salto a nuestro equipo, por lo que el Valladolid debería contar en sus filas con los mejores jugadores de esta tierra. Pero esa situación no se da. Ni los mejores jugadores de esta región están en el Valladolid, ni el Valladolid cuenta en sus categorías inferiores con una mayoría de jugadores de esta región. Algo se está haciendo mal.
Sin embargo el club, desde el año 1999, cuenta con una residencia de futbolistas para formar jugadores. Desde su apertura, de la residencia han salido jugadores como Óscar, ehhhhh, Óscar......, bueno, sólo ha salido Óscar, que por otro lado le ha servido al club para justificar la residencia, mucho más de lo que estiró el Barça su primera Copa de Europa. Algo se está haciendo mal.
A todo esto hay que unir que cada verano, el Real Valladolid promesas realiza 4 ó 5 fichajes de jugadores vascos, andaluces o catalanes. ¿Nadie se da cuenta que un jugador andaluz, que con 20 años venga al Valladolid, muy bueno no ha de ser si no le quieren el Sevilla, Betis, Málaga, Granada, Córdoba, Almería o Recreativo? Algo se está haciendo mal.
Pero también es cierto, que hay jugadores que han pasado por nuestra cantera y que han triunfado en otros equipos que no son el Real Valladolid. Rubén Baraja, Asenjo, Rafa, Carlos Calvo, Javi Jiménez, Borja Pérez o Escudero, son algunos de estos casos. Por contra en el primer equipo sólo aparecen Rueda, Baraja y Óscar como canteranos. Algo se está haciendo mal.
Está claro entonces que los jugadores de la cantera no son válidos y en el caso de que haya alguno que lo fuera, no se le da una oportunidad. Si a esto le sumamos que el club se encuentra en un momento enconómico muy delicado, ¿por qué no cerramos la cantera?