Antoñito comparte con la cantera la importancia de la humildad
El lateral del Real Valladolid se sinceró con los cadetes y juveniles del Real Valladolid sobre las claves de su trayectoria
Antoñito ha sido el protagonista este viernes de las charlas que mantienen los miembros de la primera plantilla del Real Valladolid con los jugadores y los padres de la cantera. En esta ocasión fueron los infantiles A, cadetes A y B, y juveniles B quienes aprendieron de la experiencia del lateral, que destacó valores tan relevantes como la humildad, el compañerismo, cuidar la alimentación, y la importancia de los estudios.
“Ante todo hay que ser humilde en la vida” comenzó el lateral, que recordó sus inicios en el fútbol cuando le echaron de la cantera del Málaga. “Le dije a mi padre que dejaba el fútbol y me iba a estudiar o a trabajar, pero él me dijo que aguantase un año. Me enseñó a ser constante” recuerda el futbolista de Primera División, que aconsejó a los jóvenes cuidar sus compañías y no dejarse influenciar.
Sobre su preparación cuando aún no era profesional, Antoñito reveló que él ya se cuidaba antes de ser mayor de edad: “Perdí muchos amigos por el fútbol, me decían de salir a la calle y decía que no, que me tenía que cuidar y descansar. Me cuidé como un profesional incluso cuando jugar en Tercera era lo más grande a lo que soñaba aspirar”.
La alimentación también se reveló como uno de los aspectos más importantes en la rutina de un futbolista. Ahí Antoñito aconsejó llevar “hábitos saludables que hacen evitarte muchas lesiones” y puso el cuidar la alimentación al nivel de los entrenamientos. “Borja se alimenta muy bien y mírale, 38 años” apuntó sobre su compañero.
Otro de los aspectos sobre los que insistió el lateral es el de la educación. “Siempre he querido ser maestro de educación física” avanzó el futbolista, quien se sinceró: “Me arrepiento de no haber estudiado y tener una carrera”. Para acabar, lanzó un guante a la cantera del Real Valladolid: “Al que saque una media de 9 en sus estudios, le invito a cenar y le regalo una camiseta”.
Los más jóvenes escucharon con atención cuando Antoñito defendió que “el compañerismo es fundamental, con vuestros compañeros vais a pasar mucho tiempo” y definió al buen compañero como una persona “que sepa escuchar, que sea humilde, que esté ahí en todo momento”. Y reflexionó antes de concluir sobre las metas en la vida: “Hay muchas paradas en la vida, nunca se sabe. Cuando bajé con el Albacete, con 27 años, pensé que no iba a debutar nunca en Primera. En el momento justo hay que estar preparado”.
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