Carlos Suárez: «Si no se hubiera ascendido, ya no sería el máximo accionista del Real Valladolid»
El propietario del club avanza que el precio de los abonos en Primera será muy similar al que tenían en 2013
Ha vivido tres descensos y otros tantos ascensos. El club vuelve a estar en el sitio que ocupaba en 2001, cuando por primera vez pisó Zorrilla. Su rostro refleja la dureza de las últimas semanas, pero en sus ojos vuelve a brillar, aún algo oculta, la chispa de la ilusión del retorno a la élite.
–Con tanto rumor sobre la venta del club ¿ha podido disfrutar del ascenso?
–La ilusión que ha generado en la ciudad y el cambio que le ha dado al club el ascenso es imposible no disfrutarlo. Lo demás son cosas propias del trabajo, que ya hemos vivido otras veces. Creo que este ascenso nos lo hemos merecido, aunque en momentos concretos de estos cuatro años las cosas no hayan salido todo lo bien que queríamos o no las hayamos hecho todo lo bien que deberíamos. Ha sido un ascenso justo y este club está donde debe estar.
–Un club de fútbol no es una empresa normal. Ninguna empresa congrega a 30.000 personas en la calle cuando obtiene un éxito. Usted como presidente responde ante los aficionados y abonados, no solo ante los accionistas. ¿Hay alguna oferta sobre la mesa ahora mismo para comprar el Real Valladolid Sociedad Anónima Deportiva?
–Lo más importante es que el Valladolid está en primera. Y el día que haya que contar algo sobre ofertas o no ofertas, sobre si el club puede cambiar de manos, lo diré yo. Ahora no es el momento de hablar de esto. Estamos en preparar un equipo en Primera que sea lo más potente posible para que el club permanezca y sea más fuerte.
–Puede no ser el momento, pero se ha informado de un preacuerdo por valor de 28 millones de euros del que nadie ha desmentido nada. ¿Es cierto que existe?
–Por poder, puede ser. Lo único que digo es que no tengo nada que decir, porque no es el momento procesal oportuno.
–Pero tanto rumor no puede ser a humo de pajas. ¿El Valladolid está en venta pero nadie lo dice?
–El club tenía en Segunda unas necesidades y tiene otras diferentes en Primera. Y en cada momento hay que pensar en lo que sea más oportuno e interesante para el futuro. Las situaciones son cambiantes y yo respondo en cada situación. Y ahora no toca hablar de ventas.
–Entonces es que no hay ninguna oferta, porque si no toca hablar...
–No toca nada que no sea ir haciendo el equipo y preparar la campaña de abonados que presentaremos la semana que viene. Es muy importante que el apoyo incondicional que ha recibido el club de los vallisoletanos se plasme en una campaña que estamos convencidos que va a ser un éxito. Lo que ha tirado la gente del equipo no había pasado nunca hasta ahora.
–¿Por qué entran el industrial José Moro y el el ex director general del Banco Gallego, José Luis Losada, en el club? ¿Qué aportaron con su llegada?
–Entran porque creo que en ese momento eran la mejor opción y porque venían a aportar experiencia en determinadas áreas.
–¿Y aportaron?
–Siempre hay cosas que suman. Al final como decía un expresidente de este club, todo lo que pasa conviene. Y siempre se aprende de todas las situaciones y conviene quedarse con lo bueno
–¿Y aportaron dinero?
–En el club, no.
–¿Fuera de él?
–Eso son temas personales que tampoco toca hablar ahora.
–¿Qué ha pasado entre usted y el señor Moro? ¿Por qué han pasado a darse la espalda?
–Los trapos sucios se lavan en la caseta.
–¿José Luis Losada forma parte aún de la estructura del club?
–De momento sigue en el consejo de administración.
–¿Con fecha de caducidad?
–No es un tema que me haya planteado. No sé si él lo ha hecho.
–Se ha publicado que el empresario mexicano Ernesto Tinajero había valorado el club, incluida deuda, en 75 millones de euros. Eso implica que su participación la estima el hipotético comprador en más de 40 millones. ¿Ni por esa cantidad lo vendería al señor Tinajero?
–No sé cuál es la valoración que pueda tener él de este club. Lo que es cierto es que el club ha pasado situaciones muy difíciles. Sobre todo con el descenso en pleno concurso de acreedores, que provocó que nos viéramos limitados en la generación de recursos que debíamos destinar a pagar la deuda. Esa deuda se ha ido rebajando. Y cuanto menos deuda hay, más valor tiene el club. Y si encima está en Primera, el valor crece exponencialmente.
–Tal y como lo describe el Valladolid es una perita en dulce.
–Tal y como yo lo describo, en el Valladolid se ha hecho un trabajo muy bueno que ha provocado que fuera subiendo su valor, que era el objetivo que teníamos cuando entramos y que era algo que podía pasar y que se podía conseguir. Y ahora es el fruto de un trabajo bien hecho.
–Usted ha dicho que le gustaría seguir como presidente en el caso de que se desprendiera de la mayoría del club. Después de tantos sinsabores, ¿por qué tiene ganas de seguir en la pelea diaria de un club?
– Lo que he dicho es que me gustaría saber lo que es trabajar en un club sin deuda y sin tener que gestionar la miseria, saber hasta qué punto podríamos llegar si dispusiéramos de medios. Pero si hubiera un comprador mi voluntad no tendría un gran valor. Hubo un momento en que estimé que era importante crecer, porque estos años hemos estado muy limitados, y que para ello sería bueno un inversor que capitalizara el club. Trabajar con capital tiene que ser totalmente diferente y yo no lo he vivido. Y con fuerzas claro que me siento, porque creo que llega una época preciosa para este club, que es un club con grandísimas posibilidades. Es un club en un pedazo de ciudad y con la gente que te muestra mucho cariño. Lo único que hay que darles es lo que necesitan para volcarse con el equipo.
–Pero si vende, ¿es condición 'sine qua non' que usted siguiera en la presidencia?
–No, no. Si tuviera que tomar esa decisión la tomaría pensando en lo que fuera mejor para el club, no para mí. Y hasta ahora así ha sido.
–¿Y está en esa tesitura de tomar esa decisión de qué es lo mejor para el club?
–Ahora estoy disfrutando de estar en Primera y de preparar un equipo para competir en una Liga que no hemos conocido porque ha cambiado tanto que para todo el mundo va a ser otro fútbol. La Liga ha crecido mucho, no hay las mismas normas, y ahora podremos estar de igual a igual con otros.
–Tanto rumor de venta implica que en los mercados se ve al club con poco respaldo financiero ¿Se siente usted solo en todo esto?
-De este club han tirado muchísimo todos mis compañeros porque se ha hecho un trabajo que los números dicen que es de notable. ¿Solo? Juzgarlo vosotros. Ha sido dificilísimo y lo hemos pasado mal. Ahora estamos en otra situación y también tenemos derecho a disfrutar de los momentos buenos.
–Esto es totalmente distinto a lo que teníamos hace un año.
–Los ingresos en Primera serán cinco veces superiores a los de ahora. Y la deuda es la mitad de los ingresos.
–¿Los gastos también aumentan cinco veces?
–Evidentemente, no. Suben, pero no tanto como los ingresos. Los gastos de plantilla subirán entre dos y tres veces para poder hacer un equipo competitivo.
–De todas las teóricas ofertas escuchadas ninguna está relacionada con Valladolid. ¿A qué puede deberse que el club no interese al capital local?
–La crisis ha provocado que cada uno piense en sus propias empresas, no en asuntos altruistas o que no se ajusten a su objeto social.
–¿Si el Valladolid no hubiese subido usted hoy sería o no máximo accionista del Valladolid?
–Me atrevería a decir que no, porque no habría sido lo más conveniente para el Real Valladolid.
–¿Carlos Suárez estará en el palco de Zorrilla en el primer partido de la temporada?
–Sinceramente, me gustaría.
–Seguro no parece estar...
–Estáis hablando de tantas valoraciones y de tantas cosas que me gustaría que la pregunta se la trasladaras a otra personas. ¿Si de verdad este club valiera 75 millones y te dan un dinero, qué harías? Si tengo esa situación, lo vería en el momento. Ahora no la tengo.
–¿Toca redefinir el club como entidad social dentro de Valladolid o no ha cambiado nada en ese aspecto?
–Hay que seguir haciéndolo, pero son los resultados lo que meten al club en la ciudad. Esa es la realidad. Este año no se habían acabado de producir esos resultados y el apoyo a los jugadores ha sido unánime. Fue el empujón que necesitaba el equipo. El primer gol lo anotó la afición. Es un acicate ver tu campo lleno y la gente empujando.
–¿Cuáles son los errores que se cometieron en los anteriores descensos y que ahora no deben cometerse?
–La exigencia. En otras temporadas nos hemos visto salvados en determinados momentos, en posiciones de aguas tranquilas y se nos ha olvidado a todos exigir el máximo. En los tres descensos éramos de los presupuestos más bajos, y nos tocaba pelear por no bajar, pero si te ves cómodo y pensando que no puedes aspirar a más la cosa acaba como acaba. La tranquilidad en el fútbol desemboca en ausencia de exigencia.
–¿Y para fomentar esa exigencia se va a terminar la política de recibir cedidos y apostar más por la cantera?
–Durante muchos años no fue cesión sinónimo de falta de compromiso. Pero esa política de cesiones se cambió ya el año pasado y esta temporada que ha terminado ha sido el cambio radical. Además se ha hecho una apuesta clara y larga por la cantera. En todas las categorías inferiores se han renovado a todos los jugadores susceptibles de llegar al primer equipo, salvo un caso con el que estamos hablando.
–¿El Valladolid va a apostar por el bloque, por gente de un perfil similar al que hay ahora en la plantilla, y un fichaje estrella para sustituir a Mata?
–Hay que reforzar al máximo al equipo hasta el último importe que haya. No es tanto cuestión del salario de un jugador, sino de que los jugadores que ganen más que los de la casa sean más determinantes y lo demuestren con su rendimiento. Habrá que condicionarlo, por lo tanto. Lo que no puede ser es que gente importante que soporta el grupo y que rinde en todos los partidos, al final se sienta discriminado o no valorado cuando hay otros jugadores que no dan tanto.
–Así que la fuerza del Pucela en Primera va a estar en el bloque que ha subido al equipo.
–Es que es ahí donde ha estado este año la fuerza. Pero no porque sean estos, sino porque han sido un bloque increíble y cuanto más difícil se ponían las cosas más se unieron. Y esa humildad aceptando críticas es la que al final nos ha dado la fuerza para subir.
–Uno de los departamentos que más se ha reforzado este año, sino el que más, es la Dirección Deportiva. ¿Va a seguir incorporando profesionales a ese área con nuevas funciones?
–Probablemente. Miguel Ángel, cuando asumió el reto de venir a Valladolid, hizo una planificación a tres años de lo que quería cada año. Esta temporada hemos anticipado la cobertura de algunas de las necesidades porque era importante, y el año que viene ya está planificado en este aspecto. Y va todo ligado. No solo gente, sino tipo de herramientas y sitios donde desarrollar esa actividad.
–Se va a seguir mirando a la Liga portuguesa, a la segunda francesa, a la segunda B...
–A todo. Vamos a mirar a todo. Esas competiciones no se van a dejar de observar, pero hay que mirar a otros muchos sitios. Ya lo comentará él, pero por nuestro tamaño hay que poner el foco un poco más arriba, pero sin dejar de mirar donde mirábamos ahora, porque siguen saliendo jugadores.
–¿Tiene algún parecido esta Primera con la que dejó en 2014?
– La dimensión de la Primera División nos está sorprendiendo. No se parece en nada. Las exigencias para las cámaras, para la luz, para la colocación del público... Llegas a una Liga que presume de ser la más importante del mundo y compruebas lo mucho que han crecido los otros clubes, la generación de recursos que existe, la exposición mediática en todo el mundo... Afortunadamente no partimos desde cero, porque el 'play off' ya nos ha dado una buena dosis de visibilidad.
–La campaña de abonados tiene pinta de que pueda ser un éxito. Muchos tienen el abono ya renovado de manera gratuita y otros muchos van a pagar lo mismo que en Segunda. ¿El resto de futuros abonados van a tener que rascarse el bolsillo mucho?
–No hemos sido nunca de querer pasar facturas, sino de unir. Es verdad que se bajó hace cuatro años, que se hizo un descuento importante y lo lógico sería recuperar esa bajada y actualizar. Así que creo que los precios no van a ser exagerados. Serán como lo eran la última temporada en Primera con la actualización del IPC. Según la zona del estadio puede suponer una subida de 1,6 euros.
(Un abono de Tribuna Este de adulto costaba 385 euros en 2013. Con la actualización del IPC, que es del 7%, habría que desembolsar 410 esta temporada).
–¿Qué cifra de abonados se ha puesto como objetivo?
– Confío en superar los 20.000 y llegar a los 22.000.
–¿Y poniendo los pies en el suelo?
–Superaremos los 20.000. Serían 1.100 más que el año de Djukic, que fue el récord absoluto.
http://realvalladolid.elnortedecastilla.es/carlos-suarez-ascendido-20180626195137-nt.html