Comunicado de los colectivos ciudadanos de Madrid, que convocan manifestación a las 19.00 en Pza. España.
Mas información en: www.madridantirracista.net
Quienes están en el poder, necesitan y promueven una base ideológica para que la clase trabajadora se sienta identificada con su proyecto político, y lograr así un respaldo popular para poner en práctica políticas antisociales y de recorte de derechos, las cuales les sirven para perpetuarse en el poder. Un pilar fundamental de ese sustento ideológico es el españolismo, que consiste en un nacionalismo reaccionario que afirma y exalta la idea de España como nación superior, negando a los pueblos, tanto de dentro como de fuera del Estado español, su identidad cultural y la lucha por su soberanía y autodeterminación. Así, se intenta anular la conciencia de clase de los/as trabajadores/as y promover valores insolidarios entre los pueblos. Por eso el 12 de octubre no tenemos nada que celebrar.
La celebración del 12 de Octubre fue creada por ideólogos del franquismo bajo el nombre de “Día de la Raza” para rememorar la época de su tan añorada España imperial. Aunque ya no vivimos en la dictadura se sigue celebrando la misma fecha, si bien en la actualidad se ha maquillado el nombre y cambiado por “Día de la Hispanidad”. Pero en esencia lo que ocurría en aquella época es lo mismo que sigue ocurriendo en 2008: vemos como continúa la actitud dominadora hacia el continente latinoamericano; vemos como continúa la exaltación del militarismo con los desfiles del Ejército español bajo la supervisión del Rey nombrado por Franco; vemos como se suceden las agresiones ultraderechistas al amparo de la indiferencia cómplice de las autoridades; vemos como los políticos y los medios de comunicación siguen azuzando a la población para que se sientan "muy españoles" en el marco de las competiciones deportivas internacionales, y se olviden así de su realidad cotidiana en la que la crisis económica cada vez impone más dificultades para llegar con tranquilidad a fin de mes. Así pasó en la Eurocopa o en las Olimpiadas, y así ocurrió también este año en la campaña institucional en Móstoles con motivo del 2 de Mayo, plagando las calles de banderas rojigualdas, si bien colectivos sociales denunciaron que ese “ensalzamiento patriótico” escondía la galopante política de especulación urbanística en esta localidad.
Los ideólogos del españolismo, la reacción y la burguesía pretenden hacer de Madrid, como capital del estado, el eje de su política reaccionaria, por eso aquí se hace tan necesaria la respuesta de los sectores más concienciados de la sociedad.
A pesar de que los medios de propaganda nos intenten hacer creer que celebramos el descubrimiento de un nuevo continente, lo cierto es que la fecha del 12 de octubre conmemora el inicio del vergonzoso expolio de los recursos naturales de América Latina durante más de 500 años, así como el exterminio y la esclavización de pueblos indígenas enteros. Por lo tanto el 12 de octubre sólo pueden celebrarlo aquellos que se benefician de la masacre y el robo de recursos en Latinoamérica, que continúa en la actualidad a través del dominio económico que aún ejercen en la zona multinacionales españolas. BBVA y Banco Santander tienen las mayores franquicias bancarias de la región; Repsol posee YPF, la mayor petrolera argentina; Telefónica controla los principales grupos de telefonía de Brasil, Venezuela, Chile y Perú; mientras que Endesa es el operador eléctrico privado más relevante del conjunto de Latinoamérica. Desde Río Grande, en México, hasta Tierra de Fuego, en Argentina, se encuentra una empresa con ADN español. Afortunadamente, día a día se fortalece la lucha popular de los distintos pueblos de Latinoamérica que permiten mirar al continente con un aire de esperanza en su contribución a un mundo más justo.
Además, el colonialismo español sigue presente con la participación militar en la OTAN o respaldando masacres imperialistas en Irak, Afganistán o Palestina, mientras se traicionan las legítimas aspiraciones del pueblo saharaui.
La soga explotadora que aprieta el cuello de los pueblos del sur provoca que tantas personas se vean diariamente obligadas a abandonar sus respectivos lugares de origen, y por si fuera poco, al llegar a los países del norte cientos de inmigrantes se ven acorralados/as por la represión de la policía, los centros de internamientos, las expulsiones que se impulsan a través de la nueva e infame “Directiva de Retorno” o el racismo avivado desde los medios de comunicación y las leyes de extranjería. Y por si fuera poco, el machismo que rodea los valores “patrióticos” del 12 de octubre se traduce en redes de cuidados donde las mujeres inmigrantes vienen al Estado español a cuidar a nuestros hijos/as y ancianos/as en condiciones totalmente precarias.
Ese imperialismo español culpable de tanto genocidio también tiene expresión de cara al interior y también golpea a los sectores luchadores del estado español. El marco político vigente en la actualidad, surgido de un vergonzoso pacto de silencio en la llamada transición y que no supuso ninguna ruptura con el pasado franquista; sigue practicando los mismos métodos utilizados durante siglos por el imperialismo españolista bajo un disfraz de aparente democracia.
Un ejemplo evidente es la imposición de facto de un auténtico estado de excepción en Euskal Herria. Al amparo de la "cruzada antiterrorista", una feroz campaña política, judicial y mediática intenta hacer parecer como normal el uso continuado de la tortura, las ilegalizaciones de organizaciones políticas, la celebración de macrojuicios sin garantías procesales, el cierre de periódicos y locales, la prohibición de manifestaciones, el acoso y encarcelamiento de quienes proponen una solución mediante el diálogo y la negociación... Una política de vencedores y vencidos que esconde una vulneración sistemática de los más elementales derechos de las personas.
El recrudecimiento de la represión es patente también en otros lugares del Estado español: peticiones de cárcel contra activistas libertarios, juicios y persecución de quienes queman banderas españolas y fotos en los Països Catalans; de quienes hacen monigotes monárquicos o luchas sociales en Galiza; incautación de banderas republicanas,... etc. Aquí en Madrid, a raíz del asesinato de Carlos Palomino, hemos observado una alarmante escalada represiva con prohibiciones de manifestaciones, cargas policiales, detenciones de activistas, solicitudes de ilegalización contra colectivos antifascistas y anticapitalistas... Además, la terrible pero valiente huelga de hambre del preso anarquista Amadeu Casellas, así como los ataques incendiarios contra centros sociales en Madrid y Guadalajara, son una muestra más de que la coacción y las amenazas forman parte del control social cotidiano.
Frente al 12 de octubre militarista e insolidario, proponemos la convivencia entre las culturas, entre los pueblos, entre las personas. Creemos en la autoorganización en los barrios, en centros laborales y de estudio, para luchar por la defensa de nuestros derechos más elementales como la educación, la sanidad y el trabajo en condiciones dignas. Creemos que la autogestión económica y el apoyo mutuo son formas de tomar libremente las riendas de nuestros destinos. Reivindicamos el derecho a discrepar, a protestar y a rebelarnos contra las supuestas verdades machacadas sistemáticamente en la televisión pero que mucho tienen que ver con los intereses de los grandes empresarios y poco con la realidad de la clase trabajadora, sea nativa o extranjera.
Frente a la celebración de un 12 de octubre de los de arriba a la derecha, proponemos un 12 de octubre de quienes estamos abajo a la izquierda, construyendo a diario la dignidad y el cambio social.
12 de octubre: ¡Nada que celebrar! La masacre continúa.
Por la autodeterminación y la convivencia de los pueblos.
Mas información en: www.madridantirracista.net
Quienes están en el poder, necesitan y promueven una base ideológica para que la clase trabajadora se sienta identificada con su proyecto político, y lograr así un respaldo popular para poner en práctica políticas antisociales y de recorte de derechos, las cuales les sirven para perpetuarse en el poder. Un pilar fundamental de ese sustento ideológico es el españolismo, que consiste en un nacionalismo reaccionario que afirma y exalta la idea de España como nación superior, negando a los pueblos, tanto de dentro como de fuera del Estado español, su identidad cultural y la lucha por su soberanía y autodeterminación. Así, se intenta anular la conciencia de clase de los/as trabajadores/as y promover valores insolidarios entre los pueblos. Por eso el 12 de octubre no tenemos nada que celebrar.
La celebración del 12 de Octubre fue creada por ideólogos del franquismo bajo el nombre de “Día de la Raza” para rememorar la época de su tan añorada España imperial. Aunque ya no vivimos en la dictadura se sigue celebrando la misma fecha, si bien en la actualidad se ha maquillado el nombre y cambiado por “Día de la Hispanidad”. Pero en esencia lo que ocurría en aquella época es lo mismo que sigue ocurriendo en 2008: vemos como continúa la actitud dominadora hacia el continente latinoamericano; vemos como continúa la exaltación del militarismo con los desfiles del Ejército español bajo la supervisión del Rey nombrado por Franco; vemos como se suceden las agresiones ultraderechistas al amparo de la indiferencia cómplice de las autoridades; vemos como los políticos y los medios de comunicación siguen azuzando a la población para que se sientan "muy españoles" en el marco de las competiciones deportivas internacionales, y se olviden así de su realidad cotidiana en la que la crisis económica cada vez impone más dificultades para llegar con tranquilidad a fin de mes. Así pasó en la Eurocopa o en las Olimpiadas, y así ocurrió también este año en la campaña institucional en Móstoles con motivo del 2 de Mayo, plagando las calles de banderas rojigualdas, si bien colectivos sociales denunciaron que ese “ensalzamiento patriótico” escondía la galopante política de especulación urbanística en esta localidad.
Los ideólogos del españolismo, la reacción y la burguesía pretenden hacer de Madrid, como capital del estado, el eje de su política reaccionaria, por eso aquí se hace tan necesaria la respuesta de los sectores más concienciados de la sociedad.
A pesar de que los medios de propaganda nos intenten hacer creer que celebramos el descubrimiento de un nuevo continente, lo cierto es que la fecha del 12 de octubre conmemora el inicio del vergonzoso expolio de los recursos naturales de América Latina durante más de 500 años, así como el exterminio y la esclavización de pueblos indígenas enteros. Por lo tanto el 12 de octubre sólo pueden celebrarlo aquellos que se benefician de la masacre y el robo de recursos en Latinoamérica, que continúa en la actualidad a través del dominio económico que aún ejercen en la zona multinacionales españolas. BBVA y Banco Santander tienen las mayores franquicias bancarias de la región; Repsol posee YPF, la mayor petrolera argentina; Telefónica controla los principales grupos de telefonía de Brasil, Venezuela, Chile y Perú; mientras que Endesa es el operador eléctrico privado más relevante del conjunto de Latinoamérica. Desde Río Grande, en México, hasta Tierra de Fuego, en Argentina, se encuentra una empresa con ADN español. Afortunadamente, día a día se fortalece la lucha popular de los distintos pueblos de Latinoamérica que permiten mirar al continente con un aire de esperanza en su contribución a un mundo más justo.
Además, el colonialismo español sigue presente con la participación militar en la OTAN o respaldando masacres imperialistas en Irak, Afganistán o Palestina, mientras se traicionan las legítimas aspiraciones del pueblo saharaui.
La soga explotadora que aprieta el cuello de los pueblos del sur provoca que tantas personas se vean diariamente obligadas a abandonar sus respectivos lugares de origen, y por si fuera poco, al llegar a los países del norte cientos de inmigrantes se ven acorralados/as por la represión de la policía, los centros de internamientos, las expulsiones que se impulsan a través de la nueva e infame “Directiva de Retorno” o el racismo avivado desde los medios de comunicación y las leyes de extranjería. Y por si fuera poco, el machismo que rodea los valores “patrióticos” del 12 de octubre se traduce en redes de cuidados donde las mujeres inmigrantes vienen al Estado español a cuidar a nuestros hijos/as y ancianos/as en condiciones totalmente precarias.
Ese imperialismo español culpable de tanto genocidio también tiene expresión de cara al interior y también golpea a los sectores luchadores del estado español. El marco político vigente en la actualidad, surgido de un vergonzoso pacto de silencio en la llamada transición y que no supuso ninguna ruptura con el pasado franquista; sigue practicando los mismos métodos utilizados durante siglos por el imperialismo españolista bajo un disfraz de aparente democracia.
Un ejemplo evidente es la imposición de facto de un auténtico estado de excepción en Euskal Herria. Al amparo de la "cruzada antiterrorista", una feroz campaña política, judicial y mediática intenta hacer parecer como normal el uso continuado de la tortura, las ilegalizaciones de organizaciones políticas, la celebración de macrojuicios sin garantías procesales, el cierre de periódicos y locales, la prohibición de manifestaciones, el acoso y encarcelamiento de quienes proponen una solución mediante el diálogo y la negociación... Una política de vencedores y vencidos que esconde una vulneración sistemática de los más elementales derechos de las personas.
El recrudecimiento de la represión es patente también en otros lugares del Estado español: peticiones de cárcel contra activistas libertarios, juicios y persecución de quienes queman banderas españolas y fotos en los Països Catalans; de quienes hacen monigotes monárquicos o luchas sociales en Galiza; incautación de banderas republicanas,... etc. Aquí en Madrid, a raíz del asesinato de Carlos Palomino, hemos observado una alarmante escalada represiva con prohibiciones de manifestaciones, cargas policiales, detenciones de activistas, solicitudes de ilegalización contra colectivos antifascistas y anticapitalistas... Además, la terrible pero valiente huelga de hambre del preso anarquista Amadeu Casellas, así como los ataques incendiarios contra centros sociales en Madrid y Guadalajara, son una muestra más de que la coacción y las amenazas forman parte del control social cotidiano.
Frente al 12 de octubre militarista e insolidario, proponemos la convivencia entre las culturas, entre los pueblos, entre las personas. Creemos en la autoorganización en los barrios, en centros laborales y de estudio, para luchar por la defensa de nuestros derechos más elementales como la educación, la sanidad y el trabajo en condiciones dignas. Creemos que la autogestión económica y el apoyo mutuo son formas de tomar libremente las riendas de nuestros destinos. Reivindicamos el derecho a discrepar, a protestar y a rebelarnos contra las supuestas verdades machacadas sistemáticamente en la televisión pero que mucho tienen que ver con los intereses de los grandes empresarios y poco con la realidad de la clase trabajadora, sea nativa o extranjera.
Frente a la celebración de un 12 de octubre de los de arriba a la derecha, proponemos un 12 de octubre de quienes estamos abajo a la izquierda, construyendo a diario la dignidad y el cambio social.
12 de octubre: ¡Nada que celebrar! La masacre continúa.
Por la autodeterminación y la convivencia de los pueblos.