Yo creo que generalizar es muy injusto. Coincido con Mormar que yo, en mis apróximadamente 8 años que llevo de abonado, primero en Tribuna B y luego en Preferencia B, la única que vez que tuve que ponerme a descubierto de las cosas que me tiraban desde arriba fue en la famosa última visita del Gijón en Liga (no cuento la de la Copa porque entonces eran poquísimos y muy maleducados por cierto), llovieron sillas, mecheros, monedas e incluso una botella de coca-cola llena con tapón le dió a un abonado que tengo debajo en el hombro, luego ibas a hablar con los de seguridad, con la policia y casi que se te encaraban.
Aun así, me niego a pensar que esas personas representen al sportinguismo, se representan a ellos mismos, a su borreguismo, y punto. Yo todos los días que voy al estadio veo encima mio una cámara que se supone que graba lo que sucede en el estadio. ¿Tan complicado es localizar a los que hacen ello y no dejarles entrar jamás en su recinto deportivo? ¿Por qué va a tener una familia gijonesa, el cual quiere llevar a sus hijos pequeños por primera vez a un desplazamiento con la famosa mareona? Creo que en la sociedad en la que estamos, debe haber mecanismos para que en un campo de fútbol no sucedan en estas cosas, y si se debe de entrar dos horas antes, poner alcoholímetros en la entrada o incluso prohibir la entrada de monedas como se hizo en la Euroliga de baloncesto, se hace y punto, si en algún deporte se puede hacer es en el fútbol dada la cantidad de dinero que se mueve, en gran parte gracias a los aficionados, tanto los borregos como no.
Otra cosa es que el club, viendo los precedentes anteriores, se vea incapaz de controlar a la afición sportinguista. Fácil solución, se venden sólo las entradas de la zona acotada a un precio razonable y ya está, que se apañen ellos y que hagan colas en su estadio como me ha tocado a mi hacer en Zorrilla en alguna ocasión cuando de inmensidades como el Camp Nou o el Bernabéu mandan una miseria de entradas. El resto de entradas del campo se dejan a un precio prohibitivo, no se venden, o se regalan a colegios o clubs de fútbol-base de la provincia que siempre que van aportan un colorido especial y animan como los que más.
En fin, yo como aficionado "viajero" que soy, no puedo apoyar jamás esa medida, si viera algún euro de la recaudación todavía, pero como no es así... y al final seguramente sea peor el remedio que la enfermedad, ¿como se va a controlar a la gente que esté fuera del estadio? ¿Se les pondrá una fan zone como en la final de Copa? Punto y aparte son los insultos gratuitos, amenazas, y alegrarte del mal ajeno así porque sí. Yo en ese juego no entro, esto es fútbol, un deporte en el que la rivalidad debería ser sana y deberías perfectamente poder hablar de fútbol con la otra afición. Mal camino llevamos, muy malo.