impresionante el artículo de esta semana de Eloy de la pisa.este señor,director de deportes del principal periódico de Valladolid se acaba de dar cuenta q la cantera se gestiona mal en nuestro club.impresionante,vaya olfato periodístico-futbolístico.aquí os dejo el artículo:
Cantera invisible
ELOY DE LA PISA | .-
Lo que está pasando en el segundo equipo del Real Valladolid empieza a ser preocupante. En especial porque cada vez más se lanza el mensaje de que la cantera importa poco. Al menos en el último escalón, en el que debe dar el paso al primer equipo. Da la sensación, y este año con mucha fuerza, de que la plantilla del segundo equipo se configura con criterios distintos cada año. Pese a que el entrenador es el mismo, se buscan jugadores de características distintas cada temporada. Y eso, para un equipo cuyo presidente ha marcado como filosofía ser identificado por su estilo de juego, es un camino malo.
Tradicionalmente, el Valladolid B se nutría de los jugadores que terminaban su edad juvenil en el equipo de División de Honor, más algún joven valor que destacaba en Castilla y León o Extremadura. Es cierto que eran otros tiempos, es cierto que ahora se hacen las cosas de otra manera, y es cierto que ahora el mundo es más global y que los clubes tienen mejor acceso a los jugadores independientemente de en qué parte del mundo vivan. Pero todas esas certezas no pueden ocultar que en el filial blanquivioleta están pasando algunas cosas que cabría calificar de sorprendentes.
En primer lugar. ¿De verdad es necesario que un club como el Valladolid tenga a prueba un delantero de la regional murciana o fiche un medio centro de la preferente madrileña?
En segundo, ¿tan malo es un jugador como Rubo, que ha debutado en Segunda A con el Numancia, como para no ser siquiera considerado por delante de alguien que viene de una categoría inferior?
En tercero, ¿puede permitirse un secretario deportivo decir públicamente que no tiene porteros en la cantera? ¿Y Rodri y Julio a qué pueden aspirar ya? Si hacen una mala temporada ¿les damos un palo a ellos o a quien les cercenó de raíz toda la ilusión antes siquiera de que comenzara a rodar el balón?
Si a todo eso se le suma la falta de una coordinación efectiva entre la dirección deportiva y los técnicos, al menos la pasada temporada, y la inexistencia de una red de ojeadores capaces de detectar los jóvenes valores que puedan aparecer en Castilla y León, tenemos el dibujo de una cantera que existe, pero a la que es imposible ver con futuro.