«Quiero que la afición del Valladolid sea feliz y sé que sólo lo será viendo al equipo en Primera»
Debuta al mando de un área en la que aprendió en el Sevilla del mejor: Monchi. Pero Gómez quiere ser mucho más que una fotocopia o su prolongación. Desea que su actual club goce de una estructura de trabajo por muchos años
Pregunta.- ¿Qué lleva a un psicólogo a hacerse director deportivo?
Respuesta.- Yo diría que cómo se mete una persona que ama el fútbol en la psicología. Desde joven entrenaba a pequeñines en mi pueblo, Hinojosa del Duque (Córdoba). Lo primero que hice cuando fui a Sevilla a estudiar la carrera fue presentarme en la Federación Andaluza, para empezar los cursos de entrenador. Siempre me he visto en el mundo del fútbol. Desde los 19 años dije que quería vivir de esto.
P.- Es decir, que estudió Psicología como forma de introducirse en el mundo del deporte.
R.- Nada más entrar en la facultad puse una reclamación porque no me dejaban, por juventud, hacer el curso de experto en psicología del deporte. Debía estar como mínimo en cuarto. Me peleé con el departamento y en segundo me dejaron.
P.- Y al Sevilla entra como psicólogo.
R.- Sí. Se crea un grupo de profesionales de esta rama en la temporada 97-98 y yo entro en el filial. Después me nombran coordinador del equipo de psicólogos y con Caparrós doy el salto al primer equipo. Al tiempo, yo entrenaba a equipos inferiores de la selección andaluza. En el club sabían de mis inquietudes y me ofrecen ser informador de rivales. Con Juande Ramos en la 05-06, paso a ser informador del primer equipo.
P.- Luego Monchi se cruza en su camino.
R.- Sí. Necesito motivaciones. Estaba aburrido de esa tarea y en 2009 le pido entrenar. Dirijo al Sevilla C y al juvenil de División de Honor. Al año siguiente me ofrece la coordinación de la dirección deportiva.
P.- ¿Qué le debe a Monchi?
R.- Estar donde estoy. Él decide rodearse de gente joven, con ilusión y formación.
P.- Monchi está reconocido mayoritariamente como el mejor director deportivo del mundo. ¿Sigue sus pautas al 100% o cuenta con ideas propias?
R.- He aprendido mucho con él. Tengo muchísimas cosas de él pero también muchísimas ideas mías. Antes también era así, porque compartíamos pensamientos.
P.- El libro ‘El método Monchi’, de Daniel Pinilla, refleja las líneas principales del trabajo de aquél en el Sevilla. Una de las directrices reside en evitar la entrada en un club haciendo muchos fichajes, para justificar el cargo. ¿Lo aplicará usted en el Real Valladolid?
R.- Sí. Lo primero que quiero hacer es escuchar a la gente del club y de la ciudad, para ver qué nos pueden aportar. Pero tengo claro lo que quiero. Busco personas con ilusión y que se vean en el proyecto.
P.- Me refería a la plantilla. ¿Habrá cambios drásticos? ¿Se irán sólo los que acaban contrato o buscará rescisiones?
R.- La idea es que Luis César los vea a todos y opine. Habrá que ver cómo se adaptan a él.
P.- El caso de Leão es muy especial.
R.- Tiene un problema personal, no deportivo. Hay que analizar el aspecto humano, porque por encima de todo están las personas. Para nosotros es un jugador muy importante pero hay que ver cómo lo ayudamos. Buscaremos una solución.
P.- ¿Cuenta con Toni? Su deseo es continuar en la Cultural.
R.- Es un jugador al que sigo desde hace mucho para el Sevilla Atlético. Con eso está dicho todo. Es futbolista del Real Valladolid.
P.- ¿Cuántos fichajes necesita? Luis César quiere una plantilla larga.
R.- Quiero 23 jugadores: dos por puesto más un tercer portero, del filial. Pero no un primer y un segundo espada, sino dos que luchen por ser titulares.
P.- ¿Habrá sitio para canteranos?
R.- Si llega uno y dice: ‘aquí estoy yo’, a ver quién le quita. Se ha visto aquí con Jose. Ningún entrenador es tan inconsciente para renunciar a un jugador por miedo. En Valladolid hay material.
P.- Llega a un club histórico pero que es de los que menos dinero pueden dedicar a gasto de plantilla: algo más de 4 millones. ¿Podrá hacer un equipo competitivo?
R.- Trabajamos con eso. Un jugador se me ha ido porque otro club le pagaba el triple que nosotros. Hay jugadores del Sevilla Atlético que los he criado yo y que sé que vendrían, pero su salario es cuatro veces superior al que cobrarían aquí. Y pese a todo, estoy seguro de estaremos arriba.
P.- ¿Su sueño es el ascenso? ¿Puede ser real?
R.- Mi ilusión es que la afición sea feliz, y sólo lo será viendo al equipo en Primera. La gente vive de sueños y nosotros debemos hacerlos reales. Hay que llegara a los 8 últimos partidos en situación de hacer a la afición feliz. Sé que está desencantada y mi obligación es cambiarlo.
P.- ¿Qué líneas del equipo son las que más le preocupan?
R.- Las bandas, en defensa y ataque. También hay que definir el centro del campo.
P.- Fichar a Luis César como entrenador es una apuesta. Nunca había estado al frente de un equipo con este potencial.
R.- Es una incógnita pero por otra parte tiene un bagaje importante en Segunda. Conoce la categoría, tiene ilusión, conocimiento y un modelo de juego interesante. Lucharemos contra eso de que en Segunda hay que cerrarse y meter pelotazos.
P.- ¿El juego de toque es innegociable?
R.- Lo que quiero es ganar, pero si lo podemos hacer de una forma que la gente está más satisfecha y pase menos apuros, mejor. Sin olvidar que una empresa firma a un directivo para ayudarle a conseguir los objetivos. Si podemos ganar mereciéndolo, mejor, pero lo primero es ganar. Eso de preferir la derrota digna es humo. La victoria da fiabilidad y tranquilidad para corregir los fallos.
P.- ¿Fichará junto al míster o prevalecerá la opinión de usted? En ‘El método Monchi’ se habla de que el técnico propone un perfil y la dirección deportiva aporta el nombre.
R.- Así es. Y lo repetiré aquí. Con Monchi aprendí que los fichajes se consensúan. Si traes un futbolista que no quiere el míster, lo va a matar y se generará tensión entre nuestras dos áreas.
P.- ¿Seguirá con el mismo método de trabajo del Sevilla, apoyado en el Big Data?
R.- En cuanto finalice el mercado, nos pondremos a ver fútbol para tener un listado de nombres por puesto, entre noviembre y diciembre, por si hace falta reforzarse en enero. De cara al verano haremos lo mismo, pero con una selección de 50 jugadores por puesto.
P.- Ha firmado por tres años. ¿Tiene pensado irse después o le gustaría establecerse?
R.- Me gustaría ser feliz aquí, no imprescindible. No vengo pensando en volver o en irme a un grande. Me gustaría montar una estructura que, el día que me vaya, siga en pie y el que venga abra el ordenador y tenga información.
Un panorama que Gómez no se ha encontrado de su antecesor.
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