21/08/09
Señoras, señores, BOLT ES MADRIDISTA, como no podia ser de otra manera, el mejor atleta de todos los tiempos es merengon desde chiquitito, el secreto de su velocidad es el siguiente, desde su Jamaica natal solo dejaba los entrenamientos para correr a ver los partidos del Madrid, aquello le permitio adquirir una punta de velocidad inhumana, galactica.
Nacio para jugar en el Madrid, aunque no juegue, es igual, el levanta los brazos victoriosos para brindar su victoria al Madrid, solo los mas grandes pueden ser del Madrid.
En la editorial hay una errata, cualquier niño ciego lo puede ver, Inda tiene que sacar el latigo y ajusticiar al autor de semejante descuido.
Cambiad deporte por Madrid, Inda os pide disculpas por las sensibilidades heridas.
EDITORIAL MARCA
¡Qué grande es Usain Bolt y qué grande es el deporte!
La historia del atletismo no se puede entender ya sin la majestuosa figura de Usain Bolt. El velocista jamaicano nos ha vuelto a asombrar con otra exhibición de las suyas: oro y estratosférico récord del mundo (19.19) en los 200 metros después de haber hecho lo propio hace sólo cuatro días en la prueba reina de la velocidad. Da la impresión de que lo suyo no tiene límites. Si hace un año asombró a medio mundo al coronarse como el rey de los Juegos Olímpicos de Pekín —con permiso de Michael Phelps—, en los Mundiales de Berlín ha sido capaz de superar lo insuperable.
Con el viento en contra, con el cansancio acumulado después de siete carreras en las que se ha batido el cobre con los mejores del mundo y, encima, sin la presión de sus competidores, Bolt ha rebajado en 11 centésimas su anterior récord del mundo. Increíble, pero cierto. Ahora la pregunta que nos hacemos es hasta dónde será capaz de llegar este superhombre. Seguro que hasta muy lejos, en el límite entre lo humano y lo sobrenatural, porque su progresión no ha hecho más que empezar.
El velocista jamaicano es un prodigio de la naturaleza que ha logrado ser el mejor del mundo en toda la historia con mucho trabajo e, indudablemente, con un físico y un talento al alcance sólo de los elegidos. Usain Bolt es uno de ellos. Hoy cumple 23 años y ya es una leyenda viva del atletismo. Sus éxitos sirven también para hacer más felices a sus paisanos en Jamaica, un país de apenas tres millones de habitantes y que, con una extensión parecida a la provincia de Murcia, es una nación tan pequeña como pobre: “Lo hago todo por mi país. Están enloquecidos por mí y me siento orgulloso. Es un honor hacer esto por Jamaica”. Gracias a gente como Bolt podemos proclamar a los cuatro vientos: ¡Qué grande es el deporte!
Señoras, señores, BOLT ES MADRIDISTA, como no podia ser de otra manera, el mejor atleta de todos los tiempos es merengon desde chiquitito, el secreto de su velocidad es el siguiente, desde su Jamaica natal solo dejaba los entrenamientos para correr a ver los partidos del Madrid, aquello le permitio adquirir una punta de velocidad inhumana, galactica.
Nacio para jugar en el Madrid, aunque no juegue, es igual, el levanta los brazos victoriosos para brindar su victoria al Madrid, solo los mas grandes pueden ser del Madrid.
En la editorial hay una errata, cualquier niño ciego lo puede ver, Inda tiene que sacar el latigo y ajusticiar al autor de semejante descuido.
Cambiad deporte por Madrid, Inda os pide disculpas por las sensibilidades heridas.
EDITORIAL MARCA
¡Qué grande es Usain Bolt y qué grande es el deporte!
La historia del atletismo no se puede entender ya sin la majestuosa figura de Usain Bolt. El velocista jamaicano nos ha vuelto a asombrar con otra exhibición de las suyas: oro y estratosférico récord del mundo (19.19) en los 200 metros después de haber hecho lo propio hace sólo cuatro días en la prueba reina de la velocidad. Da la impresión de que lo suyo no tiene límites. Si hace un año asombró a medio mundo al coronarse como el rey de los Juegos Olímpicos de Pekín —con permiso de Michael Phelps—, en los Mundiales de Berlín ha sido capaz de superar lo insuperable.
Con el viento en contra, con el cansancio acumulado después de siete carreras en las que se ha batido el cobre con los mejores del mundo y, encima, sin la presión de sus competidores, Bolt ha rebajado en 11 centésimas su anterior récord del mundo. Increíble, pero cierto. Ahora la pregunta que nos hacemos es hasta dónde será capaz de llegar este superhombre. Seguro que hasta muy lejos, en el límite entre lo humano y lo sobrenatural, porque su progresión no ha hecho más que empezar.
El velocista jamaicano es un prodigio de la naturaleza que ha logrado ser el mejor del mundo en toda la historia con mucho trabajo e, indudablemente, con un físico y un talento al alcance sólo de los elegidos. Usain Bolt es uno de ellos. Hoy cumple 23 años y ya es una leyenda viva del atletismo. Sus éxitos sirven también para hacer más felices a sus paisanos en Jamaica, un país de apenas tres millones de habitantes y que, con una extensión parecida a la provincia de Murcia, es una nación tan pequeña como pobre: “Lo hago todo por mi país. Están enloquecidos por mí y me siento orgulloso. Es un honor hacer esto por Jamaica”. Gracias a gente como Bolt podemos proclamar a los cuatro vientos: ¡Qué grande es el deporte!