En el último minuto
26.09.11 - 01:22 - VÍCTOR BORDA | VALLADOLID
Escaso juego y máxima actitud de ambos equipos en un encuentro que pudo ganar cualquiera de los dosUn golpe de castigo da la victoria al Cetransa en el derbi vallisoletano
Pedro Rodríguez estuvo colosal en los lanzamientos a palos, ya que anotó 13 puntos para el Chami
Daniel Waenga fue el mejor del VRAC al conseguir 17 de los 22 puntos de su equipoEl derbi llegó pronto, pero no defraudó por la intensidad que le pusieron los dos equipos vallisoletanos. Otra cosa es el juego, que no fue nada brillante. Muchas imprecisiones en dos equipos a los que todavía les falta algo de rodaje para dar todo su potencial. En un ambiente festivo, el Chami se apuntó la victoria en los instantes finales y con polémica. El golpe de castigo con el que fue castigado el Quesos Entrepinares decidió el partido en el pie de un soberbio Pedro Rodríguez, que anotó con sus transformaciones nada menos que trece de los 23 puntos de su equipo. El joven resolvió el choque ante el rebote general de la parroquia quesera por una decisión, al menos, polémica. El enfado de Canas con la colegiada fue del quince. Era el último minuto de juego y la victoria cambiaba de bando.
Por parte quesera, el más destacada fue su pateador. Waenga anotó 17 de los 22 puntos del VRAC y se marcó una de la pocas jugadas destacables del choque, un eslalon plagado de fintas que cerca estuvo de convertirse en el segundo ensayo de los del Canas. Pero lo dicho, rugby poquito. Emoción, en cambio, a raudales.
El choque comenzó con un Cetransa mucho más centrado, que con su delantera pisaba el campo rival. Fruto de ese empuje comenzó a marcharse en el marcador. A Pedro Rodríguez, joven canterano que se disfrazó de veterano, no le pesó el ambiente. Dos golpes de castigo abrieron la primera diferencia. Era el minuto 11 y un 6-0 campeaba en el marcador.
El Quesos tiene juego y recursos. Lo intentó, pero los errores en los pases les impidieron hacer daño a un rival que parecía cómodo en esos primeros minutos. Daniel Waenga, el neozelandés es un jugadorazo, dio la réplica con un golpe de castigo. El Chami hizo lo mismo con su mejor arma, la delantera. Mamea anotó el primer ensayo del encuentro. Con 13-3 se llegaba al ecuador de la primera parte.
En esos momentos, el Cetransa se cortocircuitó. Quizá el esfuerzo en una mañana calurosa pasó factura. Fuese lo que fuese, el Quesos Entrepinares comenzó a llegar más a campo chamizo. Castle, otro de los refuerzos del conjunto quesero para este año, finiquitó una acción de ataque con el que iba a ser el único ensayo de los de Canas en todo el derbi. Con otro golpe de castigo anotado por Waenga, el conjunto quesero igualaba la contienda en el minuto 30 (13-13).
Quedaba diez minutos hasta el receso, pero los dos equipos fueron incapaces de cambiar el marcador. Ni los pateadores. La resolución del choque quedaba para segunda mitad. Cuarenta minutos de juego y del empate inicial se había pasado a la igualada a trece.
Con trece jugadores
El Quesos Entrepinares logró adelantarse por primera vez en el marcador a los dos minutos de haberse reanudado el choque. Waenga, no podía ser otro, lograba transformar, tampoco podía de ser de otra forma, un golpe de castigo (13-16).
Pero el Quesos Entrepinares tiene cierta tendencia a complicarse la existencia. Sufrió la doble exclusión de Gorosito (m. 47) y Barnes (m. 50). Quedaba con trece efectivos sobre el césped de Pepe Rojo. Y El Salvador se dispuso a hincarle el diente.
Esta doble cartulina amarilla pudo significar la sentencia del choque, pero todo quedó en un nuevo ensayo de Mamea (20-16). Los azulones trabajaron bien en defensa e impidieron que la sangría fuese mayor en un partido tan igualado. El trabajo atrás fue de lo mejor del encuentro. Una defensa numantina.
Una vez que el VRAC recuperó a todos sus efectivos, las fuerzas se volvieron a igualar. Un par de golpes de castigo conseguidos por Waenga volvieron a dar ventaja en el marcador a los azulones (20-22).
Era el minuto 76 y el Quesos apuntaba al segundo triunfo de la temporada. Pero hasta el rabo todo es toro. Era el último minuto de juego y la colegiada señala un golpe de castigo en una zona centrada y sin mucha complicación para un pateador. La desesperación de los jugadores del Canas dejaba bien a las claras que el partido se les marchaba en una decisión que se puede catalogar como dudosa, incierta e incluso polémica.
Pedro Rodríguez, para redondear un partido de manual y demostrar que puede ser altamente resolutivo en los lanzamientos a palos, decidió el partido. Eso sí, con cierta dosis de suspense. Su chut pegó en el palo, pero finalmente entró. Ya no hubo tiempo para casi nada más. El Cetransa se hacía con el partido y la supremacía del oval vallisoletano hasta el derbi de la segunda vuelta. También es verdad que pudo ganar cualquiera y que una controvertida decisión de la colegiada decidió un choque igualado.
Lo dicho, emoción la tuvo hasta el pitido final. Juego, no mucho. Ambos equipos todavía tienen que engrasar sus maquinarias si quieren estar en la parte alta de la tabla en una de las ligas más igualadas de los últimos años.
En la segunda parte, Juan Carlos Pérez echó mano de su última incorporación, el australiano Matt Mcdougall, un centro que en poco más de 72 horas ha pasado de las Antípodas a disputar un derbi.
http://www.elnortedecastilla.es/v/20110926/deportes/mas-rugby/ultimo-minuto-20110926.html
26.09.11 - 01:22 - VÍCTOR BORDA | VALLADOLID
Escaso juego y máxima actitud de ambos equipos en un encuentro que pudo ganar cualquiera de los dosUn golpe de castigo da la victoria al Cetransa en el derbi vallisoletano
Pedro Rodríguez estuvo colosal en los lanzamientos a palos, ya que anotó 13 puntos para el Chami
Daniel Waenga fue el mejor del VRAC al conseguir 17 de los 22 puntos de su equipoEl derbi llegó pronto, pero no defraudó por la intensidad que le pusieron los dos equipos vallisoletanos. Otra cosa es el juego, que no fue nada brillante. Muchas imprecisiones en dos equipos a los que todavía les falta algo de rodaje para dar todo su potencial. En un ambiente festivo, el Chami se apuntó la victoria en los instantes finales y con polémica. El golpe de castigo con el que fue castigado el Quesos Entrepinares decidió el partido en el pie de un soberbio Pedro Rodríguez, que anotó con sus transformaciones nada menos que trece de los 23 puntos de su equipo. El joven resolvió el choque ante el rebote general de la parroquia quesera por una decisión, al menos, polémica. El enfado de Canas con la colegiada fue del quince. Era el último minuto de juego y la victoria cambiaba de bando.
Por parte quesera, el más destacada fue su pateador. Waenga anotó 17 de los 22 puntos del VRAC y se marcó una de la pocas jugadas destacables del choque, un eslalon plagado de fintas que cerca estuvo de convertirse en el segundo ensayo de los del Canas. Pero lo dicho, rugby poquito. Emoción, en cambio, a raudales.
El choque comenzó con un Cetransa mucho más centrado, que con su delantera pisaba el campo rival. Fruto de ese empuje comenzó a marcharse en el marcador. A Pedro Rodríguez, joven canterano que se disfrazó de veterano, no le pesó el ambiente. Dos golpes de castigo abrieron la primera diferencia. Era el minuto 11 y un 6-0 campeaba en el marcador.
El Quesos tiene juego y recursos. Lo intentó, pero los errores en los pases les impidieron hacer daño a un rival que parecía cómodo en esos primeros minutos. Daniel Waenga, el neozelandés es un jugadorazo, dio la réplica con un golpe de castigo. El Chami hizo lo mismo con su mejor arma, la delantera. Mamea anotó el primer ensayo del encuentro. Con 13-3 se llegaba al ecuador de la primera parte.
En esos momentos, el Cetransa se cortocircuitó. Quizá el esfuerzo en una mañana calurosa pasó factura. Fuese lo que fuese, el Quesos Entrepinares comenzó a llegar más a campo chamizo. Castle, otro de los refuerzos del conjunto quesero para este año, finiquitó una acción de ataque con el que iba a ser el único ensayo de los de Canas en todo el derbi. Con otro golpe de castigo anotado por Waenga, el conjunto quesero igualaba la contienda en el minuto 30 (13-13).
Quedaba diez minutos hasta el receso, pero los dos equipos fueron incapaces de cambiar el marcador. Ni los pateadores. La resolución del choque quedaba para segunda mitad. Cuarenta minutos de juego y del empate inicial se había pasado a la igualada a trece.
Con trece jugadores
El Quesos Entrepinares logró adelantarse por primera vez en el marcador a los dos minutos de haberse reanudado el choque. Waenga, no podía ser otro, lograba transformar, tampoco podía de ser de otra forma, un golpe de castigo (13-16).
Pero el Quesos Entrepinares tiene cierta tendencia a complicarse la existencia. Sufrió la doble exclusión de Gorosito (m. 47) y Barnes (m. 50). Quedaba con trece efectivos sobre el césped de Pepe Rojo. Y El Salvador se dispuso a hincarle el diente.
Esta doble cartulina amarilla pudo significar la sentencia del choque, pero todo quedó en un nuevo ensayo de Mamea (20-16). Los azulones trabajaron bien en defensa e impidieron que la sangría fuese mayor en un partido tan igualado. El trabajo atrás fue de lo mejor del encuentro. Una defensa numantina.
Una vez que el VRAC recuperó a todos sus efectivos, las fuerzas se volvieron a igualar. Un par de golpes de castigo conseguidos por Waenga volvieron a dar ventaja en el marcador a los azulones (20-22).
Era el minuto 76 y el Quesos apuntaba al segundo triunfo de la temporada. Pero hasta el rabo todo es toro. Era el último minuto de juego y la colegiada señala un golpe de castigo en una zona centrada y sin mucha complicación para un pateador. La desesperación de los jugadores del Canas dejaba bien a las claras que el partido se les marchaba en una decisión que se puede catalogar como dudosa, incierta e incluso polémica.
Pedro Rodríguez, para redondear un partido de manual y demostrar que puede ser altamente resolutivo en los lanzamientos a palos, decidió el partido. Eso sí, con cierta dosis de suspense. Su chut pegó en el palo, pero finalmente entró. Ya no hubo tiempo para casi nada más. El Cetransa se hacía con el partido y la supremacía del oval vallisoletano hasta el derbi de la segunda vuelta. También es verdad que pudo ganar cualquiera y que una controvertida decisión de la colegiada decidió un choque igualado.
Lo dicho, emoción la tuvo hasta el pitido final. Juego, no mucho. Ambos equipos todavía tienen que engrasar sus maquinarias si quieren estar en la parte alta de la tabla en una de las ligas más igualadas de los últimos años.
En la segunda parte, Juan Carlos Pérez echó mano de su última incorporación, el australiano Matt Mcdougall, un centro que en poco más de 72 horas ha pasado de las Antípodas a disputar un derbi.
http://www.elnortedecastilla.es/v/20110926/deportes/mas-rugby/ultimo-minuto-20110926.html