Mario Martín, peaje y aprendizaje
El mediocentro del Real Madrid está viviendo con el Real Valladolid un proceso de adaptación a la élite en el que alterna errores y aciertos.
Mario Martín fue en verano en uno de los jóvenes más codiciados del mercado. El Real Valladolid tuvo que esperar casi hasta la última semana de agosto, pero consiguió hacerse con el préstamo de un jugador con el que había consenso desde hacía tiempo y cuya salida del Real Madrid se demoró por su participación en la pretemporada a las órdenes de Carlo Ancelotti, con un rendimiento que llevó a debate su presencia o su salida del plantel. Pero salió, así, cedido, buscando confirmar que las expectativas creadas sobre él eran, son, acertadas. Y eso busca el toledano, en eso anda.
Su rendimiento en lo dos primeros meses como blanquivioleta habla de un proceso de adaptación a la élite a medio completar, con alguna nueva y algún claro, si bien su rol es ya de titular. No en vano, las últimas cinco jornadas en las que ha estado disponible para Pezzolano lo ha sido y, de las últimas seis, solo se perdió una por sanción, motivada por la expulsión que vio en Balaídos. Aunque llegó en una jugada interpretable, fue esa roja el primer peaje a pagar en su desembarco en Primera.
A su vuelta, pasó por otro portazgo, aunque el Sevilla no le penalizó; cometió una pérdida ante Saúl Ñíguez que provocó unos nervios iniciales que cerca estuvieron de hacerle cometer más tarde un penalti. Aunque se serenó y fue a más, y en una incorporación a campo rival, tras una ruleta, asistió a Kike Pérez, pero el poso que le quedó a algunos, después de ese comienzo, no fue el mejor, o por lo menos no para desempeñarse en una zona donde el riesgo es a menudo sinónimo de fatalidad.
Pezzolano, sin embargo, le ensalzó. “Es un excelente jugador. Tiene una intensidad, una voluntad y un entendimiento del juego muy bueno, aunque constantemente va a cometer errores de jugador joven; es normal. Lo importante es que siga creciendo”, aseveró el técnico, normalizando unos fallos que, no obstante, dijo que, en general, no debía cometer su equipo. Uno de esos, en un intento de entrega, deficiente, propició en Vitoria el gol de Toni Martínez, a quien habilitó al trastabillarse.
Estos errores de bulto han afeado, a ojos de algunos, el comienzo de la etapa de Mario Martín como jugador del Real Valladolid, un equipo en el que cada fallo cuenta, pero, también, en el que, en el apartado personal, cada uno que comete es un aprendizaje. A sus 20 años, está viviendo su primera temporada en el fútbol profesional, además, con un contexto muy diferente al conocido también en cuanto a exigencia y y estilo, puesto que el salto de categoría y el cambio de perfil de club le ha llevado a perder el estatus dominante que en el Real Madrid Castilla podía o solía tener.
Líder en varias facetas
No obstante, el excastillista es el centrocampista que muestra más capacidad en diferentes estadísticas, tanto defensivas como a nivel de creación, de cuantos ha utilizado Paulo Pezzolano hasta la fecha. Así, por ejemplo, es quien más disputas ha ganado, 44, siendo el segundo jugador del plantel que se ha impuesto en más, tan solo por detrás de las 48 de Latasa. Es, también, el segundo mediocentro con más entradas realizadas, 19, por las 18 de Kike Pérez, aunque solamente el tercero en recuperaciones, 21, por las 29 de dos jugadores más físicos como son Juric y Amallah.
Entretanto, es también el medio con un mejor porcentaje de acierto en el pase, un 85,47%, un 0,36% mejor que Juric y un 1,24% mejor que Kike Pérez, y quien más pases precisos ha entregado en el último tercio de campo rival de cuantos juegan en esa parcela ancha. No obstante, debe mejorar no tanto el acierto en la entrega como la toma de algunas decisiones, buscando evitar la comisión de fallos como los mencionados, una asignatura pendiente que el técnico ha intentado ayudarle a aprobar a partir de su mezcla con otro jugador, a veces Juric, y otras, Cömert.
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