togodumno escribió: Si no te entiendo mal, nuncasé, distingues entre agresividad y maldad. Identificando la primera con lo atávico e instintivo, y la segunda con las partes racional y emocional del cerebro. Quizá más bien con la emocional, puesto que la lógica en principio es más bien neutra en este aspecto. En realidad, la maldad y la bondad serían dos caras del mismo concepto, que tendría que ver con la emocionalidad humana.
No digo yo que no tengas razón. Pero si se redujese la agresividad instintiva humana, de la forma que fuese, esta dejaría de tener tanta influencia sobre la emocionalidad. Al fin y al cabo, el comportamiento de esos generales usurpadores de territorios que citas, no me parece tan distinto del de un niño caprichoso que le quita los juguetes a su hermano, y tiene siempre en la boca las palabras "mío, mío, mío". Una persona muy agresiva o muy instintiva siempre es una bomba. Y su emocionalidad lo que hace es darle excusas para canalizar esa agresividad hacia algo o alguien. Sigo pensando que detrás de los planes complejos que tenemos todos para aumentar los recursos con los que contamos para subsistir, está la agresividad. Porque si no estuviera, no nos molestaríamos en mover un dedo, más allá de lo extrictamente necesario para la supervivencia. Nos contentaríamos con imaginar muchas posibilidades, pero sin ganas de llevarlas a cabo, complicándonos la vida.
Perdón por el rollo. De todos modos, no soy neurólogo, ni especialista en campo alguno de la ciencia. Así que casi hablo por hablar.
Hombre, sí. Supongo que todo depende de lo que uno entienda por agresividad. Supongo que tienes razón en que, en cierto modo, la agresividad puede estar detrás cuando uno considera ventajoso aumentar los recursos y eliminar a un oponente "molesto", aunque sea mucho más racional y calculada que cazar o defender a tu familia de un tigre. No deja de ser la visión de un depredador.
En lo que ya no estoy tan de acuerdo es en lo de la maldad y la bondad. Esos dos términos son completamente subjetivos y cualquier acto humano se puede considerar desde infinitos puntos de vista que nos lleven a muy diferentes conclusiones sobre la maldad o bondad que hay en ellos.