En mi opinión, el problema al que se enfrenta el Valladolid es estructural, no es una circunstancia que se resuelva con el cambio de entrenador (aunque puede funcionar). Con este hilo intento aportar un enfoque distinto. Espero que no me quede muy pedante.
El Valladolid tiene un problema. A mi entender, actualmente hay dos vías de actuación:
- Largar a Gómez
- Conseguir que el grupo tire del carro.
No voy a hablar casi nada de la primera, simplemente decir que si se toma esa decisión, estás diciendo que el problema no está en la plantilla. Hay que medir con qué fuerza quedan determinados jugadores dentro de ella, y mirar si estamos dando galones a la gente adecuada.
Mi impresión es que es un problema de liderazgo. El entrenador no es un líder. Puede llegar a serlo, con el tiempo y con los ojos y los oídos muy abiertos, porque se puede aprender, pero para eso falta. Ante ese vacío, cada uno ocupa su lugar. Los tres capitanes, Rubio, Baraja y Pedrolo son gente cuestionada en su trabajo y con un carácter apocado y acomodado en algún caso. Para más inri, ninguno de los tres tiene raza en el campo para comerse a nadie. Son segundones, muy útiles para complementar, pero no es lo que le hace falta al Valladolid. En fin, el grupo está a la deriva, sin un camino definido. Ya hay gente que se ha bajado del tren.
Lo primero que se debe hacer es fijar los recursos. En quien me puedo apoyar yo, por raza y calidad para que saque esto adelante. Hay que involucrar a alguien, que nunca se ha visto en una igual, para que emerja y sirva como modelo y guía, y, a partir de ahí, sumar a todos los que se pueda.
Conozco poco a la plantilla, pero podemos suponer que se van a mover por intereses. ¿Quién tiene los intereses más fuertes? Dos perfiles: los ambiciosos, que tienen mucho que ganar y los que se están jugando ser o no ser. No puedes poner al mando a alguien que hoy está aquí, mañana en el Rayo y el siguiente en el Córdoba.
Dentro de esos perfiles hay varios candidatos claros. Guerra, Marc Valiente y Oscar en el primer grupo. Rueda, Navas (no se ha destapado, hay que verle, por eso no lo descarto) y Lázaro en el segundo.
Siguiente problema. Ninguno de los seis tiene ascendente sobre el grupo. O bien son recién llegados o tú (Gómez) les has dado un papel de segundón desde el principio. A partir de ahí, se trata de una gestión de grupo. Motivación y premio. Los primeros síntomas de la recuperación son inmediatos, pero no definitivos. Sumar al grupo completo se consigue con el aval de los resultados y, a veces, cortando alguna cabeza. Se puede fracasar, pero te han matado peleando, no cagando en la trinchera con cuatro abanicándote. Habrás aprendido algo.
El Valladolid tiene un problema. A mi entender, actualmente hay dos vías de actuación:
- Largar a Gómez
- Conseguir que el grupo tire del carro.
No voy a hablar casi nada de la primera, simplemente decir que si se toma esa decisión, estás diciendo que el problema no está en la plantilla. Hay que medir con qué fuerza quedan determinados jugadores dentro de ella, y mirar si estamos dando galones a la gente adecuada.
Mi impresión es que es un problema de liderazgo. El entrenador no es un líder. Puede llegar a serlo, con el tiempo y con los ojos y los oídos muy abiertos, porque se puede aprender, pero para eso falta. Ante ese vacío, cada uno ocupa su lugar. Los tres capitanes, Rubio, Baraja y Pedrolo son gente cuestionada en su trabajo y con un carácter apocado y acomodado en algún caso. Para más inri, ninguno de los tres tiene raza en el campo para comerse a nadie. Son segundones, muy útiles para complementar, pero no es lo que le hace falta al Valladolid. En fin, el grupo está a la deriva, sin un camino definido. Ya hay gente que se ha bajado del tren.
Lo primero que se debe hacer es fijar los recursos. En quien me puedo apoyar yo, por raza y calidad para que saque esto adelante. Hay que involucrar a alguien, que nunca se ha visto en una igual, para que emerja y sirva como modelo y guía, y, a partir de ahí, sumar a todos los que se pueda.
Conozco poco a la plantilla, pero podemos suponer que se van a mover por intereses. ¿Quién tiene los intereses más fuertes? Dos perfiles: los ambiciosos, que tienen mucho que ganar y los que se están jugando ser o no ser. No puedes poner al mando a alguien que hoy está aquí, mañana en el Rayo y el siguiente en el Córdoba.
Dentro de esos perfiles hay varios candidatos claros. Guerra, Marc Valiente y Oscar en el primer grupo. Rueda, Navas (no se ha destapado, hay que verle, por eso no lo descarto) y Lázaro en el segundo.
Siguiente problema. Ninguno de los seis tiene ascendente sobre el grupo. O bien son recién llegados o tú (Gómez) les has dado un papel de segundón desde el principio. A partir de ahí, se trata de una gestión de grupo. Motivación y premio. Los primeros síntomas de la recuperación son inmediatos, pero no definitivos. Sumar al grupo completo se consigue con el aval de los resultados y, a veces, cortando alguna cabeza. Se puede fracasar, pero te han matado peleando, no cagando en la trinchera con cuatro abanicándote. Habrás aprendido algo.