Un Zorrilla moderno
El terreno de juego bajará 80 centímetros lo que permite suprimir el foso y añadir 1.594 butacas, con los banquillos integrados en la grada
El hogar del Real Valladolid vive su transformación más importante desde su inauguración en un ya muy lejano 20 de febrero de 1982. Las obras que han comenzado en el Estadio José Zorrilla pretenden modernizar el templo pucelano, deprimir 80 centímetros el terreno de juego y suprimir el foso, lo que supone una imagen renovada y ventajas para que los aficionados vivan una experiencia mucho más cercana.
David Espinar, director de Gabinete de Presidencia, y Javier Iribarren, arquitecto responsable del proyecto, han explicado este viernes en rueda de prensa los detalles sobre las obras que han comenzado este junio y que se prevé su finalización para el inicio liguero.
"Este Estadio necesita una puesta al día importante porque el fútbol ha cambiado mucho desde 1982. Los fosos fueron un instrumento de seguridad en los años 80 y el de Valladolid es el único que queda, lo que supone dificultades de gestión y para el público" desarrolló Iribarren, quien indicó que "es un gran reto porque son obras importantes, no de gran complejidad técnica pero con muchas cosas por hacer en poco tiempo".
Más presión y mejor espectáculo
El proyecto implica una bajada del nivel del campo en 80 centímetros respecto a la situación actual y eliminar el actual foso. A consecuencia de ello se implementarán tres nuevas filas de butacas, un total de 1.594 nuevas localidades que contarán con una posición ideal casi a pie de césped: "Van a sentir que están en el campo".
Con eso se logrará además "mantener la presión del público sobre el campo, que los jugadores sientan su cercanía" y también mejorar la visiblidad de la U televisiva.
En el proyecto también se incluye el "generar una banda de rodadura que permitirá el mantenimiento del césped al evitar que las máquinas de mantenimiento lo pisen". Precisamente sobre el verde, se "van a implementar nuevas tecnologías, sistemas de recuperación de agua, sistemas de drenaje... un césped de primera calidad mundial".
Otra novedad importante es la nueva ubicación de los banquillos, que quedarán integrados dentro del graderío. Y, por encima de ellos, habrá varias decenas de butacas vip "con un servicio de atención especial, de mayor calidad".
Plan B y fases
Los trabajos se centran por el momento en esta obra, pero no serán los últimos que se acometan en Zorrilla, sino los primeros. "Esta es la fase más inminente por límites de tiempo, pero la idea es trabajar durante todo el año" concretó David Espinar. Y apuntó varias ideas que están sobre la mesa, como es el cambio de la iluminación y los baños "Faltan muchas reformas ahí, queremos un estadio que crezca con sus abonados".
Sobre los tiempos que se manejan, en relación a la obra del foso (con un coste de dos millones de euros que asumirá el Club) Iribarren concretó que "todo está preparado para que estén finalizadas para el principio de LaLiga" pero, no obstante, adelantó que existe "mucho plan B por si hay imponderables" con el objetivo de que el balón pueda rodar en el comienzo de la temporada 19-20.
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